PLACIDO. SAN

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Según la tradición benedictina, fue el discí­pulo preferido de S. Benito en Montecasino, modelo de piedad y de obediencia monacal y centro de frecuente iconografí­a religiosa.

Era tan obediente que, según la leyenda, a indicaciones de S. Benito caminó sobre el agua del lago para salvar a su compañero Mauro que se habí­a caí­do y se ahogaba.

Entró en el monasterio con S. Benito, estando aún en Subiaco, por decisión de su padre el patricio Tértulo. Luego le acompañó en la fundación de Montecasino en el 529, en un terreno donado por Tértulo. San Benito le tení­a aprecio singular por sus virtudes, siendo el modelo de monje benedictino.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa