PEREGRINO

v. Forastero
Heb 11:13 confesando que eran extraneros y p
1Pe 2:11 yo os ruego como a extranjeros y p, que


(gr., paepidemos, advenedizo).

Heb 11:13-16 nos muestra que los fieles buscaban una ciudad celestial y no se consideraban atados en forma permanente a la tierra. 1Pe 2:11 exhorta a los cristianos a mantener una vida pura por su condición de peregrinos. Los peregrinos podrí­an ser expatriados (RVA) o personas que voluntariamente emprendí­an un viaje en tierra extraña. La BJ traduce extranjeros y forasteros.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(quien anda o viaja por paí­ses extranjeros).

(Heb 11:13).

– En sentido figurado la vida en la tierra es una «peregrinación». hacia nuestra patria, que es el Cielo, ¡o el Infierno!, Fi13:20, 2Co 8:19, 1 Ped.l.

17, Eze 20:38, Gen 47:9.

– La peregrinación del pueblo de Israel por el Desierto, es un sí­mbolo de la vida del hombre sobre la tierra.

– Viajes a santuarios, por devoción o por un voto: (Santiago de Compostela, Roma, Jerusalén, Lourdes, etc.).

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

Viajero que va de paso por un lugar. Jacob dijo: †œLos años de mi peregrinación son ciento treinta años† (Gen 47:9). Desde ese punto de vista, se consideraba la vida como algo transitorio, en el camino hacia la otra. Los israelitas fueron peregrinos en el desierto durante cuarenta años. Los santos de Dios del AT confesaban que eran †œextranjeros y p. sobre la tierra† (Heb 11:13). Los creyentes deben considerarse en la misma forma, por lo cual han de abstenerse †œde los deseos carnales que batallan contra el alma† y mantener buena su manera de vivir entre los gentiles (1Pe 2:11-12). Sin embargo, el hecho de que el cristiano esté †œde paso† en este mundo, no significa que ha de tomar los asuntos de éste †œcomo de pasada†, es decir, con despreocupación, sino vivir aquí­ como embajadores del reino celestial.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

vet, En el NT se hace alusión a la condición de extranjeros y peregrinos que los cristianos tienen en su paso por esta tierra (1 P. 2:11). La ciudadaní­a del cristiano está en los cielos (Fil. 3:20), donde está Cristo resucitado, y donde debe tener puestos sus afectos, por cuanto el cristiano ha muerto con Cristo y su vida está escondida con Cristo en Dios (Col. 3:1-4). De esta manera participa del noble carácter de aquellos testigos de Dios que, en el pasado, iban en pos de la ciudad celestial, habiendo salido de la ciudad terrena, morando como extranjeros y peregrinos en la tierra que les habí­a sido prometida (He. 11:8-10, 13-16). Durante este peregrinaje el Señor enseña a los Suyos a conocerle a El y Su actividad en gracia y en gobierno, y también para que se conozcan profundamente a sí­ mismos (cfr. Dt. 8:2-5). Durante la peregrinación del cristiano, éste tiene asimismo el privilegio de actuar como «embajador» de Cristo ante un mundo que lo ha rechazado (cfr. 2 Co. 5:17-21). La conducta del peregrino y su meta última quedan recapituladas en Tit. 2:11-15.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

parepidemos (parepivdhmo», 3927), adjetivo que significa «morando en un lugar extraño, alejado del propio pueblo de uno» (para, de, desde, expresando una condición contraria y epidemeo, estarse, morar; demos, pueblo). Se utiliza de los santos del AT (Heb 11:13 «peregrinos», usado junto con xenos, extranjero); de cristianos (1Pe 1:1 «a los expatriados de la dispersión», RV: «a los extranjeros»; 2.11: «peregrinos», utilizado junto con paroiko, forastero, extranjero. Este término, así­, se utiliza metafóricamente de aquellos cuya patria es el cielo y que son por ello mismo peregrinos sobre la tierra.¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

Véase Extranjero.

Fuente: Diccionario de Teología