MENFIS

Menfis (heb. Nôf y Môf , quizá «lugar del bueno»; egip. Mn-nfr; asir. Mempi y Minipi; fen. Np). Famosa antigua capital de Egipto. Sus ruinas se encuentran cerca de la moderna ciudad de El Cairo, en la orilla occidental del Nilo, unos pocos kilómetros al sur del vértice del delta. Originalmente, fue el nombre tanto de la pirámide como de la ciudad de las pirámides de Pepi I, en Saqqârah (que significa «[Pepi] sigue siendo hermoso»). Hasta la fundación de Alejandrí­a, Menfis fue una de las ciudades más importantes de Egipto. Como en el caso de muchas otras, poco se ha conservado de ella. Sus escasas ruinas están cerca de la aldea Mît Rahineh. Sin embargo, su cementerio, con sus muchas pirámides, tumbas, templos mortuorios y la famosa esfinge, se extiende por unos 40 km, desde Abu-roâsh en el norte, hasta Dahshur en el sur; sus secciones más famosas son Gîzeh y Saqqârah. Mapa V, C-3. 351. Excavaciones en sitio de la Menfis antigua. 352. La esfinge de Menfis. Menfis fue la residencia real durante el Reino Antiguo, y más tarde la capital del Egipto Inferior. El principal templo de la ciudad estaba dedicado a Ptah, una de las deidades permanentes más famosas de Egipto. Ptah era representado por el sagrado buey Apis, es decir, una sucesión de bueyes Apis vivientes, cada uno de los cuales era enterrado después de morir en las tumbas inmensas del Serapeum, en Saqqârah. La enseñanza acerca de la creación estaba contenida en el llamado Monumento de la Teologí­a Menfita, que está conservado en una copia proveniente de la dinastí­a 25ª, hecha de un manuscrito muy gastado del Reino Antiguo, Indica que el creador del mundo fí­sico era Ptah y que habí­a establecido el orden en él por medio de su corazón y su lengua, lo que significa su pensamiento y su palabra. Este concepto es, por lo tanto, superior al de las tradiciones anteriores respecto de la creación, de acuerdo con las cuales la mano y el órgano reproductor del dios creador están por sobre el poder de la mente. El mayor constructor del perí­odo posterior de la ciudad fue Ramsés II; también su hijo Merneptah tuvo un palacio en Menfis, como asimismo Apries (el Hofra bí­blico). La ciudad fue conquistada c 730 a.C. por el rey nubio Piankhi; más tarde por Esar-hadón, en el 670 a.C.; luego por Asurbanipal, en el 664 a.C.; y por Cambises, en el 525 a.C. Los extranjeros se establecieron en Menfis desde el s VII a.C. Entre ellos estuvieron los judí­os que fueron allá después de la destrucción de Jerusalén (Jer 44:1). Los profetas mencionan frecuente mente la ciudad (ls. 19:13; Jer 2:16; 44:1; 46:14; Eze 30:13: Hos 9:6, donde el texto hebreo dice Môf ). 773

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

antigua capital de Egipto al oeste del Nilo, cerca de la cabecera del delta, al sur de la actual capital de El Cairo. Según la tradición, fue fundada por Menes o Narmer, primer rey de Egipto, quien logró unificar el Alto y el Bajo Egipto, con capital en M., ciudad que también se convirtió en centro religioso. Existen varias menciones de esta ciudad en el A. T., en los profetas, en tiempos de Jeremí­as habí­a una colonia judí­a en esta ciudad, Is 19, 13; Jr 2, 16; 44, 1; 46, 14 y 19; Ez 30, 13 y 16; Os 9, 6.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

La primera capital del Egipto unido (c. 3.200 a. de J.C.), ubicada en la ribera occidental del Nilo, cerca de 33 kms. al sur de El Cairo moderno.

Oseas predijo un retorno de los israelitas a Egipto y se refirió a Menfis (Hos 9:6). Después del asesinato de Gedalí­as, varios judí­os huyeron de Palestina a Egipto (comparar Jer 41:16-18), y Menfis se menciona como el lugar donde se radicaron (Jer 44:1). Tanto Isaí­as como Jeremí­as habí­an visto los resultados de una alianza entre Egipto y Judá y se refieren a Menfis (Isa 19:13; Jer 2:16). Jeremí­as profetizó que Menfis quedarí­a en ruinas (compararJer 46:14, Jer 46:19; Eze 30:13, Eze 30:16).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Alrededor del 2800 a. de J.C. , un gobernador llamado Narmer o Menes, unió el Delta con el alto Egipto y construyó la ciudad conocida como Paredes Blancas cerca de un sitio donde el alto y el bajo Egipto se encuentran. Ubicada en la ribera occidental del Nilo, a veinte kms. al sur de El Cairo moderno, la ciudad llegó a ser conocida como Menfis. Herodoto escribe:
Menes, quien fue el primer gobernador sobre Egipto †¦ protegió a Menfis con un promontorio; porque todo el rí­o anteriormente corrí­a cerca de la montaña arenosa en el lado de Libya (v.g., hacia el occidente); pero Menes, empezando alrededor de cuatrocientos estadios al sur de Menfis, vació el canal original y lo desvió hacia uno nuevo †¦ entre las dos filas de la colina †¦ En la tierra que él habí­a desaguado por la desviación del rí­o, el rey Menes construyó la ciudad la cual es ahora llamada Menfis. (Herodoto ii. 99).
Los egipcios llamaron a la ciudad Men-nefer, la que llegó a ser Noph o Moph en la Biblia hebrea. Se sabe que Menfis llegó a ser la capital egipcia durante la tercera dinastí­a cuando el faraón Djoser construyó la famosa pirámide escalonada de Sakkara. Hacia el fin de la quinta dinastí­a, sin embargo, Menfis declinó en poder. Un perí­odo del gobierno por la dinastí­a local, conocido como el primer perí­odo intermedio, fue seguido por la poderosa dinastí­a décimosegunda, pero la capital fue establecida en *Tebas en el alto Egipto. Los gobernadores hiksos gobernaron desde Menfis por un tiempo, pero pronto cambiaron su capital a Avaris (véase RAMESES) en el Delta oriental.
Menfis muy pronto llegó a ser un centro para la adoración de Ptah, y su emblema viviente, el buey Apis. Aún después que Menfis perdiera su importancia polí­tica, el santuario de Ptah fue considerado como un lugar santo. En tiempos posteriores los egipcios consideraron los templos de Tebas, Heliópolis y Menfis como particularmente sagrados. De acuerdo con la teologí­a menfisita, Ptah era el más antiguo de los dioses y el creador de la humanidad.
Menfis, situada en la cabecera del Delta sobre la ruta principal hacia el alto Egipto, fue frecuentemente expuesta a los invasores. La ciudad fue saqueada por los gobernadores asirios Esarhadón y Asurbanipal durante sus intentos de conquistar Egipto. Aunque ni Asiria ni Babilonia tuvieron éxito en destruir la independencia de Egipto, Cambises, el hijo de Ciro, invadió Egipto y la incorporó al imperio persa. Después de ganar una victoria decisiva en la ciudad fronteriza de Pelusium, Cambises marchó hacia Menfis, mató a sus sacerdotes y magistrados y se dice que hirió de tal manera al buey Apis que éste murió. Esto fue considerado como un sacrilegio imperdonable y la autenticidad de la tradición es a menudo negada.
Menfis continuó ocupando un lugar de importancia hasta los tiempos romanos. Aunque sus grandes palacios fueron abandonados, permaneció próspera hasta que el emperador Teodosio (379–395 d. de J.C. ), en su esfuerzo por destruir el paganismo y establecer el cristianismo, ordenó la destrucción de los templos de Menfis y la profanación de sus estatuas. La ruina de Menfis fue completada cuando un general del Califa Omar, †™Amr ibn el-†™As, capturó la ciudad. Una nueva capital fue establecida en la ribera oriental del Nilo y se la llamó Cairo. Las piedras fueron llevadas desde la antigua Menfis para los edificios del nuevo Cairo.
La destrucción de Menfis no tiene paralelo en el mundo antiguo. Ní­nive fue completamente destruida, pero sus ruinas permanecen para que el arqueólogo moderno las excave. No así­ con Menfis. La profecí­a de Jeremí­as ha sido cumplida literalmente: †œMenfis será desierto, y será asolada hasta no quedar morador† (Jer. 46:19). Ezequiel también habló de la desolación de Menfis: †œDestruiré también las imágenes, y destruiré los í­dolos en Menfis† (Ez. 30:13).
Flinders Petrie excavó en el sitio de Menfis, así­ como también lo hizo el museo de la universidad de Pensilvania. Muchas de las labores de Petrie fueron invertidas en el sitio del templo de Ptah, y esto corroboró en mucho la veracidad de Herodoto. Una esfinge de granito rojo que data de *Ramesés II, descubierta en la puerta norte del templo, está ahora en el museo de la universidad de Filadelfia.
Dos estatuas colosales de Ramesés II han sido excavadas en Menfis. La primera, descubierta por Caviglia y Sonne en 1820, fue abandonada en una ciénaga por sesenta y seis años. Durante la temporada de lluvias estaba cubierta con agua, pero en las otras épocas del año los visitantes podí­an descender hasta la ciénaga para examinar la estatua. Finalmente, en 1887, Sir Frederick Stephenson juntó dinero e hizo que la estatua fuera levantada y colocada en un pedestal de ladrillos.
El segundo coloso de granito fue descubierto en 1888 y una esfinge de alabastro fue excavada en las inmediaciones en 1912. Estos 2 colosos y la esfinge son los únicos restos de Menfis, que en un tiempo fue la ciudad más grande del mundo.
BIBLIOGRAFIA: I. E. S. Edwards, The Pyrmids of Egypt, Penguin Books, Baltimore, 1961. Alexander Scharff and Anton Moortgat, †™A†™gypten und Vorderasien in Altertum, Verlag F. Bruckmann, Munich, 1950.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico

Ciudad que fue capital del Bajo Egipto (parte norte). Hoy se le conoce como Mit Rahinah, a unos 19 km al sur de El Cairo en la ribera occidental del Nilo. La ciudad fue destruida por los asirios en el año 670 a.C. Posteriormente sus piedras se usaron para construir El Cairo, por lo cual poco queda de su pasada gloria, excepto las famosas pirámides y la Esfinge, que quedaban cerca de la ciudad. M. es mencionada en varias profecí­as bí­blicas. En Isa 19:13 se hace referencia a †œlos prí­ncipes de M.†, y en el anuncio del juicio de Dios sobre Judá se habla de que †œlos hijos de M.† quebrarí­an †œla coronilla† de ésta (Jer 2:16). Oseas pronosticó que muchos israelitas serí­an recogidos por Egipto y enterrados en M. (Ose 9:6). Tras la victoria de los caldeos sobre Jerusalén muchos judí­os se fueron a vivir a M. y murieron allí­ (Jer 44:1).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, CIUD

ver, EGIPTO, LUXOR, TEBAS

sit, a4, 60, 319

vet, (forma gr. del egip. «Mn-nfr», «buena estancia») (nombre de las pirámides de Pepi II). Importante ciudad de Egipto. Según Herodoto, su fundador fue el primer rey histórico de Egipto, Menes, que la construyó sobre terrenos arrebatados al Nilo por desecación. Menfis se elevaba sobre la llanura, en la ribera occidental del Nilo, a alrededor de 16 Km. antes del delta. Fue la capital del Bajo Egipto bajo las dinastí­as III, IV, V, VII y VIII, según afirma Maneto (sacerdote e historiador egipcio del siglo III a.C.). Allí­ se adoraba al dios Ptah. Cuando la capitalidad pasó a Tebas, Menfis siguió siendo una ciudad floreciente; empezó a declinar a partir de la fundación de Alejandrí­a. Los hebreos la conocí­an bajo los nombres de Nof (Is. 19:13) y de Mof (Os. 9:6, text. heb.). Después de la caí­da de Jerusalén y del asesinato de Gedalí­as, los judí­os huyeron a Egipto; algunos de ellos se establecieron en Mof (Menfis, Jer. 44:1). Jeremí­as y Ezequiel anunciaron juicios sobre ella (Jer. 46:19; cfr. 2:16; 46:14; Ez. 30:13, 16; cfr. Is. 19:13; Os. 9:6). Una parte considerable de Menfis seguí­a en pie en la Edad Media, pero se fueron sacando de allí­, constantemente, materiales para la construcción de El Cairo. Sobre el emplazamiento de Menfis hay sólo dos aldeas árabes, pero sus veinte pirámides (la antigua necrópolis) y la famosa esfinge dan elocuente testimonio de su pasada grandeza. (Véanse EGIPTO, LUXOR, TEBAS.)

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Una de las capitales del antiguo Egipto. Se cree que sus restos se encuentran cerca de Mit Rahineh, a unos 23 Km. al S. de El Cairo, en el lado occidental del rí­o Nilo. Menfis fue durante mucho tiempo la ciudad más importante del †œBajo Egipto† (es decir, la región del Delta y una pequeña sección más al S.).
En el texto hebreo de Oseas 9:6 se llama a la ciudad Mof (traducido †œMenfis† en la mayorí­a de las versiones españolas). En todos los demás lugares el texto hebreo se refiere a ella con el nombre de Nof. (Isa 19:13; Jer 2:16; 44:1; 46:14, 19; Eze 30:13, 16.)

Historia. Según la leyenda que relató el historiador griego Heródoto (Historia, II, 99), un rey llamado Mina (Menes) fundó Menfis; sin embargo, no hay ninguna prueba de la historicidad de este supuesto fundador de la †œI dinastí­a† de los gobernantes egipcios.
La situación geográfica de Menfis era la más apropiada para ser la capital de esta zona ribereña del Nilo. Situada solo un poco al S. del vértice del Delta (donde se divide el rí­o Nilo), podí­a controlar la región del Delta al N., así­ como el tráfico fluvial. El desierto y las montañas dificultaban el acceso a la ciudad por el O., y el mismo Nilo y las montañas del otro lado protegí­an a la ciudad por el E. De modo que Menfis, ubicada en la frontera entre el Alto y el Bajo Egipto, constituí­a la puerta de entrada a Egipto, como lo es hoy la cercana ciudad de El Cairo, con una ubicación similar.

Comercio. La ciudad fue un gran centro mercantil durante toda su historia, y solo decayó tras la conquista griega, cuando Alejandrí­a, ubicada en la costa septentrional, se convirtió en el puerto más próspero del paí­s. Según algunos historiadores, Menfis adquirió renombre en el mundo antiguo por la fabricación de objetos de vidrio, artí­culos de los que Roma fue una de las principales importadoras. En esa zona también se cultivaban acacias a fin de conseguir madera para hacer muebles, barcos para la flota de Egipto y armas militares.

Polí­tica. Menfis tuvo además gran importancia polí­tica, en especial durante el perí­odo que los egiptólogos denominan †œimperio antiguo o menfita† hasta el †œimperio medio†. La mayorí­a de los historiadores opinan que la sede del gobierno de las primeras dinastí­as estaba en Menfis, aunque quizás se trasladó a Tebas (la bí­blica No-amón, casi 480 Km. más al S.) durante cierto tiempo. Es probable que la capital todaví­a estuviera en Menfis cuando Abrahán visitó Egipto y ocurrió el incidente con el Faraón que gobernaba en aquel entonces. (Gé 12:10-20.)
La Biblia parece indicar que durante la estancia de los israelitas en Egipto, la capital egipcia estaba en el Bajo (zona norte) Egipto, y que el acceso desde la tierra de Gosén, donde moraban los israelitas, era bastante fácil. (Gé 47:1, 2; véase GOSEN núm. 1.) El que Moisés se encontrase con Faraón †˜junto al rí­o Nilo†™ parece apoyar la idea de que la capital estaba en Menfis, más bien que en la región del Delta (como algunos opinan), pues el Nilo se dividí­a en varios brazos al llegar a dicha región. (Ex 7:15.)
Debido a su importancia, Menfis figura en varias profecí­as relativas a Egipto. En Jeremí­as 2:16, el profeta habló de Nof (Menfis) y Tahpanés (ciudad de la región del Delta) en los siguientes términos: †œAlimentándose de ti [Israel] en la coronilla de la cabeza†, es decir, despojando a la nación de Israel y dejándola como si fuese calva. Esto significó humillación y duelo para los que profesaban ser el pueblo de Dios. (Compárese con 2Re 2:23; Isa 22:12.) Tanto en el caso del reino septentrional de Israel como en el caso del meridional (Judá), resultó inútil esperar ayuda de Egipto, representado aquí­ por Menfis y Tahpanés, nación que incluso estuvo dispuesta a explotar con propósitos egoí­stas al pueblo de Dios. (Os 7:11; Isa 30:1-3; 2Re 23:31-35.)

Religión. Menfis era un centro de religión y erudición en Egipto, pero en el siglo VIII a. E.C. Isaí­as predijo que la sabidurí­a de la que alardeaban los prí­ncipes (quizás prí­ncipes sacerdotales) de Nof (Menfis) fracasarí­a, y Egipto serí­a engañado. (Isa 19:13.) Tales consejeros por lo visto fomentaban un falso sentimiento de seguridad en Egipto ante la agresiva potencia asiria.
En Menfis se han hallado monumentos del reinado del monarca etí­ope Tirhaqá sobre Egipto. Aunque Tirhaqá logró sobrevivir a su enfrentamiento con el rey asirio Senaquerib en Canaán (732 a. E.C.; 2Re 19:9), Esar-hadón, el hijo de Senaquerib, más tarde diezmó al ejército egipcio, y lo obligó a retirarse a Menfis. El propio registro de Esar-hadón sobre el subsiguiente conflicto dice: †œAsedié Menfis, su residencia real [de Tirhaqá], y la conquisté en medio dí­a, valiéndome de túneles, brechas y escaleras de escalada. Yo (la) destruí­, derribé (sus murallas) y la incendi醝. (Ancient Near Eastern Texts, edición de J. B. Pritchard, 1974, pág. 293.) Al parecer, unos cuantos años después, las fuerzas egipcias volvieron a tomar Menfis y diezmaron a la guarnición asiria. Pero Asurbanipal, el hijo de Esar-hadón, avanzó hasta Egipto, expulsó a los gobernantes de Menfis y los hizo retroceder Nilo arriba (hacia el S.).
Cuando Asiria inició su decadencia en la última parte del siglo VII a. E.C., Menfis volvió a estar totalmente bajo control egipcio. Después que el rey babilonio Nabucodonosor desoló Judá en 607 a. E.C., los refugiados judí­os huyeron a Egipto y fijaron su residencia en Menfis y otras ciudades. (Jer 44:1.) Mediante sus profetas Jeremí­as y Ezequiel, Jehová los condenó al fracaso y predijo que Nabucodonosor asestarí­a un golpe devastador a Egipto, y que el impacto pleno del ataque recaerí­a en Menfis (Nof). (Jer 44:11-14; 46:13, 14, 19; Eze 30:10-13.) Los babilonios, seguros de su victoria, atacarí­an Menfis a plena luz del dí­a. (Eze 30:16.)
En 525 a. E.C. Menfis volvió a sufrir una severa derrota, esta vez a manos del rey persa Cambises, y se convirtió en sede de una satrapí­a persa. La ciudad nunca llegó a recuperarse de los efectos de esta conquista. Con la importancia que adquirió Alejandrí­a bajo los tolomeos, Menfis decayó gradualmente, y para el siglo VII E.C. se habí­a convertido en una ruina total.
Menfis era una de las principales ciudades sagradas del antiguo Egipto, junto con la cercana On (Heliópolis). (Gé 41:50.) Los santuarios dedicados al dios Ptah y al buey sagrado Apis fueron especialmente importantes. Según la †œteologí­a menfita† elaborada por los sacerdotes de Menfis, el dios Ptah era el creador (compartí­a esta prerrogativa con otros dioses, como Thot, Ra y Osiris), y al parecer su mitologí­a estaba inspirada en las funciones del Faraón. Los historiadores clásicos informaron sobre las ampliaciones y mejoras periódicas del templo de Ptah en Menfis, que estaba adornado con enormes estatuas.
Menfis era sede del culto al buey Apis, un buey vivo con unos rasgos fí­sicos especiales, al que se adoraba como la encarnación del dios Osiris, aunque en ciertas leyendas también se le relaciona con el dios Ptah. Su muerte era motivo de duelo popular y se celebraba un funeral impresionante cerca de Saqqara. (Cuando los investigadores abrieron la tumba el siglo pasado, hallaron los cuerpos embalsamados de más de 60 toros y vacas.) La selección de un nuevo buey Apis y su entronización en Menfis era también una ceremonia muy compleja. Esta adoración pudo haber influido en los israelitas rebeldes que quisieron adorar a Jehová mediante un becerro de oro. (Ex 32:4, 5.) La adoración de la diosa extranjera Astarté también fue importante en Menfis, donde hubo además templos dedicados a dioses y diosas egipcios, como Hator, Amón, Imhotep, Isis, Osiris-Sokaris, Anubis y otros. El juicio divino condenó a la destrucción a todo este elenco de deidades e í­dolos antiguos. (Eze 30:13.)

Sepulcros reales. Los extensos terrenos sepulcrales cercanos a la antigua ubicación de Menfis, en los que hay unas veinte pirámides o tumbas reales monumentales, demuestran la relevancia de esta ciudad en tiempos pasados. La profecí­a de Oseas contra el Israel infiel del siglo VIII a. E.C. muestra que Menfis debió ser un importante lugar de sepulcros reales. Dice la profecí­a: †œEgipto mismo los juntará; Menfis, por su parte, los enterrarᆝ. (Os 9:6.) Entre las pirámides halladas en Saqqara, cerca de Menfis, está la pirámide escalonada edificada por el rey Zoser (†œIII dinastí­a†), a la que se considera la estructura pétrea más antigua que se ha conservado sobre sus cimientos hasta la actualidad. Mucho más impresionantes son la gran esfinge y las pirámides de Giza, situadas al ONO. de Menfis. En la actualidad estas tumbas y otros monumentos parecidos son los únicos restos de la gloria religiosa que tuvo Menfis. Como se predijo, la ciudad es †œun simple objeto de pasmo†. (Jer 46:19.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

(egp. Mn-nfr; heb. Mōf y Nōf). Ubicada en el Nilo, a unos 24 km del ápice del delta. Fue fundada por Menes (los Muros blancos), el faraón que unió el Egipto superior e inferior. El nombre Mn-nfr es abreviatura del nombre del temenos de la pirámide de Pepi (ca. 2400 a.C.). Fue la capital de Egipto en la época del reino antiguo. Siguió siendo una ciudad importante hasta su conquista por Alejandro Magno (332 a.C.). Sus dioses principales fueron Ptah, el demiurgo, Sekhmet, Nefertem y Sokaris. El nombre Hwt-k˒-Pth, ‘mansión del Ka de Ptah’, es el origen del nombre Egipto. Muy poco queda de la ciudad de los vivientes (Mit-Rahina); la necrópolis es más conocida con las importantes ruinas de Djeser en Saqqara, la pirámide de Djedefre en Abu Rawash, las pirámides de Queops, Quefrén y Micerino en Giza, y las de la 5º dinastia en Abusir. Ramsés II, Merneptah y Samético realizaron extensas construcciones en la zona. Herodoto (2.153) describe el templo, y escritores antiguos describen el lugar en el que se guardaba al buey Apis vivo. En la época del reino nuevo, como consecuencia de la inmigración de asiáticos, encontramos que en Menfis se adoraba a dioses extranjeros, como Qades, Astarté y Baal.

La ciudad fue tomada por los etíopes (Pionki 730 a.C.), los asirios (Esar-hadón 671, Asurbanipal 666) y los persas (Cambises 525).

A partir del ss. VII a.C. varias colonias de extranjeros se establecieron en el lugar, y después de la destrucción de Jerusalén, también los judíos (Jer. 44.1). Los profetas mencionan la ciudad varias veces (Os. 9.6; Is. 19.13; Jer. 2.16; 46.14, 19; Ez. 30.13, 16).

Bibliografía. C. F. Pfeiffer, “Menfis”, °DBA, pp. 449–450; R. Sánchez, “Menfis”, °EBDM, t(t). V, cols. 48–53; E. Drioton, J. Vandier, Historia de Egipto, 1981; R. Fernández Valbuena, Egipto y Asiria resucitados, 1985.

F. Petrie, Memphis, 1, 2, 3, 1909–10; Kees, en RE, s.v.; Porter y Moss, Topographical Bibliography, 3, 1931.

C.D.W.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico