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Consejo o ayuda moral y espiritual que se presta a una persona o grupo. Se suele hablar también de la «recomendación del alma» en cuanto se «pide o recomienda al Señor» que ayude al que se encuentra en el trance final de la vida y precisa fortaleza para vencer al dolor corporal y al temor espiritual.
Esta recomendación fue siempre en la Iglesia una práctica piadosa de gran valor y entendida como deber primario y de especial mérito, por las circunstancias del moribundo.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa