La civilización tuvo su origen en la llanura de Sinar, la cual se extiende entre los ríos Tigris y éufrates, desde el punto en que más se acercan entre sí, hasta las playas del Golfo Pérsico, territorio conocido posteriormente como Babilonia.
Los datos relativos al período antediluviano son sumamente escasos y se limitan a dos puntos:
Génesis (cap. 4) relata que algunos hombres empezaron a especializarse en ciertas ocupaciones y oficios, particularmente en la ganadería, la herrería y la manufactura de instrumentos musicales de viento y de cuerda.
El señor Leonardo Wooley, en sus excavaciones llevadas a cabo en los años 1929 y 1933 en Ur naamu, descubrió numerosos restos de la época antediluviana, incluyendo sellos de marfil, cerámica y estatuas, los cuales no se distinguen en sus rasgos esenciales de los productos de la época que sucedió inmediatamente al diluvio.
Fuente: La Geografía Bíblica