REGENERACION, REGENERAR

A. NOMBRE palingenesia (paliggenesiva, 3824), nuevo nacimiento (palin, de nuevo; genesis, nacimiento). Se utiliza de la regeneración espiritual (Tit 3:5 «de la regeneración», RV, RVR), involucrando la comunicación de una nueva vida, siendo los dos poderes activos para producirla «la palabra de verdad» (Jam 1:18; 1Pe 1:23), y el Espí­ritu Santo (Joh 3:5, 6); el loutron, baño, lavamiento, es explicado en Eph 5:26 «habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra». El nuevo nacimiento y la regeneración no constituyen etapas sucesivas en la experiencia espiritual; se refieren al mismo acontecimiento, aunque lo contemplan en diferentes aspectos. El nuevo nacimiento destaca la comunicación de vida espiritual en contraste al anterior estado de muerte espiritual; la regeneración destaca el inicio de un nuevo estado de cosas en contraste con el viejo. De ahí­ la relación del uso de la palabra con su aplicación a Israel, en Mat 19:28: Algunos consideran el kai en Tit 3:5 como epexegético, «esto es», pero, como las Escrituras señalan dos poderes activos distintos, aunque asociados, no hay suficiente base para esta interpretación. Véase bajo Notas adicionales anteriores al í­ndice de esta obra, sobre la partí­cula kai (4º Tomo). En Mat 19:28 se utiliza esta palabra, en el discurso del Señor, en el sentido más amplio de la «restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas» (Act 3:21), cuando, como consecuencia de la Segunda Venida de Cristo, Jehová, pondrá su rey sobre Sión, su santo monte» (véase Psa 2:6), e Israel, ahora en apostasí­a, será restaurada a su posición destinada, en el reconocimiento y bajo la benevolente soberaní­a de su Mesí­as. Así­ se conseguirá la liberación del mundo del poder y engaño de Satanás y de los despóticos y anticristianos gobernantes de las naciones. Esta restitución, en el reino milenial venidero, no será un retorno universal a la condición prí­stina de inocencia edénica anterior a la caí­da, pero cumplirá el establecimiento del pacto de Dios con Abraham con respecto a sus descendientes, un verdadero renacimiento de la nación, involucrando la paz y prosperidad de los gentiles. Sin embargo, es evidente, en base a Rev 20:7,8, que el sometimiento universal a la autoridad de Cristo no significará la total exclusión del mal. Solo en los nuevos cielos y la nueva tierra, «en los cuales mora la justicia», estarán totalmente excluidos el pecado y el mal.¶ B. Verbo anagennao (ajnagennavw, 313), (ana, otra vez, o de lo alto, con gennao; véase ENGENDRAR, Nº 1), se traduce «ha regenerado» en 1Pe 1:3 (RV; RVR: «que hizo renacer»). Véase RENACER.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento