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Mueble de iglesia o de oratorio que sirve para «reclinarse», o apoyarse en la postura de rodillas con algo de comodidad, evitando el frío del suelo o la dificultad que personas torpes de movimientos experimentan al inclinarse y al levantarse. El arte se encargó de ornamentar magníficamente diversos reclinatorios o sitiales de personas ilustres o de templos ricamente dotados.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa