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Tendencia o actitud agresiva hacia las personas o las situaciones que se simboliza en el deseo animal de morder como desahogo a la violencia con sume el interior de las personas. Es mordaz el que habitualmente se halla en dispoción de atacar a los demás. Lo contrario a la mordacidad es la dulzura y la bevolencia que se manifiesta en el deseo de hacer el bien en todo momento
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa