Derivándose del latín numen o pl. numina (especialmente: beneplácito divino, voluntad, poder o majestad divina), el noúmino es un término que ha ganado popularidad para describir el elemento misterioso o transcendente de la Deidad y los sentimientos de pavor y temor o reverencia que levanta. Hasta donde hay una verdadera transcendencia en Dios, y que demanda el debido temor y humildad de parte del hombre, es posible darle a la palabra un uso y significado cristianos. No obstante, sus asociaciones son por la mayor parte con las ideas naturalistas y panteístas, p. ej. el temor primitivo de lo desconocido, o la reverencia frente a la divinidad de la Creación misma, o la sumisión a la absoluta y abrumadora inescrutabilidad de Dios como el «Totalmente Otro», y el énfasis religioso viene a colocarse sobre el sentido del noúmino, esto es, los sentimientos religiosos del hombre mismo, más bien que en el noúmino como una realidad genuina. Para señalar el verdadero misterio de la voluntad, poder y majestad transcendente de Dios como revelado en Jesucristo, y a fin de poner la responsabilidad del hombre en una propia perspectiva y relación, sería mejor relegar el término a la religión natural y a la antropología religiosa, evitando así su influencia corruptora y corrosiva sobre la teología y piedad cristianas.
Geoffrey W. Bromiley
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (425). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología