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Término que en tiempos pasados aludía al interés que se tiene por mejorar las situaciones, contar con más recursos, aumentar la rentabilidad de los esfuerzos y de los recursos que se ponen en funcionamiento.
Sin embargo, con el desgaste de su uso se ha convertido en sinónimo de novedad y de ruptura con lo anterior, hasta llegar a formar una especie de sistema de vida o de pensamiento. A esa actitud o conjunto de juicios que la justifican, es a lo que se denomina progresismo.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa