MOLOK

[011] Nombre de una divinidad presente en diversas ciudades cananeas, pero en la Biblia aparece atribuida como dios principal de los amonitas (2 Sam. 12.30; 1 Rey. 11. 5 y 33; Sof. 1.5 y Jer, 49. 1-3) En el tiempo de los Reyes fue un peligro para los israelitas, que se sentí­an atraí­dos por lo espectacular de ese culto. El dios reclamaba, o le hací­an reclamar, también sacrificios humanos, sobre todo de niños, ofrecidos al í­dolo por el fuego (2 Rey. 16.3 y 17.17; 2 Cron. 33.6; Ez. 16.21), lo cual era espectacular para sus adoradores.

En muchos ambientes la figura de este dios se identificaba con la de Baal y estuvo tan extendido su culto que son numerosas las toponimias que se constituyeron con su nombre en todo el Oriente Medio.

No podí­a por menos de ser repudiado por los profetas por lo antinatural y abusivo de esas prácticas homicidas y por lo opuestas que se manifestaban en relación al culto yawehista. Es lel Profeta Elí­as el que más representa la lucha contra el culto a esta divinidad.

Se discute si se trató del mismo ser divino el venerado por los diversos pueblos: semitas, cananeos, fenicios, asirios, babilónicos, amonitas, o si eran diferentes divinidades, aunque amparadas en el mismo nombre, cuya raí­z «mlk» significa o alude al concepto de señor.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa