NUMEROS EN LA BIBLIA

Se utiliza en la Escritura el sistema decimal, que tuvo su origen entre los egipcios. En algunas ocasiones también se utiliza un sistema sexagesimal. Las cifras que se mencionan en la Biblia oscilan entre el 1 y el 100.000.000. Esta última cifra aparece en Dan 7:10, donde se lee †œmillones de millones†. El original hebreo dice †œdiez mil veces diez mil†. Muchos consideran que más que un número, es una expresión hiperbólica.

Las historias bí­blicas no presentan a los israelitas como muy interesados en las matemáticas. Sus conocimientos sobre el particular se limitaban a lo necesario para resolver los problemas cotidianos. Las cuatro operaciones básicas de la aritmética se mencionan en la Biblia, pero sin decir cuáles métodos de cálculo utilizaban. Sumaban (†œ… entonces el sacerdote calculará con él la suma de tu estimación hasta el año del jubileo† [Lev 27:23]); restaban (†œ¿Quizá faltarán de cincuenta justos, cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad?…. Quizá se hallarán cuarenta…. quizá se hallarán allí­ treinta…† [Gen 18:28-32]); multiplicaban (†œY contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los dí­as de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años† [Lev 25:8]); y dividí­an (†œ… y partirás por mitades el botí­n entre los que pelearon, los que salieron a la guerra, y toda la congregación† [Num 31:27]).
opinión de algunos eruditos, las palabras de Lev 25:50 (†œHará cuenta con el que lo compró, desde el año que se vendió a él hasta el año del jubileo; y ha de apreciarse el precio de su venta conforme al número de los años, y se contará el tiempo que estuvo con él conforme al tiempo de un criado asalariado†) sugieren que los hebreos tení­an también cierto conocimiento de †œla regla de tres†. Usaban, asimismo la idea de fracciones, pero de una manera rudimentaria. Se habla de †œtercera parte† y †œdos partes† (2Re 11:5-7), la quinta parte (†œDe los frutos daréis el quinto a Faraón† [Gen 47:24]), la décima parte (†œY un gomer es la décima parte de un efa† [Exo 16:36]), etcétera.
el hebreo bí­blico no se utilizaban sí­mbolos que sirvieran sólo para representar números. Estos más bien se escribí­an con palabras, denotando unidades, decenas, cien, doscientos, mil, dos mil, diez mil, etcétera. Después del exilio, y especialmente en el perí­odo de la dinastí­a asmonea, se introdujo la costumbre de representar los números con letras del alfabeto. Del 1 al 9 se representaban con las letras desde †œalef† hasta †œtet†; las decenas, hasta el 90, con las letras †œyod† hasta †œzade†. Con la letra †œkaf† se representaban las centenas, desde 100 hasta 400. Los miles se señalaban por medio de dos puntos que se colocaban encima de la letra correspondiente. Este sistema darí­a lugar posteriormente a las especulaciones con respecto al significado de ciertos números, como acontece en varios ejemplos del Apocalipsis (666, 144.000).
n. que aparecen en la Biblia no siempre han de ser tomados por su valor exacto. Muchas veces se trata de n. redondos, o de frases hiperbólicas, o de métodos retóricos para enfatizar algo. A ciertos n. se les atribuye una significación simbólica.

El uno. Se usa como artí­culo indefinido (†œ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto?† [1Sa 24:14]), como pronombre indefinido (†œY salió uno al campo a recoger hierbas† [2Re 4:39]) y como n. cardinal y ordinal (†œY fue la tarde y la mañana un dí­a† [Gen 1:5]; †œ… el nombre de la una era Orfa† [Rut 1:4]). Es la expresión de la unicidad, de lo indisoluble (†œ… dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne† [Gen 2:24]; †œJehová nuestro Dios, Jehová uno es† [Deu 6:4]).

El dos. Probablemente surgió de la observación de que varios órganos del cuerpo humano aparecen en pares. Se nos dice que los animales entraron en el arca en pares (†œ… de todo animal limpio tomarás siete parejas† [Gen 7:2]); las tablas de la ley fueron dos (†œ… las dos tablas del testimonio† [Exo 32:15]); el Señor Jesús envió a sus discí­pulos †œde dos en dos† (Mar 6:7). En Apocalipsis se repite mucho el dos (†œdos filos† [Apo 1:16], †œdos libras de trigo† [Apo 6:6]; †œdos testigos† [Apo 11:3], etcétera. Los israelitas usaban también el concepto de mitad (†œla media tribu de Manasés† [Num 32:33]; †œel medio siclo† [Exo 30:13]; †œmedia hora† [Apo 8:1]).

El tres. Aunque a veces es difí­cil saber el grado de precisión con el cual se usa, esto se resuelve en los casos en que va seguido del número superior en valor (†œ…que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación† [Exo 20:5]). En el contexto religioso, el tres es considerado un n. sagrado, pues resume la idea de algo completo, que tiene principio, desarrollo y fin. Las trí­adas eran corrientes entre los pueblos antiguos. Dios pidió a Abraham un sacrificio de †œuna becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años† (Gen 15:9). Una orden para Israel era: †œTres veces al año me celebraréis fiesta† (Exo 23:14). El que tocaba un cadáver debí­a purificarse †œal tercer dí­a† (Num 19:11-12). Daniel oraba †œtres veces al dí­a† (Dan 6:10). En la visión de Isaí­as, los serafines daban voces, diciendo: †œSanto, Santo, Santo† (Isa 6:3). Y así­, en frecuentes ocasiones, el n. tres se utiliza en la simbologí­a religiosa. En el NT, el n. tres tiene especial significación por relacionarse con la doctrina de la †¢Trinidad (†œPorque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espí­ritu Santo; y estos tres son uno† [1Jn 5:7]).

El cuatro. Por la observación de los cuatro puntos cardinales, este n. viene a significar cosas completas, suficientes. Del huerto del †¢Edén salí­a un rí­o que †œse repartí­a en cuatro brazos† (Gen 2:10). Se habla de †œlos cuatro vientos de los cuatro puntos del cielo† (Jer 49:36); †œlas cuatro esquinas de la casa† (Job 1:19); †œcuatro juicios terribles† contra Jerusalén (Eze 14:21), etcétera. En las medidas del †¢tabernáculo se menciona muchas veces (Exo 25:12, Exo 25:26, Exo 25:34; Exo 26:2, etc.). También en las descripciones del Apocalipsis (†œcuatro seres vivientes† [Apo 4:6]; †œcuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra† [Apo 7:1]; †œcuatro cuernos del altar† [Apo 9:13]; etc.).

El cinco. Probablemente se deriva de la observación de los dedos de la mano. Si alguien hurtaba un †œbuey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagara cinco bueyes† (Exo 22:1). Para el rescate de los primogénitos se pagaban †œcinco siclos por cabeza† (Num 3:46-47). A veces, la traducción de †œcinco† podrí­a significar †œunos cuantos† (†œCinco de vosotros perseguirán a ciento† [Lev 26:8]). En los Evangelios se mencionan cinco panes (Mat 14:17), cinco ví­rgenes (Mat 25:2), cinco talentos (Mat 25:16), etcétera. Es frecuente también en la Biblia el uso de la fracción cinco (†œ… añadirá a ello la quinta parte† [Lev 5:16; Lev 6:5; Lev 19:25, etcétera]).

El seis. Este número forma parte del sistema sexagesimal, pero no se le atribuye ningún simbolismo. Se habla de los seis dí­as de trabajo (†œ… seis dí­as trabajarás† [Exo 20:9]). Un siervo hebreo sólo serví­a durante seis años (Exo 21:2). El trono de Salomón tení­a †œseis gradas† (1Re 10:19).

El siete. Es un número sagrado entre los pueblos del Oriente Medio. Algunos piensan que su importancia se derivaba de los siete cuerpos celestiales que se podí­an observar a simple vista: el sol, la luna y los cinco planetas. Otros dicen que lo que se tomaba en cuenta es la suma de cuatro más tres, siendo estos dos últimos números sagrados también. El siete aparece en todos los perí­odos bí­blicos utilizado para señalar cosas sagradas. Los animales entraron al arca de Noé en parejas de siete (Gen 7:1-2); la †œexpiación por el altar† se hací­a durante siete dí­as (Exo 29:37); la limpieza de un leproso requerí­a que fuera rociado siete veces con sangre (Lev 14:7); en la fiesta de los panes sin levadura, éstos eran comidos durante siete dí­as y se hací­a †œsiete dí­as ofrenda encendida† (Lev 23:6-8); el candelero tení­a siete brazos (Exo 25:31-37).
los Evangelios se habla de †œsiete panes† (Mat 15:36); se debe perdonar †œhasta setenta veces siete† (Mat 18:22); los saduceos trataron de poner una trampa al Señor hablándole de una mujer que casó con siete hermanos (Luc 20:29); En Apocalipsis se menciona muchas veces (†œsiete iglesias† y †œsiete espí­ritus† [Apo 1:4]; †œsiete candeleros† [Apo 1:13]; †œsiete estrellas† [Apo 1:20]; †œsiete sellos† [Apo 5:1]; etc.). Son innumerables las ocasiones en que se usa este número como simbólico y sagrado.

El ocho. No se usa en sentido simbólico, pero se dice que ocho personas, Noé y su familia, se salvaron del diluvio (1Pe 3:20); «de edad de ocho dí­as será circuncidado todo varón» (Gen 17:12); en los cimientos del †¢templo se usaron †œpiedras de ocho codos† (1Re 7:10); en la visión del templo que tiene Ezequiel hay varias medidas en las cuales aparece el n. ocho (Eze 40:9-41).

El nueve. Tampoco se usa en sentido simbólico. En Luc 17:17 el Señor Jesús pregunta por nueve leprosos que no volvieron a dar las gracias, después de haber sido sanados.

El diez. Es evidente que el diez, como el cinco, se deriva de la observación de los dedos de las manos. Se utiliza para señalar algo que está completo o perfecto. Diez representantes, uno de cada tribu, fueron escogidos para discutir con los rubenitas, gaditas e hijos de Manasés el asunto del monumento que éstos erigieron (Jos 22:13-15). Diez grados retrocedió la sombra del reloj de †¢Acaz, como una señal a †¢Ezequí­as (2Re 20:8-11). Los mandamientos son diez (Exo 20:1-17), lo cual serví­a como ayuda a la memoria. El diez, o múltiplos de él, se encuentra en muchas medidas del †¢tabernáculo y del †¢templo (Exo 26:1; 1Re 6:1-38). La fracción de diez (diezmo) se usa abundantemente. Jacob dijo a Dios en Bet-el: †œde todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti† (Gen 28:22). Después de establecido el pacto con Israel en el Sinaí­, se estableció que †œel diezmo de la tierra, así­ de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es† (Lev 27:30).

El doce. Su importancia se derivó de la división del año en doce meses lunares. Se habla de doce tribus de Israel (Gen 35:22; Gen 49:28). Como la tribu de Leví­ fue omitida en la distribución de la tierra, se contaron a Efraí­n y Manasés como dos medias tribus, manteniendo así­ el número de doce. También de †¢Ismael descendieron doce prí­ncipes (Gen 17:20). Se usan múltiplos de doce en varias cosas relacionadas con los servicios de los levitas (1Cr 24:7-18).

El veinte. Era un ciclo importante en la vida de un hombre, porque esa era la edad para el servicio militar (†œ… de veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra† [Num 1:3]).

El cuarenta. Generalmente aparece como un n. redondo que señala a un perí­odo bastante largo de tiempo. El diluvio fue durante †œcuarenta dí­as y cuarenta noches† (Gen 7:4). Moisés estuvo †œcuarenta dí­as y cuarenta noches† en el monte Sinaí­ (Exo 24:18). Los israelitas vagaron por el desierto durante unos cuarenta años (Num 14:33). Una generación dura aproximadamente cuarenta años. A esa edad un hombre está en la plenitud de su adultez. Tanto Isaac como Esaú casaron siendo de cuarenta años (Gen 25:20; Gen 26:34). Caleb dijo: †œYo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea† (Jos 14:7). El Señor Jesús ayunó †œcuarenta dí­as y cuarenta noches† (Mat 4:2). Después de la resurrección, estuvo apareciéndoles a sus discí­pulos †œdurante cuarenta dí­as† (Hch 1:3).

El cincuenta. Se utilizaba mucho para hacer mediciones en †¢arquitectura. En el †¢tabernáculo habí­a †œcortinas de cincuenta codos† (Exo 27:12). También en la organización militar. †¢Adoní­as se hizo de †œcincuenta hombres que corriesen delante de él† (1Re 1:5). El que violaba a una muchacha virgen tení­a que casarse con ella y pagar al padre †œcincuenta piezas de plata† (Deu 22:28-29).

El sesenta. Era la base para el sistema de cálculo sexagesimal, que fue inventado por los sumerios y de donde nace la división del cí­rculo en trescientos sesenta grados, la hora en sesenta minutos y los minutos en sesenta segundos.

El setenta. Se usa con cierto grado de simbolismo religioso en diversos pasajes. Los descendientes de Jacob que fueron a vivir a Egipto totalizaban setenta (Exo 1:5). †œSetenta palmeras† habí­a en †¢Elim (Exo 15:27). †œSetenta ancianos† de los hijos de Israel acompañaron a Moisés en el Sinaí­ (Exo 24:1). †œSetenta varones de los ancianos de Israel† fueron escogidos como lí­deres del pueblo (Num 11:16). †œLos dí­as de nuestra edad son setenta años† (Sal 90:10). El exilio en Babilonia durarí­a unos setenta años (Jer 25:11). Se debe perdonar †œhasta setenta veces siete† (Mat 18:22). El Señor Jesús envió setenta de sus discí­pulos a predicar (Luc 10:1).

El mil. A menudo se utiliza, con sus múltiplos, como n. redondo para señalar una cantidad grande. La palabra elef (mil) habla de †œuna multitud†, por lo cual puede, a veces, significar †œtribu† o †œclan†. Incluso cuando designa una unidad militar no quiere decir necesariamente que está compuesta por 1.000 soldados. Algunos eruditos, procurando aclarar la cantidad de personas que componí­a el pueblo cuando se hizo el censo en el desierto, piensa que la palabra elef realmente quiere decir †œuna familia† o †œuna tienda†. De ser así­, en el primer censo habí­an sólo unos cinco mil quinientos israelitas. Muchas veces se usa el término en forma hiperbólica (†œ… ciento de vosotros perseguirán a diez mil† [Lev 26:8]). Se usan también múltiplos de mil para señalar en n. redondos una gran multitud (†œY Jehová envió la peste sobre Israel … y murieron del pueblo … setenta mil hombres† [2Sa 24:15]). †œPara con el Señor un dí­a es como mil años, y mil años como un dí­a† (2Pe 3:8). En Apocalipsis se habla de que †œel diablo y Satanás† es atado †œpor mil años† ( †¢Escatologí­a. Milenio).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano