PERFUME

v. Incienso, Olor, Ungüento
Exo 30:35 un p según el arte del pefumador
Lev 16:13 pondrá el p sobre el fuego delante de
Pro 27:9 el ungüento y el p alegran el corazón
Ecc 10:1 heder y dar mal olor al p del perfumista
Mat 26:7; Mar 14:3 un vaso .. de p de gran precio
Luk 7:37 trajo un frasco de alabastro con p
Luk 7:38 besaba sus pies, y los ungía con el p
Joh 11:2 María .. fue la que ungió al Señor con p
Joh 12:3 María tomó una libra de p de nardo puro


ver UNGUENTOS

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Los israelitas confeccionaban sus p. usando ingredientes que importaban de Arabia y Egipto, tales como el bálsamo, el bedelio, el incienso, el gálbano, la mirra, el nardo, etcétera. Entre los regalos que los reyes traí­an a Salomón se menciona el p. (2Cr 9:24). Generalmente el p. era en forma de ungüento, se preparaba mezclando los ingredientes con aceite. Era muy común el uso de pétalos de flores que se dejaban en aceite por un tiempo hasta que el lí­quido adquirí­a la fragancia. En otras ocasiones los pétalos y el aceite se poní­an a calentar. También se tomaban las flores y se exprimí­an en algún recipiente.

Muchos piensan que la práctica del uso del p. proviene de una necesidad higiénica, en paí­ses calurosos y con escasa agua disponible, donde era necesario eliminar o disimular los olores que la mucha transpiración producí­a. Los que se especializaban en preparar p. eran los perfumadores, perfumistas o perfumeros (Exo 30:25; Ecl 10:1). Para el p. (o incienso) que se usarí­a en el †¢tabernáculo se especifican los ingredientes y se prohí­be usar la misma fórmula para otros fines (Exo 30:22-38). Además de perfumar el cuerpo, se usaban para dar aroma a los vestidos (Sal 45:8) y ambiente oloroso a las habitaciones (Pro 7:17). También se utilizaban para embalsamar cuerpos (2Cr 16:14). Marí­a ungió al Señor Jesús con un †œp. de nardo puro de mucho precio†, acción que el ungido relacionó con su sepultura (Mar 14:3-9).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, COSM COST TIPO

ver, BíLSAMO

vet, Los israelitas hací­an mucho uso de los perfumes y de los óleos perfumados, para el cuidado de los cabellos y del cuerpo (Ec. 7:1; 9:8; Est. 2:12). El áloe, la casia, la canela, la mirra, el incienso, el nardo, bien cultivados en el valle del Jordán, bien importados de Arabia y otros lugares, serví­an como base para los perfumes (Eclo. 24:15). Las plantas aromáticas se llevaban en saquitos (Cnt. 1:13); también se pulverizaban o quemaban (Cnt. 3:6). La esencia aromática, obtenida por destilación, se metí­a en cajitas que se colgaban de la cintura; mezclada con aceite, esta esencia se usaba en ocasiones como ungüento (Is. 3:20; Cnt. 1:3; Jn. 12:3). Los perfumes se mezclaban (Ex. 30:23, 24; Jn. 19:39). Se aplicaban al cuerpo, a los vestidos e incluso a los muebles (Sal. 45:8; Pr. 7:17; Cnt. 4:11). El bálsamo de Galaad y los colirios se empleaban en medicina (Jer. 8:22; Ap. 3:18). Jesús fue ungido con perfumes de gran precio (Lc. 7:36-50; Mt. 26:6-13). Para sepultar a un difunto se empleaban perfumes y especias aromáticas; en ocasiones, aunque más raramente, los cadáveres eran embalsamados (Lc. 23:56; Jn. 19:39-40). Los ungüentos de Palestina se hací­an a base de aceite de oliva perfumado (cfr. 2 R. 20:13; Pr. 27:9; Ec. 10:1; Cnt. 4:10; Is. 57:9; Am. 6:6). (Véase BíLSAMO.) Consideración especial merece el incienso sagrado, «un perfume según el arte del perfumador» (Ex. 30:35) para ser quemado en el Tabernáculo. Se componí­a de estacte, uña aromática, gálbano aromático e incienso puro a partes iguales en peso. Nadie podí­a prepararlo para usos privados, bajo pena de muerte (Ex. 30:34-38). Tipológicamente, representa las excelencias de Cristo, que eran un incienso de olor grato a Dios.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

El perfume se usaba como una exigencia de la vida social. Se importaba de Arabia y de Africa oriental. Se usaba en su estado puro o mezclado con aceite. En la Biblia se habla de perfumes (Ap 18, 13). A los huéspedes, como signo de agradecido y afectuoso recibimiento, se les ungí­a con perfumes la cabeza (Lc 7, 46). Marí­a ungió los pies del Señor (Lc 7, 37-38). Se ungí­a también a los cadáveres como el último acto de amor y de homenaje (Mt 26, 7. 12; Mc 14, 3-8; Lc 23, 56; 24, 1; Jn 19, 39-40). Es signo de adoración (Mt 2, 11).

En la liturgia el incienso quemado es sí­mbolo de la oración, que sube a lo alto (Lc 1, 9-11).

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

Véase UNGÜENTOS Y PERFUMES.

Fuente: Diccionario de la Biblia

muron (murovn, 3464), palabra que los clásicos derivan de muro, fluir, o de murra, aceite de mirra (de un origen probablemente foráneo; véase MIRRA), se traduce mayormente «perfume» en la RVR, en tanto que en la RV y VM se traduce «ungüento» en cada uno de los pasajes en que aparece. Se menciona en relación con la unción del Señor en las ocasiones registradas en Mat 26:7,9,12; Mc 14.3, 4; Luk 7:37, 38, 46; Joh 11:2; 12.3, dos veces, 5. El vaso de alabastro mencionado en los pasajes en Mateo, Marcos y Lucas era el mejor de su clase, y el nardo era uno de los perfumes más costosos. Los ungüentos se utilizaban para preparar un cuerpo para la sepultura (Luk 23:56; RVR «ungüentos», al igual que RV, VM). De la acción de la mujer que se menciona en Mat 26:6-13 dijo el Señor: «lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura»; su devoción la llevó a realizar con antelación el ritual tradicional posterior a la muerte, mostrando a la vez el afecto que sentí­a hacia El, y la comprensión que tení­a ella de lo que se avecinaba. Para la utilización de los varios perfumes o ungüentos como artí­culos comerciales, véase Rev 18:13 (RVR: «mirra»).¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento