La consagración sacerdotal
En la Iglesia tiene lugar una triple consagración sacerdotal, en cuanto que se recibe una gracia permanente del Espíritu Santo (el «carácter»), que es participación de la consagración de Cristo por el bautismo, la confirmación y el Orden. En el sacramento del «Orden», la consagración acontece según tres «grados» de participación en el sacerdocio de Cristo diaconado, presbiterado, episcopado. La palabra «Orden» significa también el «cuerpo» de los que ejercen unos ministerios especiales en la Iglesia (ministerios apostólicos).
Por el sacramento del Orden se participa de modo peculiar en la consagración y misión de Cristo Sacerdote, Cabeza y Buen Pastor (cfr. Concilio de Trento, ses. 23, c.3; PO 2). Los Apóstoles recibieron esta participación directamente de Cristo (cuya humanidad es el sacramento fontal). Los mismos Apóstoles transmitieron esa gracia por la imposición de manos (cfr. 1Tim 4,14; 2Tim 1,6), en el grado de obispo, presbítero o diácono.
En la Iglesia de los signos (Iglesia «sacramento»), Cristo ha querido dejar esta posibilidad de participar de modo peculiar en su sacerdocio, profetismo y pastoreo. En el sacramento del Orden, los signos portadores de gracia son la imposición de las manos (la materia) y las palabras consecratorias del pontífice (la forma). Por la celebración de este sacramento se comunica el «carácter» (sello permanente del Espíritu Santo) y la gracia sacramental. De este modo, el ordenado (obispo, presbítero o diácono) queda consagrado con la «unción» del Espíritu y fortalecido para ser fiel a la misma. Son dones de Espíritu Santo que deben ser «reavivados» continuamente (2Tim 1,6). Corresponde a los obispos el transmitir «el don espiritual» del sacramento del Orden (cfr. LG 20).
«Carácter» como sello de configuración con Cristo
El «carácter» es una cualidad (sello) imborrable que configura al ordenado con Jesucristo como Sacerdote y Buen Pastor. Es un don permanente el Espíritu Santo en vistas a una función ministerial. Es como un «sello», análogo (como complemento o profundización) al carácter del bautismo y confirmación (cfr. Ef 1,13; 2Cor 1,21-22), por el que los ordenados quedan «sellados» para servir a la comunidad eclesial en nombre o en persona de Cristo Cabeza, Sacerdote, Buen Pastor y Siervo. Por este don espiritual, se ejerce un servicio especial «sacerdotal» respecto al cuerpo eucarístico y místico de Cristo (cfr. Santo Tomás, III, q.63). Es un signo que recuerda a la Iglesia que el don sacerdotal de Dios es un amor definitivo.
«Gracia» sacramental para ser transparencia del Buen Pastor
La «gracia» sacramental, como en otros sacramentos, se comunica en vistas a la imitación, relación y configuración con Cristo, según la peculiaridad de cada sacramento. En el sacramento del Orden, es una ayuda especial del Espíritu Santo para ejercer digna y santamente las funciones ministeriales, configurando al ministro con Cristo Maestro, Sacerdote y Pastor. Se puede decir que esta gracia delinea la fisonomía pastoral y espiritual del sacerdote. En este sentido, influye en las virtudes sacerdotales a partir de la caridad pastoral, insta a la relación personal con Cristo y a la sintonía con sus sentimientos, hace que el ministro se haga consciente de ser instrumento vivo y servidor, ayuda a mantener la decisión de proseguir en el camino de la perfección sacerdotal, hace disponible para ejercer los ministerios en vistas a la evangelización local y universal.
Referencias Diáconos, obispos, presbíteros, ministerios, sacerdocio común de los fieles, sacerdocio ministerial, sacramentos.
Lectura de documentos LG 21, 28-29; PO 2, 12; CEC 1536-1600; CIC 1008-1054.
Bibliografía R. ARNAU, Orden y ministerios ( BAC, Madrid, 1995); J. ESQUERDA BIFET, Teología de la espiritualidad sacerdotal ( BAC, Madrid, 1991) cap. 5; G. FERRARO, Orden/Ordenación, en Nuevo Diccionario de Liturgia (Madrid, Paulinas, 1987) 1474-1494; J. LECUYER, Le sacrement de l’ordination, recherche historique et théologique (Paris, Beauschesne, 1981); N. LOPEZ MARTINEZ, La temática del orden sagrado en el posconcilio Burgense 34/1 (1993) 261-277; L. OTT, El sacramento del Orden, en Historia de los Dogmas ( BAC, Madrid, 1976) IV; R. SANCHEZ CHAMOSO, Ministros de la Nueva Alianza, Teología del Sacerdocio Ministerial (Bogotá, CELAM, 1993).
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización