REFINACION

Proceso mediante el cual se extraen de una masa con metales los componentes no deseados o las impurezas. Para ello el sistema más utilizado consistí­a en poner la masa en un crisol y aplicar fuego a éste hasta licuar el metal. El proceso de r. de metales se emplea a menudo como metáfora, porque †œel crisol prueba la plata, y la hornaza el oro† (Pro 27:21). Egipto es comparado a un horno, donde el pueblo fue refinado por los sufrimientos (†œPero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto† [Deu 4:20]). La figura se repite en Isa 48:10 (†œHe aquí­ te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción†). El mal comportamiento del pueblo de Israel se compara a un proceso de r. que termina mal, con muchas escorias (†œ…la casa de Israel se me ha convertido en escoria; todos ellos son bronce y estaño y hierro y plomo en medio del horno; y en escorias de plata se convirtieron† (Eze 22:18-22). †¢Horno. †¢Metales y minerí­a.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

La raíz heb. ṣrp expresa la fundición, prueba, y refinamiento de metales, especialmente los preciosos, como el oro y la plata. La misma terminología se aplicaba también a Dios cuando prueba a los hombres, y a su palabra probada y segura. Un término menos común para el refinamiento y la purificación era zqq. En la antigüedad era costumbre volver a fundir el metal bruto a fin de quitar las impurezas y para moldear piezas (herramientas, armas, imágenes, etc.). El metal se calentaba en crisoles (Pr. 17.3; 27.21), en hornos o fogones, y a menudo se usaban fuelles para producir tiraje a fin de elevar la temperatura.

El término heb. ṣōrēf para el obrero que trabaja los metales y el que los refina se traduce a menudo platero en °vrv2 y otras vss. (tamb. “orfebre”, °bj). En la época de los jueces, la madre de Micaías tuvo una imagen de plata fundida (Jue. 17.4), mientras mucho más tarde Isaías (40.19; 41.7; 46.6) y Jeremías (10.8–9; 51.17) gráficamente describen la inútil fabricación de ídolos de metal o enchapados con metal. David proveyó oro y plata refinados para el proyectado templo de Jerusalén (1 Cr. 28.18; 29.4), y diversos artesanos especializados en metales contribuyeron a reparar los muros de Jerusalén bajo Nehemías (Neh. 3.8, 31–32).

Al igual que los refinadores que tratan de lograr metales puros, a menudo se dice que Dios prueba (ṣrp) los corazones de los hombres. Cf. Jue. 7.4 (los hombres de Gedeón); Sal. 17.3b; 26.2b; 66.10; 105.19; Is. 48.10; Jer. 9.7; Zac. 13.9; Mal. 3.2–3. Véanse las gráficas descripciones en Sal. 12.6 y Pr. 30.5 con respecto a la Palabra de Dios. Para este útimo concepto cf. tamb. 2 S. 22.31 (= Sal. 18.30); Sal. 119.140. Se utilizaba metal puro para moldear (cf. Pr. 25.4). Dios trataba de purificar a su pueblo del pecado en la misma forma en que se quitaban las escorias y se separaban las aleaciones (Is. 1.25), pero en el símil aun un fuego alimentado con fuelles no bastaba para ello (Jer. 6.29–30). A veces se emplean las pruebas para refinar a los hombres, y el que es sabio se refina (purifica) a sí mismo (Dn. 11.35; 12.10). En una ocasión se hace referencia al vino refinado (Is. 25.6). (* Artes y oficios )

Bibliografía. Para escenas egp. de metalistería, moldes, y crisoles, véase ANEP, pp. 40, fig(s). 133–136; Singer, Holrnyard y Hall, A History of Technology, 1, 1954, pp. 578, fig(s). 383 (uso de fuelles). En general, vease ibid., pp. 577–584; R. J. Forbes, Studies in Ancient Technology, 6, 1958, pp. 70–73, 81–85; 8, 1964, pp. 133ss, 170ss, 239ss; 9, 1964, pp. 67ss; A. Lucas, Ancient Egyptian Materials and Industries, 1962, cap(s). 11.

K.A.K.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico