POR LA COSTA MEDITERRANEA.

Tolemaida, o Aco, o Acre.
Tiro.
Sarepta.
Sidón.
Beirut.
Antioquí­a de Siria.

Tolemaida,
o Aco,
o Acre.

Situada a unos pocos kilómetros al norte del monte Carmelo, sobre un promontorio pequeño al otro lado de la ancha bahí­a del pueblo moderno de Haifa. Es el mejor puerto en esta costa del sur de la bahí­a de San Jorge, en Beirut. En tiempos antiguos por la ciudad pasaba la ruta que iba de la costa marí­tima al llano de Esdraelón, y dominaba también la ruta por la costa del norte, de modo que era de gran importancia. Durante mucho tiempo después de la muerte de Alejandro fue dominada por los ptolomeos, quienes la llamaron Tolemaida. Haifa, que tiene mejor puerto, la ha suplantado como un centro de comercio. En 1944 su población era como de 65.000 habitantes; en este lugar hay una prisión del gobierno, a donde llevan a los criminales que deben cumplir una condena larga. Aco moderno es solamente un pueblo pequeño.
Fue asignada a la tribu de Aser, pero nunca fue conquistada, Jos 19:24-31; Jue 1:31.

Tiro.

Tiro era la ciudad más importante en Fenicia. Ahora tiene el nombre del Sur. Estaba a unos 33 Kms. al sur de Sidón, como a la mitad de la distancia entre Egipto y Asia Menor, y cerca de la frontera noroeste de Palestina. No se sabe la fecha de su principio, pero se dice que el templo de Hércules fue edificado en 2300 a. de J.C., y basándose en esto, probablemente la ciudad fue establecida en 2700 a. de J.C.

Estaba construida en parte sobre una isla que era muy rocosa, y en parte sobre la tierra firme al lado opuesto. Alrededor de ella habí­a un llano muy fértil, como de 32 Kms. de largo, cruzado un poco al norte de la ciudad por el rí­o Leontes, y un poco al sur por una copiosa fuente que juntos proveí­an agua abundante para la ciudad y sus jardines. Tení­a dos puertos, uno hacia el norte y otro hacia el sur, que estaban conectados por un canal. La ciudad isleña era rocosa, y por un lado en tierra firme estaba protegida por un muro como de 45 ms. de alto. Adentro del muro habí­a muchos edificios apiñados; se decí­a que la población era como de 40.habitantes. Por mucho tiempo estuvo subordinada a Sidón, hasta que los filisteos conquistaron Sidón en el siglo XII a. de J.C. Después de esto Tiro fue la ciudad más grande, y su poder es indicado por el hecho que con éxito resistió el poder de grandes reyes tales como Tiglath-Pileser, Salmanasar y Nabucodonosor. Fue conquistada por Alejandro el Grande, pero en el año 40 a. de J.C. no pudo ser tomada por los partos quienes conquistaron Siria.

Era una ciudad muy rica y tení­a un comercio muy extenso. La gente era muy atrevida y conocí­a mucho de la geografí­a del mundo. Los marineros fundaron colonias en España y al norte y al oeste de áfrica, y en sus expediciones comerciales navegaron por el mar Rojo, el Océano í­ndico hasta Bretaña. Las rutas terrestres atravesaban cada sección de Asia Occidental. Así­ mostraron su conocimiento de tierras occidentales y orientales, y se extendieron por todos los mares incluyendo el Atlántico.

La ciudad ha tenido considerable importancia en conexión con la historia cristiana.

Aceptó el cristianismo y para el Siglo II d. de J.C. fue el asiento de un obispado, y el escenario de un sinnúmero de concilios como el que consideró las acusaciones en contra de Atanasio en el Siglo IV. Más tarde vino a ser ofensiva para los cristianos, por cierta filosofí­a anti-cristiana que se encontraba en esa ciudad. Pero aun en tiempo de las cruzadas era de importancia.

En la actualidad Tiro es un pueblecito de 9.500 personas; muy pobre, con calles angostas y casas en ruinas. Está situado en la parte norte de la isla. La mayor parte de sus habitantes son musulmanes; hay pocos cristianos latinos y católicos unidos, y unos pocos judí­os. Casi todo su comercio ya ha sido desviado a Beirut. Hay solamente unos cuantos barcos de pesca y de comercio, pero todaví­a exporta algo de algodón, tabaco y piedras de molino. Uno puede ver algunas ruinas de la antigua ciudad, que incluyen los restos de un acueducto.

Fue asignada a la tribu de Aser, pero nunca fue ocupada, Jos 19:29.

Hiram, rey de Tiro, edificó una casa para David, 2Sa 5:11, y proveyó materiales y obreros para ayudar a Salomón en la edificación del templo. 1 Reyes 5, 7, 9.

Con provisiones de allí­ se ayudó a reedificar el templo, Esd 3:7.

Nehemí­as fue perturbado por los tirios que no guardaban el sábado, Neh 13:16.

Su destrucción fue profetizada, Isaí­as 23; Jer 25:22; Jer 47:4 ; Ezequiel 26— 28; Amós. 9; Zac 9:1-7; Joe 3:4 y siguientes: Oseas 9.

Gente de Tiro oyó a Jesús predicar, Mar 3:8; Luc 6:17.

Jesús comparó a Corazí­n y a Betsaida con Tiro y Sidón, Mat 11:21-22; Luc 10:13-14.

Jesús sanó a la hija de la sirofenicia cerca de allí­, Mat 15:21-28; Mar 7:24.

Herodes tuvo dificultades con los tirios, Hchhos 12:20-23.

Pablo pasó siete dí­as allí­, Hchhos 21:3-7.

Sarepta.

Sarepta, un pueblo sidonio como a 21 Kms. al norte de Tiro y a 11 de Sidón. Aquí­ Elí­as, después de dejar el arroyo de Querit, fue hospedado por la viuda cuya tinaja de harina no escaseaba y a cuyo hijo Elí­as levantó de los muertos, 1 Reyes 17; Luc 4:26.

Sidón.

Sidón, ahora llamado Saida, probablemente significa fortificado. Es una de las ciudades fenicias más antiguas situada en un promontorio enfrente del cual hay una isla, y está a 241 Kms. al sur de Antioquí­a y a 33 Kms. al sur de Beirut. No se sabe cuándo fue fundada. La ciudad antigua estaba cercada por un muro y tení­a dos puertos: el del norte tení­a casi 500 metro de largo y 200 de ancho, bien protegida por un rompeolas y pequeños islotes. Todaví­a existen ruinas de los muelles junto a las rocas que la protegen por el norte. El puerto del sur tení­a 600 por 400 ms., rodeado en tres lados por tierra; pero ya no existe, ya que fue cubierto completamente por el mar.

Sidión estaba más avanzada en asuntos marí­timos que cualquier otra ciudad antigua.

Sus marineros fueron los primeros en ir más allá de donde se podí­a divisar tierra, y de navegar de noche en alta mar, guiándose solo por las estrellas. Muy pronto la ciudad se hizo famosa por sus manufacturas y por la destreza de sus obreros. Eran expertos en el labrado de madera (1Re 5:6). La belleza de sus trabajos en plata y bronce y de sus telas tejidas, bordadas y teñidas en la famosa tinta púrpura de Tiro, que tuvo su origen en Sidón, se conocí­an por todas partes, y muchas veces fueron mencionadas por escritores griegos de renombre como Homero. Durante el tiempo de Augusto y Tiberio era conocido por su escuela de filosofí­a y por la gran escuela de leyes que se estableció allí­ en 551 a. de J.C. Fue también de mucha importancia durante las cruzadas.

Estuvo a la vanguardia respecto a las demás ciudades de Fenicia, pero tuvo una vida muy azarosa. Una y otra vez estuvo subyugada a los egipcios, asirios, babilonios, persas, griegos, los seleucidas y los romanos. En una ocasión, cuando Artajerjes III (Oco), rey de Persia, la sitió con 300.000 hombres, los ciudadanos se encerraron en la ciudad, quemaron su flota, incendiaron sus hogares y perecieron con sus esposas e hijos para no caer en sus manos; perecieron como unos 40.000 sidonios en las llamas.

Hoy dí­a tiene una población de 36.000, pero no es una ciudad de mucha importancia. Manufacturan un vidrio de excelente calidad, hecho de una arena muy fina traí­da de la costa cerca del monte Carmelo. Por su lado terrestre y particularmente por el lado norte está cercada por exuberantes huertos y jardines donde se producen naranjas, limones, almendras, albaricoques, plátanos y palmeras.

Fue fundada por Sidón, hijo de Cam, Gen 10:15-20; 1Cr 1:13.

Mencionada en la profecí­a de Jacob, Gen 49:13.

Josué persiguió a los reyes de Sidón, Jos 11:18.

Asignada a Aser, pero nunca ocupada, Jos 13:2, Jos 13:7; Jue 1:31; Jue 3:3.

Oprimió a Israel, Jue 10:12.

Israel pecó en adorar a la diosa de los sidonios, Jue 10:6; 1Re 11:5, 1Re 11:33.

Hogar de Jezabel, esposa impí­a del rey Acab, quien causó tanta perturbación en Israel, 1Re 16:31.

Se predice su destrucción, Isaí­as 23; Jer 25:22; Jer 27:3; Jer 47:4; Eze 27:8; Eze 28:21 en adelante; Eze 32:20; Joe 3:4; Zac 9:2.

Hombres de allí­ oyeron a Jesús, Mar 3:8; Luc 6:7.

Jesús pronunció un ay sobre ella. Mat 11:21-23; Luc 10:13.

Jesús hizo un milagro cerca de allí­, Mat 15:21-28; Mar 7:24-33.

A Herodes no le agradaron los sidonios, Hchhos 12:20.

Pablo llegó a Sidón en su viaje a Roma, Hchhos 27:3.

Beirut.

Aunque no está mencionada directamente en la Biblia, y aunque no hay certeza en cuanto a su referencia (2Sa 8:8; y Ezequí­as 47:16), como algunos han pensado, tiene considerable importancia. Era una colonia romana en tiempo de Herodes el Grande. El lugar donde 150 jueces se reunieron para juzgar el caso que Herodes habí­a presentado en contra de sus dos hijos. Era el centro de la gran escuela de derecho romano. Durante el tiempo de Justiniano esta escuela tení­a una asistencia de miles de estudiantes. Fue completamente destruida por un terremoto en 551 d. de J.C., y por un tiempo fue abandonada. Hoy quedan las ruinas de muchos templos y edificios públicos de los tiempos romanos. Durante las cruzadas obtuvo considerable importancia y hoy dí­a es el puerto más importante del Lí­bano, el único en la costa, situado en la bahí­a de San Jorge. Durante la Guerra Mundial I sufrió mucho.

Ahora es una ciudad de 500.000 habitantes, compuesta de sirios, árabes y turcos; muchos de ellos son analfabetos, de baja moral y muy pobres.

Beirut tiene el mejor puerto natural en el lado del mar Mediterráneo, entre Iskenderun, Turquí­a; Alejandrí­a y Egipto. La ciudad está cercada por las montañas libanesas.

Desde los tiempos fenicios, hace más de 3.500 años, Beirut ha sido el centro principal del comercio entre el área Mediterránea y Siberia. Bajo el Imperio Romano, Beirut se llamaba Berytus. Era un gran centro cultural, como también un puerto comercial. Después de la Guerra Mundial II, Beirut vino a ser la capital de la nueva República del Lí­bano.

Beirut tiene tres universidades modernas. La Universidad Nacional, una institución árabe fundada en 1951. una escuela francesa jesuita, la Université Saint-Joseph, ha sido famosa por mucho tiempo por sus eruditos franceses y sus arqueólogos. La Universidad Americana de Beirut, establecida primeramente en 1866 como el Colegio Protestante Sirio, ha contribuido al desarrollo nacional árabe.

Es importante para turistas y estudiantes de las tierras bí­blicas, porque en este puerto desembarcan los que van a visitar la Tierra Santa. Más o menos a 16 Kms. de la ciudad está el rí­o Lycus o Dog, un paso entre el mar Mediterráneo y las montañas del Lí­bano. Este lugar era notable por ser el campo de batalla donde Egipto y Asiria muchas veces se encontraron para pelear. Para el visitante son de interés las tablas conmemorativas que fueron esculpidas en la roca sólida del lado de la montaña, por Tiglath-Pileser II, Salmanasar y Senaquerib, y una por Ramsés II de Egipto, que vivió durante la opresión y liberación de Egipto.

Antioquí­a de Siria.

Antioquí­a de Siria estaba situada en las riberas del rí­o Orontes, como a 24 Kms. del mar Mediterráneo, y es importante en la historia intertestamentaria y la del Nuevo Testamento. El nombre moderno que lleva es Antakya, Turquí­a. Fue fundad por Seleuco Nicator (Seleuco el primero) cerca de 300 a. de J.C., se le llamó así­ en honor de su padre Antí­oco. Estaba en la ruta que iba del mar Mediterráneo a Mesopotamia y Arabia, y era llamada la †œpuerta del oriente†. Fue engrandecida y embellecida por varios reyes, y después que llegó a ser capital de la provincia Romana de Siria, varios de los emperadores contribuyeron a su embellecimiento.

Tení­a una gran biblioteca y escuela, y cuando Roma se hizo poderosa era llamada la †œreina del Oriente†. Pronto vino a ser la tercera ciudad en importancia en el Imperio Romano, Roma primera y Alejandrí­a segunda.

De 115 a 588 d. de J.C., un perí­odo de casi 500 años, sufrió grandemente por terremotos, y por lo menos siete pueblos cercanos fueron destruidos. También sufrió guerras, y fue saqueada por lo menos 15 veces. Las más importantes para nuestra consideración fueron la subyugación por el rey persa, 540 d. de J.C.; por los sarracenos 638 d. de J.C.; por los turcos 1084 d. de J.C.; por las cruzadas, 1d. de J.C., que fue cuando vino a ser la capital del principado cristiano.

Aunque no estaba al lado del mar, su situación era tan favorable que pronto llegó a ser un gran centro comercial. Su población era cosmopolita; estaba compuesta de sirios, griegos, judí­os, romanos y de grupos pequeños de otras naciones. Estas condiciones hicieron a sus habitantes turbulentos, vigorosos y agresivos; era el lugar apropiado para comenzar algo nuevo. Se hicieron notorios por su gran habilidad comercial, asimismo como por el libertinaje en los placeres en que ellos participaban. La ciudad no perdió su importancia hasta que la conquista árabe restauró a Damasco al primer lugar entre las ciudades sirias. Hoy no es muy importante; tiene como 30.385 habitantes, y desde 1939 ha pertenecido a Turquí­a.

Antioquí­a llegó a ser la cuna de las misiones cristianas. Durante el tiempo de Crisóstomo se dice que como la mitad de sus 200.000 habitantes eran cristianos.

Jerusalén ha sido llamada la primera capital, o el lugar del cual se extendió todo el movimiento; Antioquí­a fue la segunda capital o lugar de donde fueron promovidas las misiones entre los gentiles; éfeso, la capital de la cual toda el Asia Menor fue evangelizada. Esta posición central en la extensión del cristianismo le dio un lugar importante en la literatura cristiana primitiva, y especialmente en el libro de los Hchhos, como se verá enseguida.

Nicolás, un prosélito de Antioquí­a, fue hecho diácono, Hchhos 6:5.

Los cristianos, huyendo de la persecución en Jerusalén, establecieron el cristianismo allí­, Hchhos 11:19-27.

La iglesia de Antioquí­a mandó una ofrenda a Jerusalén por medio de Pablo y de Bernabé, Hchhos 11:27-30; y Juan Marcos volvió con ellos, Hchhos 12:25.

Fue el centro de donde Pablo hizo su gran trabajo misionero, Hchhos 13:2; 14:26; 18:22-23.

De aquí­ Pablo y Bernabé fueron a Jerusalén y consiguieron el apoyo de los judí­os para su trabajo entre los gentiles, Hchhos 15. Aquí­ Pablo y Pedro tuvieron una discusión sobre doctrina, Gal 2:11 y siguientes.

Fuente: La Geografía Bíblica