RICO Y LAZARO

vet, El rico y Lázaro (Lc. 16:19-31). Más que una parábola, es una historia. Nada se dice expresamente del carácter moral de estos dos hombres, aunque se deduce una gran insensibilidad y egoí­smo por parte del rico (cfr. Lc. 16:20, 21). En el AT se habí­a enseñado que la marca del recto deberí­a ser la prosperidad externa (Sal. 112:2, 3). En el reino en su nueva fase, y en consecuencia al rechazamiento de Cristo, la posesión de las riquezas deja de ser señal del favor divino. Esta era una necesaria lección para el judí­o. Es muy difí­cil que se salve un rico, pero a los pobres se les anunciaba el Evangelio (Mt. 11:5; Lc. 11:22). El pobre Lázaro fue llevado al seno de Abraham, y el rico fue a la perdición. En el otro mundo se invierten las condiciones del mundo presente. Aquí­ prosigue la enseñanza de la parábola del mayordomo injusto: el rico no estaba sacrificando el presente por el futuro. Se da también una ví­vida imagen de la inalterable condición de los perdidos. Véase PARíBOLA, LíZARO (HISTORIA DEL RICO Y).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado