antiguo país de Asia, situado al sur del mar Caspio. Sus habitantes, los partos, descendían de los escitas. Eran grandes jinetes y en combate a caballo, descargaban sus flechas hacia el enemigo mientras simulaban la huida. P. estuvo sometida a Asiria, a Media, a Persia, a Macedonia bajo el reinado de Alejandro Magno, y al reino seléucida. Los reyes partos de la dinastía de los arsácidas fundaron imperio que se extendía desde el río Eufrates hasta el Indo, y desde el río Oxus al océano índico. Las principales ciudades partas eran Seléucia del Tigris, Ctesifonte y Hecatómpilos. Después de mediados del siglo I a. C., P. fue rival de Roma, y hubo varias batallas entre ambas. P. fue conquistada por Ardachir I, rey de Persia y fundador de la dinastía sasánida, en el 226 a. C.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
[012]
Se denomina así a veces a la tierra de los partos, pueblo guerrero localizado en el sur del mar Aral y al norte del mar Caspio, en Asia Central. Dominados por Ciro en el siglo VI antes de Cristo, formaron una de las satrapías más ricas del imperio persa.
Su rey Arsaces I aprovechó la desmembración del Imperio de Alejandro en el siglo III y fundó su propio reino independiente. Puso las bases para que se desarrollara lo suficiente como para hacer sus propias conquistas, las cuales llegaron hasta Siria entre el 250 y el 220. En el 140 el rey parto Mitrídates venció a Demetrio II (1 Mac. 14.2). Fue cuando se promovieron sus principales ciudades en Dura-Europos, Palmira, Atra.
Luego se enfrentaron con los romanos en el 92. Entre guerras continuas lograron mantenerse como reino hasta 227 después de Cristo. Por eso estuvieron presentes en la escena de los primeros tiempos cristianos en el Oriente.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa