v. Cisterna, Fuente, Hoyo
Gen 21:25 reconvino a Abimelec a causa de un p
Gen 24:11 fuera de la ciudad, junto a un p de agua
Gen 26:15 los p que habían abierto .. Abraham su
Gen 29:2 miró, y vio un p en el campo, y he aquí
Exo 21:33 alguno abriere un p, o cavare cisterna
Num 21:17 este cántico: Sube, oh p; a él cantad
2Sa 17:18 patio un p, dentro del cual se metieron
2Sa 23:15; 1Ch 11:17 me diera .. del agua del p
Psa 7:15 p ha cavado, y lo ha ahondado; y en el
Pro 5:15 bebe el .. y los raudales de tu propio p
Son 4:15 fuente de huertos, p de aguas vivas, que
Luk 14:5 o su buey cae en algún p, no lo sacará
Joh 4:6 el p de Jacob .. se sentó así junto al p
Rev 9:2 abrió el p del abismo, y subió humo del
latín puteus. Agujero profundo que se hace en la tierra hasta encontrar agua. Dada la escasez de agua en Palestina, esta era una práctica común, sobre todo para quienes cultivaban la tierra y quienes se dedicaban a la ganadería, del pastoreo. La importancia de esta actividad se nota en la cantidad topónimos en que entra la palabra be`er, pozo, como Berseba, que significa †œpozo del juramento†, seba`, o †œde las siete corderas†, sibe`a, Gn 21, 31-33; 26, 33; parece que el significado debe ser p. del juramento, por el contexto. Había cisternas, en las que se recogían las aguas llovedizas y los pozos de aguas vivas, esto es, de manantial, de aguas puras y de mejor calidad que las de cisterna, Gn 26, 19.
En sentido figurado el novio llama a la amante †œp. de aguas vivas que fluyen del Líbano†, Ct 4, 15. Sobre la mujer legítima y en contra del adulterio, el libro de los Proverbios, le dice al esposo: †œBebe el agua de tu aljibe, los raudales de tu p.†, Pr 5, 15. La mujer extraña es comparada con un p. estrecho, Pr 23, 27. El seol es comparado con un p., Is 14, 15; 38, 18. Yahvéh le dice a su pueblo infiel: †œA mí me dejaron, manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas que el agua no retienen†, Jr 2, 13; 17, 13. En el N. T., J. emplea la misma figura cuando hablaba con la samaritana junto al p. de Jacob: †œSi conocieras el don de Dios, y qué es el que te dice: dame de beber, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva†, Jn 4, 10.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
Con esta palabra se traducen varias del hebreo y una griega que apuntan a una perforación hecha en el suelo, primordialmente con el fin de obtener agua. En el Oriente Medio, y en especial en Israel, el problema del abastecimiento de agua es grande. La actividad de pastoreo por tierras muy secas o desérticas hace que el poseer un p. sea algo muy apreciado. Abraham rodea de solemnidad el acto mediante el cual Abimelec reconoce su derecho de propiedad sobre un p. (Gen 21:25-31), pues la disponibilidad del agua siempre ha sido motivo de disputas y hasta guerras. Isaac se caracterizó por abrir muchos p. (Gen 26:15-20. Cuando al cavar un p. se encontraba una vena de agua que corría subterránea, se decía que era un †œp. de aguas vivas† (Gen 26:19). Al cavar un p. había que cubrir su boca, para que no fuera peligro para nadie (Exo 21:33-34). Se extraía el agua del p. mediante un cubo o jarro (Isa 30:14) o un odre sujeto a una cuerda. Alrededor de la boca del p. se construía una pared protectora de bajo nivel. Es posible que el Señor Jesús estuviera sentado en algo así cuando ocurrió su conversación con la mujer samaritana (Jua 4:6). †œBeber el agua del p. propio† es una expresión que habla del disfrute de la vida doméstica, con especial énfasis en los goces conyugales (Pro 5:15).
A veces el término es utilizado con sentido negativo, entendiéndose entonces que es una referencia a una fosa, un hoyo. Así, en los Salmos se habla del p. como un hoyo cenagoso que cava un impío (Sal 7:15), o donde un creyente ha caído y Dios le saca (Sal 40:2), o el lugar de perdición adonde irán los †œsanguinarios y engañadores† (Sal 55:23), o un lugar para enterramientos (Sal 69:15). Con este sentido negativo es usado también en el Apocalipsis (Apo 9:1-2).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, CONS RIOS
ver, CISTERNA, FUENTE
vet, (heb. «b’êr»). Se halla frecuentemente formando parte de nombres compuestos (p. ej.: Beerseba, «pozo del juramento»). El pozo es una excavación en el suelo, que llega a una capa de agua en una depresión o que se filtra a través de las arenas. En ocasiones se captaba una fuente (cfr. Gn. 16:7, 14; 24:11, 13). Si se descubría agua en un terreno arenoso, se abría un pozo con toda presteza. Se abrían los lechos secos de los torrentes cuando se sospechaba que debajo de ellos corrían aguas vivas (Gn. 21:30, 31; 24:19; 26:20-25). Había numerosos pozos en la llanura marítima de Filistea, donde un inagotable curso de agua subterránea se abría camino hacia el Mediterráneo. La región montañosa de Palestina tenía pozos cavados en la roca calcárea. Exteriormente, el pozo no se diferenciaba mucho de la cisterna. El agujero estaba protegido por un brocal (Jn. 4:6), cubierto por una piedra o una plancha para que ni personas ni animales cayeran accidentalmente (Gn. 29:2, 3; Ex. 21:33; 2 S. 17:19; Ant. 4:8, 37). El interior del pozo, recubierto generalmente de obra, tenía una escalera que permitía llegar hasta el agua, si su nivel no era demasiado bajo. Se ponían pilas de madera o piedra cerca del orificio, para que abrevaran los ganados y rebaños (Gn. 24:30; Ex. 2:16). El agua era sacada con cántaros (Gn. 24:16). Si el pozo era muy profundo, se bajaba un cubo u otra vasija con una cuerda (Jn. 4:11). En ocasiones se usaba tracción animal para tirar de la cuerda. También se usaban tornos sujetos al pozo. (Véanse CISTERNA, FUENTE.)
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
Suele ser lugar sagrado, signo de fecundidad de Dios, ámbito de encuentro matrimonial (cf. Gn 13,9.31; Ex 2,15-25; Jn 4). El Apocalipsis lo concibe también como hondura (phrear) del abismo donde están encadenados los espíritus perversos, que suben para destruir a los humanos (Ap 9,1-2). Debemos vincularlo al estanque de fuego donde esos espíritus perversos quedan encerrados tras su derrota por el Cristo (Ap 19,20).
PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007
Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra
La palabra hebrea be´ér, que se traduce †œpozo†, por lo general designa un hoyo o agujero hecho en el suelo para aprovechar un suministro natural de agua. El término be´ér aparece en algunos nombres de lugares, como: Beer-lahai-roí (Gé 16:14), Beer-seba (Gé 21:14), Beer (Nú 21:16-18) y Beer-elim (Isa 15:8). Esta palabra también puede significar otro tipo de †œpozo† (Gé 14:10), y en los Salmos 55:23 (†œhoyo†) y 69:15 (†œpozo†) parece referirse a la sepultura. Se utiliza de manera metafórica para hacer referencia a una esposa o una mujer amada. (Pr 5:15; Can 4:15.) En Proverbios 23:27, donde a la mujer extranjera se la asemeja a un pozo angosto, el término posiblemente hace alusión al hecho de que el obtener agua de un pozo angosto suele plantear dificultades, pues los jarros de barro se rompen fácilmente contra sus costados. (Véase FUENTE, MANANTIAL.)
Los pozos han sido de gran importancia desde tiempos muy remotos en las tierras donde la estación seca es muy larga, en especial en las regiones desérticas. El que alguien usara un pozo sin autorización antiguamente se consideraba una violación de los derechos de propiedad. (Nú 20:17, 19; 21:22.) La escasez de agua y el trabajo implicado en excavarlos hizo que los pozos se convirtieran en una posesión valiosa. En diversas ocasiones surgieron disputas violentas y contiendas por causa de ellos. Por esta razón, en una ocasión el patriarca Abrahán dejó establecido formalmente que cierto pozo de Beer-seba era suyo. (Gé 21:25-31; 26:20, 21.) Sin embargo, después de su muerte los filisteos no hicieron caso de los derechos que tenía su hijo y heredero Isaac, y cegaron todos los pozos que habían cavado los siervos de su padre Abrahán. (Gé 26:15, 18.)
Los pozos por lo general tenían alrededor un brocal y estaban cubiertos con una gran piedra, sin duda para que no entrase suciedad y evitar que animales o personas cayeran en ellos. (Gé 29:2, 3; Ex 2:15, 16.) Cerca de algunos pozos había pilones o canales para abrevar los animales domésticos. (Gé 24:20; Ex 2:16-19.) Por las colinas de Palestina se excavaron pozos en la piedra caliza, y muchas veces se labraban en la roca peldaños que llevaban hasta el agua. Para sacar agua de algunos pozos, había que descender a su interior y sumergir una vasija directamente en ella. Sin embargo, cuando el agua estaba a mucha profundidad, solía sacarse por medio de un pozal de cuero (Nú 24:7) o un jarro de barro (Gé 24:16) suspendido de una cuerda. (Véase FUENTE DE JACOB.)
Fuente: Diccionario de la Biblia
be frear (frevar, 5421), pozo, cavado para conseguir agua (distinto de pege, fuente). Se usa en Luk 14:5; Joh 4:11,12. En Rev 9:1,2, tres veces en este último v., denota hoyo, traducido «el pozo del abismo», esto es, el pozo conduciendo al abismo.¶ Nota: Para pege, traducido «pozo» en Joh 4:6, dos veces, 14, véase FUENTE, Nº 1.
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento
1. Excavación artificial practicada para alcanzar el agua subterránea, por filtración o acumulación (heb. be˒ē; 2. Excavación practicada en la tierra para llegar a un manantial subterráneo natural: fusión de conceptos cuando los términos podían intercambiarse correctamente. Existe una suposición aceptable según la cual el pozo del que sacaba agua Rebeca (Gn. 24) era de este tipo, como también el pozo de Jacob en Siquem, donde Jesús se encontró con la mujer samaritana (Jn. 4). Esto explicaría satisfactoriamente la desconcertante alternación de los vocablos en los dos pasajes mencionados.
3. *Cisterna o foso, grande o pequeño, público o privado, para juntar agua de lluvia: heb. bôr; gr. lakkos. El pozo de Selén (1 Cr. 11.17–18) probablemente constituye un ejemplo.
4. Foso, seco o con arcilla fangosa, usado como calabozo, para el que se emplea la misma palabra hebrea (Gn. 37.24; Sal. 40.2; Jer. 38.6, etc.). Las loas al pozo de agua viva en las canciones populares se reflejan en Nm. 21.17–18.
En las regiones áridas del E el *agua puede convertirse en elemento tan preciado como el oro. Los pozos eran, y siguen siendo, tema de violentas disputas, e incluso de contiendas (cf. Gn. 21.25, etc.). Se consideraban hereditarios, y ya eran explotados por monopolios humanos cuando todavía no se lo hacía con las tierras.
Bibliografía. C. Wau, “Pozo”, °EBDM, t(t). V, cols. 1158–1159; J. B. Pritchard, “Agua, conducción y canalización”, °EBDM, t(t). I, cols. 243–252.
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico