son doce panes ázimos, pan continuo, Nm 4, 7, pan sagrado, 1 S 21, 6, uno por cada una de las tribus israelitas, de harina fina, que debían ser colocados en el Templo, sobre una mesa de acacia, recubierta de oro, la mesa pura de la presencia de Yahvéh, ordenados en dos hileras de a seis, que se renovaban cada sábado, Ex 25, 23-30; Lv 24, 5-7. Eran considerados como †œalianza perpetua† por parte de los israelitas, Lv 24, 8, y sólo podían comerlos los sacerdotes.
Cuando David llegó al santuario de Nob huyendo del rey Saúl el sumo sacerdote Ajimélek le dio a comer panes sagrados, porque no había allí otra clase de pan, 1 S 21, 2-7; Mt 12, 2-4.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital