PROPICIO (SER)

A. VERBO jilaskomai (iJlavskomai, 2433), se usaba entre los griegos con el significado de hacer propicios a los dioses, apaciguar, propiciar, en tanto que no se concebí­a que la actitud natural de ellos fuera de buena voluntad, sino algo que se tení­a que ganar. Este uso de la palabra es ajeno a la Biblia griega con respecto a Dios, tanto en la LXX como en el NT. Nunca se utiliza de ningún acto por medio del cual el hombre lleve a Dios a una actitud favorable o a una disposición de gracia. Es Dios quien es propiciado por la vindicación de su carácter santo y justo, con lo cual, por medio de la provisión que El ha dispuesto en el sacrificio vicario y expiatorio de Cristo, El ha tratado de tal manera con el pecado que puede mostrar misericordia al pecador que cree quitándole su culpa y remitiéndole sus pecados. Así­, en Luk 18:13 significa ser propicio o misericordioso para con (siendo la persona el objeto del verbo), y en Heb 2:17 expiar, hacer propiciación por (siendo que aquí­ el objeto del verbo es pecados); aquí­ la llamada Versión Popular traduce «obtener el perdón», lo que no se corresponde con el texto; no se trata de una mera obtención del perdón. Por medio del sacrificio propiciatorio de Cristo, el que cree en El es por el propio acto de Dios liberado de una ira justamente merecida, y entra en el pacto de gracia. En contra de alguna versión inglesa, como la autorizada, nunca se dice de Dios que El sea reconciliado, hecho este indicativo de que la enemistad existe solo de parte del hombre, y que es el hombre quien tiene que ser reconciliado con Dios, no Dios con el hombre. Dios es siempre el mismo y, por cuanto El es inmutable en sí­ mismo, su actitud relativa sí­ cambia hacia aquellos que cambian. El puede actuar en forma diferente hacia aquellos que vienen a El por la fe, y únicamente sobre la base del sacrificio propiciatorio de Cristo, no debido a que El haya cambiado, sino debido a que siempre actúa sobre la base de su inmutable justicia. No es meramente la obtención del perdón de pecados mediante el sacrificio, como lo expresa la Versión Popular o Dios habla hoy; lo que se expresa es que se asentaron las bases para poder otorgarlo con justicia, vindicándose de esta manera el carácter de Dios: «a fin de que El (esto es, Dios) sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús» (Rom 3:26; véanse vv. 21-26). Que Dios no está por sí­ mismo alienado del hombre se desprende de Joh 3:16: Su actitud hacia el pecador no precisa ser cambiada por los esfuerzos de este. Con respecto a su pecado, es necesaria una expiación, en coherencia con la santidad de Dios y por causa de su justicia, y por su gracia y amor El ha provisto esta expiación en el sacrificio vicario de su Hijo; el hombre, en sí­ mismo un pecador, y justamente expuesto a la ira de Dios (Joh 3:36) nunca hubiera podido lograr una expiación. Como dice Lightfoot: «Cuando los escritores del NT hablan con extensión del tema de la ira de Dios, la hostilidad queda indicada como no proveniente de Dios, sino de los hombres». Por medio de lo que Dios ha efectuado en Cristo, el hombre, mediante la muerte del Hijo de Dios, al recibir la regeneración, escapa a la merecida ira de Dios. Es el cumplimiento de esta expiación, junto con su efecto en la misericordia de Dios, lo que se expresa en el verbo jilaskomai.¶ En la LXX se utiliza el verbo compuesto exilaskomai, p.ej., Gen 32:20; Exo 30:10,15,16; 32.30, y con frecuencia en Lv y Nm. Véase EXPIAR.¶ B. Adjetivo jileos (ilew», 2436), significa propicio, misericordioso (véase bajo COMPADECER, C, Nº 1), y se utiliza en Mat 15:22, «ten compasión»; Heb 8:12 «seré propicio». En el primer pasaje, la frase «ten compasión de ti», dicho por Pedro al Señor, es traducción de la frase jileos soi, lit., «Dios sea propicio a ti»; la Versión Revisada Inglesa da, en el margen: «God have mercy on Thee!» (¡Dios tenga misericordia de ti!). Algunos traducirí­an «Â¡Dios no lo quiera!» La traducción de Lutero es «Â¡Lí­brate de ello!» Lightfoot sugiere, «Â¡No en verdad!» o «Â¡Lejos de ti tal pensamiento!» Fue la expresión vehemente e impulsiva del horrorizado estado mental de Pedro. En su uso en el segundo pasaje tiene un sentido correspondiente al de jilaskomai, véase A. Como en el caso de jilaskomai, el significado de este término en el griego profano no se aplicaba al uso del término en la LXX y en el NT, valiendo para ello las consideraciones ofrecidas en A.¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento