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Nombre mejicano del cannabis índico, o «cannabis sativa», planta alucinógena. Se escribe también marihuana. En las sumidades floríferas de los pies femeninos de este cáñamo existe una resina, la «cannabina», o ácidos cannabinol y cannabidiol, de intenso olor, sabor amargo y fuerte efecto psicodélico.
Se usó como estupefaciente entre los indígenas desde tiempo incierto y se comercializó cuando llegó la explosión de las corrientes del narcotráfico promotoras del vicio toxicómano.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa