MARANATA

Frase que en arameo quiere decir †œNuestro Señor, Ven†. Pablo la utilizó al final de su primera carta a los Corintios (1Co 16:22). Parece ser que el apóstol la utilizó en arameo porque ya la misma habí­a adquirido cierto crédito entre los creyentes como expresión de la esperanza de la segunda venida de Cristo.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, ESCA

ver, ANATEMA

vet, En arameo: «El Señor viene» (1 Co. 16:22). Este término se puede también leer «Marana tha»: «Â¡Ven, Señor!» Esta era una breve oración de los primeros cristianos, mencionando el retorno de Cristo, pidiendo su venida en gloria, «su parusí­a» (véase ANATEMA.)

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

maran-atha (maravn-ajqav, 3134), expresión utilizada en 1Co 16:22, es la transcripción griega de dos términos arameos, que anteriormente algunos suponí­an ser una expresión imprecatoria o «una maldición reforzada por una oración», idea que contradicen las indicaciones expresadas por su utilización en los documentos cristianos antiguos, como, p.ej. «La doctrina apostólica», o didaque, documento procedente del principio del siglo II, y las «Constituciones Apostólicas» (vii. 26), donde se usa de la siguiente manera: «Reúnenos en tu Reino que tú has preparado. Maranata, Hosanna al Hijo de David; bendito el que viene en nombre del Señor, etc.». La primera parte, que finaliza en «n», significa «Señor»; en cuanto a la segunda parte, los «Padres» la consideraban como un tiempo pretérito, «ha venido». Los modernos expositores la toman como equivalente a un presente, «viene», o futuro, «vendrá». Ciertos eruditos en arameo consideran que la última parte consiste en «tha», e interpretan la frase como una exclamación, «Ven, nuestro Señor», o «Oh, ven Señor». Sin embargo, el carácter del contexto indica que el apóstol está haciendo una declaración en lugar de expresar un deseo o de pronunciar una oración. En cuanto a la razón de por qué se usaba esta expresión, lo más probable es que fuera una expresión corriente entre los cristianos primitivos, que incluí­a la consumación de sus deseos. «Al principio el tí­tulo Marana o Maran, utilizado al dirigirse a Cristo y al referirse a El, no era otra cosa que la respetuosa designación del Maestro por parte de los discí­pulos». Después de su resurrección utilizaron el tí­tulo para dirigirse o referirse a El como aplicado a Dios, «pero se tiene que recordar aquí­ que los judí­os de habla aramea no designaban a Dios como «Señor» excepto de manera excepcional; de forma que en la sección «hebrea» de los cristianos judí­os la expresión «nuestro Señor» (Marana) se usaba solo con referencia a Cristo» (Dalman, The Words of Jesus).¶ MARAVILLA, MARAVILLAR(SE), MARAVILLOSO A. NOMBRES 1. teras (tevra», 5059), algo extraño, que hace que el espectador se maraville. Se usa siempre en forma plural. Se traduce «maravillas» en Act 2:43; 15.12; véase PRODIGIOS. 2. thauma (qau`ma, 2295), maravilla (2Co 11:14). Se traduce «asombro» en Rev 17:6: Véase ASOMBRO en ASOMBRAR, B, Nº 3.¶ 3. dunamis (duvnami», 1411), se usa en Luk 19:37; Act 2:22; Gl 3.5. Véase PODER, y también MILAGRO, POTENCIA, SEí‘AL. B. Verbos 1. thaumazo (qaumavzw, 2296), véase ADMIRAR, A, Nº 2. 2. ekthaumazo (ejkqaumavzw, 1569), forma intensificada del Nº 1 (ek, intensivo). Se encuentra en los mss. más comúnmente aceptados en Mc 12.17: «se maravillaron» (en TR aparece el Nº 1).¶ 3. ekplesso (ejkplhvssw, 1605), véanse ADMIRAR, A, Nº 1, ASOMBRAR, A, Nº 2. 4. existemi (ejxivsthmi, 1839), se traduce «se maravillaban» en Luk 2:47: Véase ASOMBRAR, A, Nº 3. C. Adjetivos 1. thaumastos (qaumavzw, 2298), maravilloso. Se traduce así­ en Mat 21:42 «cosa maravillosa»; Mc 12.11: «cosa maravillosa»; Joh 9:30 «maravilloso»; Rev 15:3 «maravillosas»; «maravilla» (2Co 11:4); «admirable» (1Pe 2:9; Rev 15:1). Véase ADMIRABLE en ADMIRAR, B.¶ 2. megaleios (megalei`o», 3167), se usa en Act 2:11 en forma neutra plural, «las maravillas de Dios»; en Luk 1:49 se traduce «grandes cosas». Véase GRANDE.¶ 3. paradoxos (paravdoxo», 3861), contrario a la opinión recibida (para, al lado, doxa, opinión; cf. los términos castellanos paradoja, paradójico). Se traduce «maravillas» en Luk 5:26 (Besson: «cosas extraordinarias»; RVR77: «cosas increí­bles»).¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

Ésta es una fórmula aramea que se encuentra en el NT en 1 Corintios 16:22 como parte final del saludo de Pablo; maranata puede analizarse como un imperativo: marana-ta, significando «ven, Señor»; o como un indicativo maran-ata, que significa «Nuestro Señor viene». Tres interpretaciones son posibles: (1) la oración por el regreso del Señor, (2) la confesión de que el Señor está viniendo, (3) la reafirmación de la presencia del Señor, según se usa en la Eucaristía. Con toda seguridad, Pablo usa la fórmula en el primer sentido. No obstante, es digno de notarse que maranata aparece en la Didaché al final de una serie de oraciones eucarísticas.

Ha presentado muchos problemas la pregunta por qué Pablo incluye una fórmula aramaica sin traducción en una carta griega dirigida a Corinto donde el arameo no era corriente. Responder que Pablo deseaba advertir a los judaizantes es inadecuado, porque no está claro si él tenía en mente a sus oponentes en 1 Co. 16:22 o quería que sus palabras se entendieran en un sentido general. El hecho que maranata se usa sin una traducción indica que era una fórmula fija y que circulaba ampliamente. Como tal, sin embargo, ésta únicamente pudo haberse originado y recibido exclusivamente en una congregación en donde se usaba el arameo. Más aun, puede ser que maranata fuera una expresión clave en la liturgia de la primitiva iglesia palestina, y que desde allí haya pasado al cristianismo griego sin traducción, de una manera similar a «amén» y «hosanna».

Esto ha venido a significar la destrucción de la hipótesis sustentada por Wm. Bousset en sus libros: Kyrios Christos (1913) y Jesus der Herr (1916). En esta controversia sobre el «Kyrios». Bousset argumentaba que el cristianismo primitivo en Jerusalén miraba a Jesús principalmente como el Hijo del Hombre que venía y como portero en el reino de Dios. El título «Señor» se aplicó únicamente más tarde en la cultura griega bajo la influencia del cristianismo helénico. Los cristianos gentiles, familiarizados con los cultos de misterio, podrían haber interpretado el señorío de Jesús en enfoques determinados por su experiencia previa.

En tiempos posteriores maranata llegó a constituir una fórmula eclesiástica conectada con anatema (véase) como un reforzamiento en el acto de la solemne maldición.

BIBLIOGRAFÍA

K.G. Kuhn en TWNT; O. Cullmann, Early Christian Worship; J.G. Machen, Origin of Paul’s Religion, pp. 293–317.

Herman C. Waetjen

TWNT Theologisches Woerterbuch zum Neuen Testament (Kittel)

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (379). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología

Fórmula arm. utilizada en transliteración sin explicación alguna en 1 Co. 16.22 (°ba; °vrv1 “Maranatha”; °vrv2 “el Señor viene”). En la Didajé (10.6) figura como parte de la liturgia eucarística. Probablemente debamos interpretar la frase como māranâ ṯâ, ‘nuestro Señor, ¡ven!’ (véase G. H. Dalman, Grammatik des jüdischpalästinisch Aramäisch, pp. 120, n. 2; 297, n. 2: también Jesus-Jeshua, 1929, pp. 13, para la resolución māran ˒eṯâ de idéntico significado). La expectativa y el deseo que expresa esta plegaria cristiana primitiva pueden verse reflejadas en 1 Co. 11.26 (cf. el contexto en la Didajé) y en Ap. 22.20. La aparición de la frase en 1 Co. 16.22 se deriva de la idea de juicio implícita en el vv. 21, que está estrechamente vinculada con la idea de la segunda venida (cf. ms(s). g del lat. antiguo y la versión etíope, que traducen maranatha como “a la venida del Señor”).

En los ms(s). gr. con acentos y puntuación a menudo se escribe la frase como si representara māran ˒aṯâ, ‘nuestro Señor ha venido’. Esto parece menos plausible en vista de las ideas de la eucaristía y el juicio con las que está ligada en el contexto, a menos que sea una referencia a la manifestación de sí mismo por parte del Señor mediante la eucaristía.

Bibliografía. W. Mundle, “Parusía”, °DTNT, t(t). III, pp. 298ss; S. Bartina, “Maranata”, °EBDM, t(t). IV, cols. 1283–1284; H.C. Waetien, “Maranata”, °DT, 1985, pp. 332–333; C. Hodge, Comentario sobre la primera epístola a los corintios, 1969.

T. Zahn, INT, 1909, 1, pp. 303–305; K. G. Kuhn, TDNT 4, pp. 466–472; W. Mundle, C. Brown, NIDNTT 2, pp. 895–898; C. F. D. Moule, “A Reconsideration of the Context of Marana-tha”, NTS 6, 1959–60, pp. 307ss; Arndt, art. correspondiente.

J.N.B.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico