En Agosto de 1868, un jeque árabe de Dhiban, Dibón bíblico, le mostró a un misionero alemán, F. Klein, una tabla inscrita que tenía 1, 15 mts. de altura, 0, 61 mts. de ancho y 0, 26 mts. de espesor. El interés en el descubrimiento fue tal que tanto los oficiales consulares alemanes como los franceses intentaron posesionarse de la estela.
Dándose cuenta de que se trataba de un objeto de mucho valor, los árabes prendieron fuego bajo la piedra de basalto negra y le echaron agua para romperla en pedazos. Los fragmentos fueron llevados después para bendecir sus sembrados.
Afortunadamente, los franceses habían podido obtener un facsímil de la inscripción antes que la piedra fuera destruida. Se hicieron esfuerzos para recuperar los fragmentos que habían sido desparramados y aproximadamente dos tercios del texto fueron recobrados —669 letras de las estimadas 1.100. La piedra fue entonces reconstruida y colocada en el museo del Louvre. Contiene treinta y nueve líneas de escritura en moabita, una lengua estrechamente relacionada con el hebreo bíblico. El alfabeto es el paleohebreo o antigua escritura hebrea tal como se usó en la *inscripción de Siloé y las *cartas de Laquis.
El rey moabita, Mesa, festeja su revuelta contra Israel ocurrida durante los últimos años del reinado de Acab. Mesa honra a Quemos, el dios de Moab, para quien él construyó un lugar alto. Refiriéndose a las relaciones entre Moab e Israel dice:
Omri, rey de Israel, humilló a Moab muchos días porque Quemos estaba airado contra su tierra. Su hijo le siguió, y él también dijo, †œYo humillaré a Moab†. En mi tiempo él dijo esto, pero yo he triunfado sobre él y sobre su casa, mientras que Israel ha perecido para siempre. Omri había ocupado la tierra de Medeba e Israel había habitado allí durante su tiempo, y la mitad del tiempo su hijo (Acab), cuarenta años; pero Quemos habitó allí en mi tiempo.
La piedra continúa hablando de las ciudades de Moab edificadas por Mesa y aquellas que capturó de Israel. Mesa es también señalado como el edificador de un palacio que fue construido con la ayuda de la labor de los esclavos israelitas. El rey moabita también construyó estanques, cisternas y otras estructuras para la defensa y prosperidad de Moab. El construyó una autopista en el valle de Arnón.
La piedra moabita muestra cómo un pueblo relacionado con Israel consideraba a su dios Quemos. Quemos, como Jehová, podía airarse con su pueblo y entregarlo en las manos de sus enemigos por un tiempo antes de librarlos de ellos. La adoración a Quemos estuvo asociada con los †œlugares altos† los que fueron denunciados por los profetas israelitas.
BIBLIOGRAFIA: E. Ullendorff, †œThe Moabite Stone†, en Documents from Old Testament Times, ed. D. Winston Thomas, Nelson, London, 1958.
Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico