Los puntos cardinales, entre los hebreos, se consideraban poniendo a una persona de frente hacia el E, de manera que el norte le quedaba a la izquierda. Se pensaba en primer lugar en el oriente, de donde nace el sol (Job 23:8-9). Con el término †œorientales† se aludía a pueblos que se encontraban al E de Canaán o Israel. Como muchos de ellos (no todos) eran descendientes de Abraham, se conecta este término con la historia de éste que manda a sus hijos con Cetura †œhacia el oriente, a la tierra oriental† (Gen 25:1-6). El término incluye a los pueblos ismaelitas, o sea, árabes. En Jue 6:3 se menciona a †œlos madianitas, y amalecitas y los hijos del oriente† que atacaban a los israelitas. Pero la tierra oriental por excelencia era Mesopotamia (Gen 11:2), que era famosa por la sabiduría de sus hombres, que se compara con la de Egipto (1Re 4:30). Job era †œvarón más grande que todos los orientales† (Job 1:3). Muchos piensan que los magos que trajeron presentes al Señor Jesús probablemente eran de allí, puesto que †œregresaron a su tierra por otro camino†, es decir, sin pasar por Jerusalén.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano