NAVE. NAVEGACION

El †¢arca de Noé es la primera n. que se menciona en la Biblia (Gen 6:14). La tierra de Canaán, a orillas del Mediterráneo, ofreció a los israelitas, especialmente a la tribu de †¢Zabulón (Gen 49:13) buenas oportunidades para descender †œal mar en naves† y hacer †œnegocios en las muchas aguas† (Sal 107:23). Pero los marineros por excelencia eran los fenicios, que habitaban una región muy rica en árboles maderables y construyeron n. con las cuales recorrí­an toda la cuenca del Mediterráneo. La navegación se hací­a, al principio, sin alejarse mucho de las costas. Llegaron así­ a contar con una gran flota de barcos cuya actividad comercial entre ífrica y Europa enriqueció a las ciudades marineras de †¢Tiro y †¢Sidón. El capí­tulo 27 de Ezequiel habla con muchos detalles sobre las distintas mercaderí­as que se intercambiaban en ese comercio. También los egipcios construyeron botes y barcos para navegar por el †¢Nilo, y se aventuraron después por el Mediterráneo. De igual manera los caldeos, que usaban pequeños botes en los rí­os éufrates y Tigris, construyeron embarcaciones que les permitieron viajar por el golfo Pérsico, y llegar hasta la India y otros lugares.

La arquitectura naval, primitiva entonces, hací­a la proa y la popa de los barcos con la misma forma. Aunque se hací­an n. de juncos, para las grandes travesí­as marinas se preferí­a la madera (†œDe hayas del monte Senir te fabricaron todo el maderaje† [Eze 27:5]). En la proa se poní­a algún tipo de emblema, como la n. que llevaba a Pablo †œla cual tení­a por enseña a Cástor y Pólux† (Hch 28:11). No se utilizaban bodegas, sino que las mercancí­as simplemente se depositaban sobre la cubierta. Mediante un cabrestante situado en la popa se subí­an y bajaban las anclas. Usualmente las n. tení­an dos timones, uno a cada lado de la popa, pero se usaba uno a la vez (Stg 3:4). Los métodos de propulsión conocidos eran el remo (†œ… arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran n.† [Isa 33:21]) y la vela (†œ… tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela† [Isa 33:23]), la cual en casos especiales podí­a ser hasta †œde lino fino bordado de Egipto† (Eze 27:7). Se nos dice que Tiro utilizaba en sus n. remeros y sabios pilotos de †¢Arvad (Eze 27:8). Los pinos de †¢Quitim (Chipre) eran apreciados para convertirlos en mástiles (Eze 27:6). Los instrumentos de navegación eran muy rudimentarios y los naufragios frecuentes. El Sal 107:25-30 describe la angustia de marineros que enfrentan una tempestad en la cual las olas †œsuben a los cielos, descienden a los abismos…. Tiemblan y titubean como ebrios, y toda su ciencia es inútil. Entonces claman a Jehová…. Cambia la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus ondas…. y así­ los guí­a al puerto que deseaban† Son de destacar la descripción de las tempestades en los casos del viaje de †¢Jonás (Jon 1:4-17) y cuando Pablo era llevado prisionero a Roma (Hch 27:13-44).
mencionan frecuentemente en la Biblia las †œ n. de †¢Tarsis†, en una forma que aparece aludir a un tipo especial de embarcación, capaz de realizar largas travesí­as por mar. Salomón †œtení­a en el mar una flota de n. de Tarsis, con la flota de Hiram† (1Re 10:22), con la cual se realizaban expediciones comerciales. El tiempo que se necesitaba para estos viajes (tres años) indica la lejaní­a de las tierras (2Cr 9:21). Josafat realizó un intento fallido de hacer una empresa similar (1Re 22:48).
Señor Jesús navegó muchas veces en barcas que cruzaban el mar de Galilea (Mat 8:23; Mat 13:2; Mar 4:36; Mar 8:10). La esperanza del creyente es una †œsegura y firme ancla del alma† (Heb 6:19).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano