ORDENAR, ORDENACION

Ordenar es la traducción de varias palabras hebreo y gr. diferentes. La palabra tiene muchos matices de significado, especialmente cuatro:
( 1 ) Poner en orden, preparar, ordenar (Psa 132:17; Isa 30:33);
( 2 ) hacer existir, instituir, ofrecer, fundar, establecer, afirmar (Num 28:6; 1Ki 12:32; Psa 8:2-3);
( 3 ) decretar, establecer, acordar, dar (Est 9:27; Act 16:4);
( 4 ) apartar a alguien para un servicio o deber, constituir, establecer, poner, dar, designar, instituir (Jer 1:5; Mar 3:14; Joh 15:16; Act 14:23; 1Ti 2:7; Tit 1:5; Heb 5:1; Heb 8:3).

La ordenación en el sentido de apartar a lí­deres de la iglesia para una tarea determinada imponiendo las manos sobre ellos era una práctica de la iglesia en los tiempos apostólicos (Act 13:3; 1Ti 4:14; 2Ti 1:6).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

El NT carece de términos técnicos para describir la admisión al oficio ministerial. Además, oficio y función son tan borrosos que es mejor hablar de adquisición de la función ministerial. Se evidencian tres métodos para dicha adquisición. Primero, los doce (Jn. 15:16) y Pablo (Gá. 1:1) adquirieron su ministerio de Jesucristo. No se indica que haya habido alguna ceremonia. El incidente registrado en Hechos 13 no es la ordenación de Pablo sino la comisión dada a dos hombres escogidos de antemano. Segundo, hay evidencia que se asumieron algunas funciones en forma espontánea. Las listas de dones espirituales de 1 Co. 12 y Ro. 12 indican que los miembros de la iglesia estaban capacitados para diferentes tareas sin que se diera ninguna ceremonia o llamado especial. Además, Esteban y su casa (1 Co. 16:15, 16) asumieron voluntariamente ciertas responsabilidades. Al menos, en algunas comunidades, los primeros convertidos estuvieron muy activos en el liderazgo de la iglesia. Clemente de Roma (1 Clemente 42) confirma esta función de los primeros frutos pero su afirmación de un nombramiento sistemático de estos convertidos por los apóstoles va más allá de la evidencia del NT. Tercero, los siete (Hch. 6:6) y Timoteo (1 Ti. 4:14; 2 Ti. 1:6) fueron admitidos a la función ministerial por una ceremonia pública cuyos elementos principales fueron la oración y la imposición de manos. Con referencia a los siete, es dudoso que se quiera decir algo más que reconocimiento de autoridad; pero el lenguaje usado en el caso de Timoteo indica la comunicación de poder espiritual; a través de la imposición de manos, él recibió un carisma que puede caer en desuso. Lohse insiste que la clave para entender la ordenación del NT está en reconocer su prototipo, la ordenación de escribas por sus maestros, en la cual la imposición de manos no sólo indicaba el reconocimiento de autoridad sino el don de un espíritu de sabiduría. El rito fue tomado por la comunidad cristiana para denotar las mismas cosas en relación con el ministro de la Palabra. El punto de vista de Lohse debe equilibrarse por el de Easton, el cual concluye que los ancianos eran los únicos oficiales judíos que eran ordenados en el tiempo del NT.

El cuadro que hemos presentado en cuanto a la admisión a las funciones ministeriales nos entrega los materiales para el debate moderno sobre la ordenación, el cual «empieza cuando queremos determinar los medios humanos exactos por los cuales debería comunicarse la aprobación divina y (en menos grado) la capacitación divina» (W. Sanday, The Conception of Priesthood in the Early Church, Longmans Green, London, 1899, p. 69).

BIBLIOGRAFÍA

B.S. Easton; «Jewish and Early Christian Ordination», AThR 5, pp. 308–319; E. Lohse, Die Ordenation im Spaetjudentum und im Neuen Testament.

Charles A. Hodgman

AThR Anglican Theological Review

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (437). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología