NEFTALI

Gen 30:8 y dijo Raquel .. y llamó su nombre N
Gen 49:21 N, cierva suelta, que pronunciará
Deu 33:23 a N dijo: N, saciado de favores, y lleno


Neftalí­ (heb. Naftâlî, «mi lucha»; gr. Nefthalí­). 1. Hijo de Jacob y la criada de Raquel, Bila. El nombre le fue dado por Raquel para indicar cómo habí­a «luchado» con su hermana para obtener un niño como evidencia del favor de Dios (Gen 30:7, 8). Fue el padre de 4 hijos y el antepasado de una tribu que llevó su nombre (Gen 46:24; Num 26:48,49). 2. Tribu que descendio de Neftalí­ 1. Estaba dividida en 4 grandes familias que tení­an como antepasado a sus 4 hijos (Gen 46:24; Num 26:48 49). Durante los años de la peregrinación por el desierto la tribu acampó al norte del tabernáculo, junto con las de Dan y Aser (Num 2:25-29). Su prí­ncipe durante esos años fue Ahira, hijo de Enán (1:15; 2:29); más tarde fue Pedael, hijo de Amiud (34:28). Nahbi, hijo de Vapsi, fue el representante de la tribu entre los 12 espí­as (13:14). Neftalí­ recibió territorio en Galilea. Su frontera oriental era el Jordán superior y los lagos Hulé y de Galilea. Por el sur lindaba con las de Isacar y Zabulón, y por el oeste con la de Aser (Jos 19:32, 34). Al norte estaba el territorio de los fenicios, y más tarde, el 834 de Dan. Su superficie tení­a menos de 80 km de norte a sur y de 15 a 30 km de este a oeste. Su suelo era fértil y más bien montañoso. Entre sus ciudades fortificadas estaban Hazor, Cedes, Irón y Bet-anat (Jos 19:35-39). Tres fueron asignadas a los levitas gersonitas: Cedes, Hamot-dor y Cartán, como residencia; Cedes era, además, una ciudad de refugio (Jos 20:7; 21:6, 32; 1Ch 6:62, 76). Mapa VI, B/C-3. Neftalí­ no pudo echar a los cananeos de todas las ciudades fortificadas dentro de su territorio asignado, pero eventualmente las hizo tributarios (Jdg 1:33). En los registros del perí­odo de los jueces se lo menciona 2 veces: la 1ª, por haberse distinguido en la guerra contra el rey de Hazor al exponer «su vida a la muerte… en las alturas del campo» (4:6, 10; 5:18); y la 2ª, al responder al llamado de Gedeón pidiendo ayuda para expulsar a los opresores madianitas (6:35; 7:23). Se menciona a la tribu en tiempos de David, cuando 1.000 capitanes con 37.000 soldados vinieron a David en Hebrón para hacerlo rey sobre todo Israel, probablemente después de la muerte de Is-boset (1Ch 12:34-38). El lí­der de la tribu en los dí­as de David fue cierto Jerimot, hijo de Azriel (27:19). El mayordomo para la tribu en tiempos de Salomón fue Ahimaas, yerno del rey (1Ki 4:15). Hiram, el gran artí­fice y maestro en tiempo de Salomón, era hijo de una viuda de Neftalí­ (7:14). La tribu fue invadida por los sirios y sufrio mucho bajo Ben-adad I de Damasco (1Ki 5:20; 2Ch 16:4) en el s IX a.C. Un siglo y medio más tarde sus habitantes fueron deportados a Asiria por Tiglat-pileser III (2Ki 15:29). Isaí­as profetizó que «a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí­» en «Galilea de los gentiles» llegarí­a gran luz (Isa 9:1, 2). Esta predicción se cumplió en los dí­as de Cristo, cuando su ministerio benefició a esta región más que a cualquier otra de Palestina (Mat 4:12-16). Ciudades famosas de los tiempos del NT -Capernaum, Corazí­n y Tiberias- estaban en el territorio que perteneció a Neftalí­. En su profecí­a de la tierra ideal de Canaán para un Israel restaurado, Ezequiel ubica a Neftalí­ entre Aser y Manasés (Eze 48:3, 4); Neftalí­ es una de las 12 tribus que Juan vio que el ángel sellaba (Rev 7:6). 3. Monte ubicado en la región de Neftalí­; por el contexto bí­blico tal vez se refiera al monte Tabor (Jos 20:7).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

luchador. 1. Segundo hijo de Jacob y de la esclava Bilhá, Gn 30, 7-8. N. ingresó junto con sus cuatro hijos y la familia de Jacob a Egipto, Gn 46, 24. N. se le considera la cabeza de su tribu. 2. Tribu formada por la descendencia de Neftalí­, a la que en el reparto de Canaán le fue designado el territorio al oeste del alto Jordán y del lago Genesaret, Jos 19, 32-39. Bajo el mando de Baraq, la tribu N. contribuyó decisivamente a la victoria contra los cananeos capitaneados por Sí­sara, Jc 4. El territorio de la tribu fue arrasado a principios del siglo IX por Ben Hadad, rey de Asiria, 1 R 15, 20; en tiempos de Pecaj, rey de Israel, el territorio de la tribu N. fue conquistado por el rey Teglatfalasar, ca. año 733, y sus habitantes fueron deportados a Asiria, 2 R 15, 29.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

1. Uno de los hijos de Jacob, el segundo hijo de Bilha, la sierva de Raquel. Tuvo cuatro hijos (Gen 46:24).
2. La tribu de Neftalí­. Neftalí­ aparece en las listas del libro de Números como una tribu de tamaño regular. Proveyó 53.400 soldados en Cades-barnea (Num 1:43) y 45.000 en la revista de las tropas en las llanuras de Moab, frente a Jericó (Num 26:50). Neftalí­ recibió la penúltima suerte en el reparto de la tierra (Jos 19:32-39), pero en muchos aspectos su heredad fue la mejor.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Sexto hijo de Jacob, Ge.30.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

(Mi lucha). Nombre de persona del AT y de una tribu de Israel.

1. Sexto hijo de Jacob (Gen 35:25). Viendo que su hermana Lea habí­a dado hijos a Jacob mientras que ella era estéril, Raquel dio a Jacob por mujer a su sierva Bilha. De esa manera los hijos que nacieran de esa unión serí­an considerados como de Raquel. Así­ nacieron Dan y N. El nombre de este último fue puesto porque Raquel dijo: †œCon luchas de Dios he contendido con mi hermana, y he vencido† (Gen 30:1-8). No se conocen detalles sobre su vida. Tuvo cuatro hijos (Gen 46:24).

. Tribu formada por los descendientes de †¢ N. No †œarrojó a los que habitaban en Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra† y los convirtió en tributarios (Jue 1:33). Esta situación cambió en tiempos de †¢Débora. †¢Barac, que con ella dirigió la guerra contra los cananeos, era de N. (Jue 4:6). El rey †¢Asa hizo alianza con †¢Ben-adad rey de Siria, para que éste atacara a Baasa rey de Israel. Ben-adad conquistó mucho territorio, incluyendo †œtoda la tierra de N.† (1Re 15:20), pero estos territorios fueron recuperados más tarde por Israel. En tiempos del rey Peka de Israel, el rey asirio †¢Tiglat-pileser conquistó †œtoda la tierra de N.†, y a sus habitantes †œlos llevó cautivos a Asiria† (2Re 15:29). La reforma religiosa del rey Josí­as llegó a afectar incluso a las tierras de N. (2Cr 34:6). Toda Galilea estaba incluida en el territorio de N. (2Re 15:29). El hecho de que el Señor Jesús comenzara a manifestarse en Galilea, †œen Capernaum, ciudad marí­tima, en la región de Zabulón y N.† (Mat 4:12-16) es interpretado por Mateo como el cumplimiento de la profecí­a de Isa 9:1. †œTierra de Zabulón y tierra de N., camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz…†

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG HOMB HOAT

vet, = «mi combate». Sexto hijo de Jacob y segundo de Bilha, criada de Raquel. Raquel le puso Neftalí­, porque habí­a contendido en oración para que este hijo viniera al mundo (Gn. 30:8).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

(Mis Luchas).

1. El segundo hijo que Bilhá, la sierva de Raquel, le dio a Jacob en Padán-aram. (Gé 35:25, 26; Ex 1:1, 4; 1Cr 2:1, 2.) Como Bilhá habí­a sustituido a su ama Raquel, entonces estéril, esta consideraba a Neftalí­ y a Dan —su hermano mayor— como sus propios hijos. Aunque para entonces su hermana Lea ya tení­a cuatro hijos (Gé 29:32-35), Raquel se regocijó de tener un segundo hijo por medio de su sierva y exclamó: †œCon enérgicas luchas he luchado con mi hermana. ¡También he salido vencedora!†. El nombre dado a este hijo, Neftalí­ (que significa †œMis Luchas†), expresa apropiadamente los sentimientos de Raquel cuando este nació. (Gé 30:2-8.)
Neftalí­ fue padre de cuatro hijos, Jahzeel (Jahziel), Guní­, Jézer y Silem (Salum). (Gé 46:24; 1Cr 7:13.) Cuando el patriarca Jacob, ya moribundo, relató a sus hijos lo que les sucederí­a en †œla parte final de los dí­as†, su declaración sobre Neftalí­, aunque una de las más cortas, fue favorable. (Gé 49:1, 2, 21.)

2. Tribu de Israel que estaba compuesta de cuatro familias tribales descendientes de los hijos de Neftalí­: Jahzeel, Guní­, Jézer y Silem. (Nú 26:48, 49.) Aproximadamente un año después de la partida de los israelitas de Egipto, esta tribu contaba con 53.400 hombres mayores de veinte años preparados para la guerra. (Nú 1:42, 43.) La tribu de Neftalí­, acaudillada por Ahirá, acampaba en el desierto al N. del tabernáculo, junto a las tribus de Aser y Dan. Como parte de la división de tres tribus del campamento de Dan, las tribus de Neftalí­, Dan y Aser eran las últimas en el orden de marcha y ocupaban la importante posición de la retaguardia. (Nú 1:15, 16; 2:25-31; 7:78; 10:25-28.)
Para cuando se tomó un segundo censo, unas cuatro décadas después del éxodo de Egipto, el número de hombres fí­sicamente capacitados habí­a bajado a 45.400. (Nú 26:50.) Entre los hombres que perdió la tribu estaba Nahbí­, uno de los diez espí­as que llevaron un mal informe y desanimaron a los israelitas de entrar en la Tierra Prometida. (Nú 13:14, 16, 31-33; 14:35-37.)
Después de cruzar el rí­o Jordán y participar en la conquista de Jericó y Hai al mando de Josué, Neftalí­ fue una de las tribus que †˜estuvieron de pie para la invocación de mal†™ en el monte Ebal. (Jos 6:24, 25; 8:28, 30-35; Dt 27:13.) Cuando hubo que dividir la tierra como herencia entre las diferentes tribus, Pedahel —designado por Dios para representar a la tribu de Neftalí­— ayudó a Josué y al sacerdote Eleazar en esta tarea. (Nú 34:16, 17, 28; Jos 19:51.)

Herencia de la tierra. El territorio asignado a la tribu de Neftalí­ estaba en la parte N. de la Tierra Prometida. (Dt 34:1, 2.) Al E. limitaba con el mar de Galilea y el rí­o Jordán; al O., con el territorio de Aser y Zabulón, y al S., con el de Zabulón e Isacar. (Compárese con Jos 19:32-34.) La referencia a que el lí­mite de Neftalí­ llegaba a †œJudá en el Jordán† (Jos 19:34) no debe significar que se extendí­a hasta el territorio de la tribu de Judá, situado a considerable distancia al S. de Neftalí­. Es probable que en este caso, el término †œJudᆝ se refiera a la región al E. del Jordán ocupada por la familia de Jaí­r. Aunque a Jaí­r se le considera manasita por su ascendencia materna (Nú 32:41; Jos 13:29, 30), era por ví­a paterna descendiente de Judá (1Cr 2:5, 21, 22), por lo que la región dada a su familia podí­a llamarse con propiedad †œJudᆝ.
En el territorio de Neftalí­ habí­a diecinueve ciudades fortificadas con sus poblados. (Jos 19:35-39.) Una de estas ciudades, Quedes, se otorgó a los levitas y se declaró sagrada como ciudad de refugio. (Jos 20:7, 9.) Asimismo, se designaron otras dos ciudades para los levitas: Hammat (Hamot-dor o Hamón) y Qartán (Quiryataim). (Jos 19:35; 21:6, 32; 1Cr 6:62, 76.) Los cananeos permanecieron en dos de las ciudades de Neftalí­, Bet-semes y Bet-anat, aunque sometidos a trabajos forzados. (Jue 1:33.)
La tierra que ocupó la tribu de Neftalí­ es montañosa (Jos 20:7), pero también productiva. Especialmente fértiles son la llanura triangular de Genesaret, al NO. del mar de Galilea, y la región del Huleh. La bendición de Moisés a Neftalí­ posiblemente haga alusión a la tierra que heredó esta tribu: †œNeftalí­ está satisfecho con la aprobación y lleno de la bendición de Jehová. Toma posesión tú, sí­, del oeste y del sur†. (Dt 33:23.) La expresión †œoeste† también puede traducirse †œmar† (SA) o †œlago† (VP), refiriéndose al †œmar de Galilea† (HM) o †œmar de Genesaret† (BR), y †œsur† posiblemente se refiera a la parte meridional del territorio de Neftalí­ que bordea ese mar. El texto también puede traducirse del siguiente modo (refiriéndose siempre al mar de Galilea): †œEl mar y sus peces son su posesión† (NM, nota; NC).

Desde el tiempo de los jueces hasta el exilio. En su lecho de muerte, Jacob llamó proféticamente a Neftalí­ †œuna cierva delgada†. (Gé 49:21.) Esta expresión puede referirse a la rapidez y destreza de esta tribu en la guerra, como parece confirmarlo su historia. Diez mil hombres de Zabulón y Neftalí­ respondieron valerosamente a la llamada de Barac para pelear contra las fuerzas bien armadas de Sí­sara, y se les bendijo con la victoria. El mismo Barac debió pertenecer a la tribu de Neftalí­, pues parece ser que era de Quedes, una ciudad de Neftalí­. (Jue 4:6-15; 5:18.) Esta tribu también ayudó al juez Gedeón en su lucha contra los madianitas. (Jue 6:34, 35; 7:23, 24.)
Años más tarde, 1.000 jefes y 37.000 guerreros de la tribu de Neftalí­ fueron a Hebrón para hacer rey a David sobre todo Israel. Para las fiestas relacionadas con este acontecimiento llegó alimento de lugares tan distantes como Isacar, Zabulón y Neftalí­. (1Cr 12:23, 34, 38-40.) Parece ser que bajo el acaudillamiento del rey David la tribu de Neftalí­ desempeñó un papel importante en sojuzgar a los enemigos de Israel. (Sl 68, encab., vss. 1, 27.)
Unas décadas después de la división del reino de Israel, el rey sirio Ben-hadad I hostigó a Neftalí­. (1Re 15:20; 2Cr 16:4.) Unos dos siglos más tarde, durante el reinado de Péqah, Tiglat-piléser III llevó al exilio asirio a algunos habitantes de Neftalí­. (2Re 15:29.) Cerca de un siglo después de la caí­da del reino septentrional, Josí­as, rey de Judá, llegó hasta los lugares devastados de Neftalí­ —dominados por Asiria— en su denodada campaña de destrucción de todos los objetos idolátricos. (2Cr 34:1-7.)

Profecí­a de Isaí­as. Puede que Isaí­as 9:1 se refiera a la humillación sufrida a manos de los asirios, al decir: †œLa lobreguez no será como cuando la tierra tuvo premura, como en el tiempo anterior cuando uno trató con desprecio a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí­†. Después Isaí­as pasa a decir que en un tiempo futuro se le concederí­a honra a lo que habí­a sido tratado con desdén, y continúa: †œEl camino junto al mar, en la región del Jordán, Galilea de las naciones. El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz. En cuanto a los que moran en la tierra de sombra profunda, la luz misma ha brillado sobre ellos†. (Isa 9:1, 2.) Mateo citó estas mismas palabras (4:13-17) y las aplicó a Jesucristo, †œla luz del mundo†, y a su actividad. (Jn 8:12.) En un sentido podí­a considerarse que Jesús pertenecí­a a Neftalí­, puesto que Capernaum —del territorio de Neftalí­— llegó a ser †œsu propia ciudad†. (Mt 4:13; 9:1.) Por lo tanto, incluso es razonable que apliquen a Jesús las palabras proféticas de Jacob con respecto a Neftalí­: †œEstá dando palabras de elegancia†. (Gé 49:21.) El hijo de Dios ciertamente pronunció †œpalabras de elegancia†, e hizo que hasta los oficiales enviados para prenderlo exclamaran: †œJamás ha hablado otro hombre así­†. (Jn 7:46.)

Referido en visiones. En la visión de Ezequiel, la asignación de tierra de Neftalí­ queda entre Aser y Manasés (Eze 48:3, 4), y una de las puertas de la ciudad †œJehová Mismo Está Allí­† tiene el nombre de Neftalí­. (Eze 48:34, 35.) En otra visión el apóstol Juan oyó que habí­an sido sellados 12.000 de la tribu (espiritual) de Neftalí­. (Rev 7:4, 6.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

(heb. naftālı̂, ‘luchador’). Sexto hijo de Jacob, y segundo hijo de Bilha, sierva de Raquel; hermano menor de Dan, con el que generalmente está asociado (Gn. 30.5–8). En la bendición de Jacob se lo describe como una “cierva suelta”, lo cual podría ser una alusión a su agilidad o a su impetuosidad.

En la mayoría de las listas administrativas la tribu de Neftalí aparece última (p. ej. Nm. 1.15, 42s; 2.29ss; 7.78; 10.27). La bendición de Moisés manda a Neftalí que posea “el occidente (°vm “el mar”) y el sur” (Dt. 33.23), y, posteriormente al asentamiento, su porción tribal comprendía una ancha franja al O del mar de Galilea y el Jordán superior, incluida la mayor parte de la Galilea central y oriental. Dicho territorio se delinea en forma aproximada en Jos. 19.32–39, y se incluyen diecinueve ciudades fortificadas. Pero el límite N no está definido, y ya que dos de las ciudades mencionadas, Bet-anat y Bet-semes, que formaban parte de una cadena de fuertes cananeos que se extendían desde la costa a través de la Galilea superior, se mencionan en Jue. 1.33 como no enteramente subyugadas, es probable que el mismo haya variada considerablemente en el período primitivo. Neftalí incluía también la ciudad cananea de mayor tamano, Hazor, que abarcaba unas 80 hectáreas y dominaba una vital ruta comercial. Hazor, aunque fue destruida por los israelitas bajo Josué (Jos. 11.10s), se recuperó, y si bien jamás alcanzó su prestigio anterior, no fue derrotada finalmente sino bien entrado el período de los jueces (Jue. 4.2, 23s). Otra ciudad importante fue Cedes, ciudad levítica y una de las ciudades de refugio (Jos. 20.7; 21.32).

El fuerte elemento cananeo se refleja en Jue. 1.33, “Neftalí … moró entre los cananeos”. Esto había de alentar el sincretismo y en parte da cuenta de la relativa insignificancia, históricamente, de esta tribu. Pero hubo momentos de gloria. Barac, colaborador de Débora en la tarea de librar a Israel de la dominación cananea, era oriundo de Neftalí (Jue. 4.6), y su tribu cumplió un papel destacado en la misma campaña (Jue. 5.18). Una generación posterior sirvió valientemente bajo Gedeón (Jue. 6.35; 7.23), y el Cronista registra el apoyo que le dieron a David (1 Cr. 12.34, 40). Después, Neftalí, vulnerable debido a su situación fronteriza, sufrió ataques procedentes del N. Durante el reinado de Baasa su territorio fue arrasado por Ben-hadad I de Siria (1 R. 15.20). Aproximadamente 150 años más tarde (734 a.C.) la tribu de Neftalí fue la primera, de las que se encontraban al O del Jordán, en ser deportada (2 R. 15.29). Una probable reconstrucción del relato de Tiglat-pileser III de esta campaña menciona su anexión de la región, “… la ancha tierra de Neftalí, en toda su extensión, unifiqué con Asiria”. Is. 9.1 alude al mismo acontecimiento.

El territorio de Neftalí incluía algunas de las zonas más fértiles de todo el territorio. Durante el reinado de David el “oficial principal” de Neftalí fue Jeremot (1 Cr. 27.19). Fue uno de los distritos en los cuales Salomón se aprovisionaba para su corte; en esa época su gobernador era uno de los yernos de Salomón, Ahimaas (1 R. 4.15). Hiram, arquitecto principal del templo de Salomón, era hijo de “una viuda de la tribu de Neftalí” (1 R. 7.14). En la redistribución que hizo Ezequiel de las porciones tribales, Dan, Aser, y Neftalí reciben porciones en el N, pero las otras tribus del N, Isacar y Zabulón, están incluidas más al S (Ez. 48.1–7, 23–29).

Jesús pasó la mayor parte de su vida pública en esta zona, la que, debido a su variada historia de deportaciones y del agregado de nuevos pobladores, fue muy despreciada por los judíos de Jerusalén, actitud que parcialmente explica por qué Galilea se convirtió en cuartel general de los zelotes reaccionarios, amargamente opuestos a la dominación romana.

Bibliografía. R. de Vaux, Historia antigua de Israel, 1975, t(t). II, pp. 179–184; L. Arnaldich, “Neftalí”, °EBDM, t(t). V, cols. 488–491.

Y. Aharoni, The Settlement of the Israelite Tribes in Upper Galilee, 1947; id., LOB, pp. 201s, 238s.

A.E.C.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

(A.V., Naftalí)

Sexto hijo de Jacob y Bilhá (Gén. 30,8). El nombre se explica (ibid) por una paronomasia que causa no poca perplejidad a los comentadores. Los intérpretes modernos, siguiendo a Simonis y Gesenio, lo traducen por “las luchas de Dios que he luchado (D. V., «Dios me ha comparado») con mi hermana y he prevalecido.” Según esta interpretación, Nephtalia podría significar «mi lucha», o simplemente «lucha». Pseudo-Jonatán, comentando sobre Gén. 49,21 nos dice que Neftalí fue el primero en anunciar a Jacob que José estaba vivo; en otro pasaje del mismo Tárgum, se menciona a Neftalí entre los cinco que José presentó al faraón (Gén. 47,2). De acuerdo al apócrifo “Testamento de los Doce Patriarcas”, él murió a sus ciento treinta y dos años y fue enterrado en Egipto. Sin embargo, estos detalles no son confiables; de hecho, no sabemos nada con certeza más allá del hecho de que tuvo cuatro hijos: Yahseel, Guní, Yéser y Sil-lem. (Gén. 46,24; Núm. 26,48ss.; 1 Crón. 7,13).

La Tribu de Neftalí: La tribu de Neftalí contaba con 53,400 hombres “aptos para la guerra” (Núm. 1,42), siendo la sexta en importancia entre las tribus de Israel. El segundo censo la colocaba en octavo lugar, e informó sólo 45,400 guerreros (Núm. 26,48-50). Durante la peregrinación de los israelitas en el desierto, la tribu de Neftalí, bajo el comando primero de Ahira, y luego de Fedael, siempre estaba unida con las tribus de Dan y Aser. Cuando se enviaron espías desde el desierto de Faraón para avistar la tierra de Canaán, Najbí, el hijo de Vafsí, representó a la tribu en la expedición (Nm. 13,15).

El territorio asignado a Neftalí en Canaán estaba al extremo norte de Palestina, y estaba rodeado (Js. 19,33-34) en el norte por el río Leontes (Nahr el-Qasimiyeh), en el este por el río Jordán tan lejos como 12 millas al sur del Mar de Galilea, en el oeste por las tribues de Aser y Zabulón; y en el sur por la de Isacar. Incluía alguna de la mejor tierra de Palestina “, «invita al más perezoso a pasar trabajo y cultivarla” (Flavio Josefo, «Bell. Jud.», III, III, 2). Naturalmente los cananeos de ese distrito estaban renuentes a ceder sus ricas posesiones; el Libro de los Jueces posiblemente incluso implica que los hebreos no pudieron dominar a los nativos (I, 33); de hecho, los extranjeros fueron siempre numerosos en esa vecindad, llamada debido a eso “Galilea de los Gentiles” (Is. 9,1; 2 Ry. 15,29).

Finalmente, ellos se juntaron bajo Jabín y Sísara para sacar a los israelitas fuera de la tierra. No es necesario relatar aquí como esta confederación fue derrotada por Baraq, un hombre de Quédes, con los guerreros de Zabulón y de su propia tribu, convocados por Débora, para la gloria de Neftalí (Jc. 4,5). De nuevo, con Gedeón, los guerreros de Neftalí tomaron parte en la persecución de los madianitas (Jc. 7,23), y enviaron a David a Hebrón un contingente de mil capitanes y 37,000 hombres “armados con escudo y lanza” (1 Crón. 12,34). Y según Flavio Josefo los hombres de Neftalí guardaban las “Entradas de Emath”, la llave de Palestina del norte, y eran “avezados para la guerra desde su infancia” («Bell Jud.», loc. cit.).

Bibliografía: JOSEFO, Guerras Judías, III, III; Comentarios sobre el Génesis., Josué, y el Deut.; MERRILL, Galilea en Tiempos de Cristo (Boston, 1881); THOMSON, La Tierra y el Libro, II (Londres, 1881); DHORME, Les pays bibliques et l’Assyrie in Revue Biblique (Apr., 1910), 195, 197; LAGRANGE, La Prophétie de Jacob in Revue Biblique (1898), 534.

Fuente: Souvay, Charles. «Nephtali.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 10. New York: Robert Appleton Company, 1911.
http://www.newadvent.org/cathen/10749a.htm

Traducido por Luz María Hernández Medina

Fuente: Enciclopedia Católica