v. Advenimiento, Aparición, Revelación, Venida
Rom 8:19 anhelo .. el aguardar la m de los hijos
1Co 1:7 don, esperando la m de nuestro Señor
1Co 12:7 a cada uno le es dada la m del Espíritu
2Ti 4:1 juzgará a los vivos y a los .. en su m y
Tit 2:13 la m gloriosa de nuestro gran Dios y
Acción de dar a conocer, descubrir o poner a la vista algo. El término griego e·pi·fá·nei·a, traducido †œmanifestación†, se utiliza en las Escrituras con referencia al período de tiempo que Jesucristo estuvo en la Tierra y, especialmente, a diversos acontecimientos que habrían de ocurrir en el futuro, durante su presencia investido de poder real.
El Hijo de Dios manifestado en carne. Con respecto a la †œmanifestación [en carne] de nuestro Salvador, Cristo Jesús†, el apóstol Pablo escribió las palabras de 2 Timoteo 1:9-11. El que Jehová enviara a Su Hijo desde el cielo repercutiría en la vindicación de Su nombre y soberanía, resultaría en la †˜abolición de la muerte†™ heredada de Adán y brindaría a algunos seres humanos la oportunidad de recibir vida incorruptible en el cielo. Una característica del desenvolvimiento del †œsecreto sagrado de esta devoción piadosa† fue que Jesús fuese †œpuesto de manifiesto en carne†. (1Ti 3:16.) Según Pablo, el acto de enviar Dios a su Hijo fue una †˜manifestación†™ de Su bondad inmerecida †œque trae salvación a toda clase de hombres […], y nos instruye a repudiar la impiedad y los deseos mundanos y a vivir con buen juicio y justicia y devoción piadosa en medio de este sistema de cosas actual, mientras aguardamos la feliz esperanza y la gloriosa manifestación del gran Dios y del Salvador nuestro, Cristo Jesús†. (Tit 2:11-13.) La manifestación de Cristo en gloria resultaría en que también se manifestase la gloria de Dios, Aquel que lo envió.
Cristo manifestado en gloria celestial. Se predijo que durante su presencia, Cristo dirigiría la atención a sus hermanos espirituales que durmieran en la muerte, aquellos de los que Pablo dijo que, al igual que él, habían †œamado su manifestación†, de modo que recibirían la †˜corona de la justicia como recompensa†™. (2Ti 4:8.) También se profetizó que cuando el Señor †œ[descendiese] del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios†, se levantarían primero los muertos en unión con Cristo, quien los recibiría en casa a sí mismo, y de esta forma se les manifestaría poderosamente en su gloria. Luego procedería a manifestar su presencia a los hermanos de ellos que aún estuviesen en la Tierra, a los que llevaría †˜a casa a sí mismo†™ al momento de su muerte. (1Te 4:15, 16; Jn 14:3; Rev 14:13.)
En calidad de rey y juez. Aunque cuando Cristo estuvo ante Poncio Pilato dijo que su Reino no era parte de este mundo, no negó que fuese rey. (Jn 18:36, 37.) Sin embargo, no se manifestó en calidad de potentado, puesto que no había llegado el tiempo para asumir la autoridad de su Reino. No obstante, llegaría el tiempo en que †œla manifestación de nuestro Señor Jesucristo† se reconocería claramente, y él ejercería autoridad como †œel feliz y único Potentado† y †œel Rey de los que reinan y Señor de los que gobiernan como señores†. (1Ti 6:13-16; Da 2:44; 7:13, 14.)
En virtud del Reino venidero y de la manifestación de Cristo, Pablo le dijo a Timoteo: †œSolemnemente te encargo delante de Dios y de Cristo Jesús, que está destinado a juzgar a los vivos y a los muertos, y por su manifestación y su reino: predica la palabra†. (2Ti 4:1, 2.) El apóstol se refirió al tiempo en que la gloriosa posición de Cristo en los cielos se haría manifiesta de manera inequívoca, cuando haría sentir los juicios de Dios en la Tierra.
Al destruir al †œhombre del desafuero†. Cuando Pablo escribió a los cristianos de Tesalónica †œtocante a la presencia de nuestro Señor Jesucristo†, les instó a que no se dejasen sacudir de su razón o excitar por algún mensaje †œen el sentido de que el día de Jehová [estuviera] aquí†. El simbólico †œhombre del desafuero†, que se había opuesto durante siglos a Dios y Cristo, entonces sería reducido a la nada †œpor la manifestación de su presencia†. Este †œdesaforado† reconocería la presencia de Cristo, no por fe, como lo harían los cristianos, que amaban su manifestación, sino por el poder que manifestaría Jesús al aniquilar a los que forman este †œhombre† colectivo. (2Te 2:1-8; véase HOMBRE DEL DESAFUERO.)
Manifestación del espíritu y la verdad. Cuando los discípulos de Cristo recibieron el espíritu santo invisible, este se †˜manifestó†™ mediante pruebas visibles. Algunas de estas fueron: la facultad de hablar en lenguas extranjeras, los dones de curación y el discernimiento de las expresiones inspiradas. (1Co 12:7-10.) El apóstol Pablo también explica que con la buena conducta y la predicación cristianas se †˜pone de manifiesto la verdad†™ a otras personas. (2Co 4:2.)
Fuente: Diccionario de la Biblia
1. anadeixis (ajnavdeixi», 323), mostrar públicamente (ana, arriba o delante, y deiknumi, mostrar). Se usa en Luk 1:80, traducido «manifestación» (RV: «que se mostró»).¶ 2. endeixis (endeixi», 1732), mostrar, señalar (en, en; deiknumi, mostrar). Se dice de manifestar la justicia de Dios (Rom 3:25 «para manifestar», VM: «para manifestación»; v. 26: «manifestar», VM: «manifestación»). En 2Co 8:24 se traduce «prueba»; Phi 1:28 «indicio». Véanse INDICIO, PRUEBA.¶ 3. apokalupsis (ajpokavluyi», 602), lit.: desvelamiento, descubrimiento (apo, de, desde; kalupto, esconder, cubrir). Denota una revelación o manifestación (en castellano, apocalipsis). Se traduce «manifesta ción» en Rom 8:9; 1Co 1:7: También se traduce con la frase «cuand o se manifieste» o «cuando sea manifestado» en 2Th 1:7; 1Pe 1:7, 13, que se puede traducir más lit. como «en la revelación». Véase . 4. epifaneia (ejpifavneia, 2015), véase , se traduce «manifestación» en 2Ti 4:1; Tit 2:13: Véase asimismo RESPLANDOR. 5. fanerosis (fanevrwsi», 5321), manifestación (relacionado con faneroo y faneros, véanse MANIFESTAR, A, Nº 8 y B, Nº 7). Aparece en 1Co 12:7 y 2Co 4:2:¶
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento
(1) Ésta es una palabra preferentemente del NT para indicar el propósito eterno de Dios, que ha estado oculto de la mirada humana a través de las edades, pero que ha sido revelado ahora en Jesucristo. La revelación del Padre es una parte de la obra salvífica de redención de la humanidad caída. En un sentido general, esto se ha realizado a través de la naturaleza (Ro. 1:19, 20). En Jesucristo, la revelación ha llegado a ser personal (Heb. 1:1). La Sagrada Escritura contiene el registro permanente de esta revelación salvífica. El Espíritu Santo usa este medio para proporcionar una revelación fresca al corazón del creyente ante su necesidad, y la provisión de Dios en Jesucristo (Jn. 14:22; 1 Co. 12:7). Otro aspecto de esta obra salvífica es la destrucción del poder del mal (1 Jn. 3:8). Las implicaciones escatológicas se encuentran en Marcos 4:22; 1 Co. 3:13; Ef. 5:13.
(2) «La Manifestación de Cristo a los Gentiles» es el título alternativo en el Libro de Oración Común de la Iglesia Anglicana para la Fiesta de la Epifanía (véase), el 6 de enero.
(3) Las apariciones del Cristo resucitado a los suyos se denominan manifestaciones (Jn. 21:1).
(4) Cristo continúa revelándose a sí mismo a través de la vida y servicio de sus seguidores (2 Co. 2:14; 4:10).
(5) En la segunda venida de Cristo, los santos glorificados serán manifestados juntamente con él (1 Jn. 3:2).
(6) Ante el trono de juicio de Cristo, se manifestarán la vida interior y las motivaciones de los redimidos (1 Co. 4:5; 2 Co. 5:10; cf. Mr. 4:22).
BIBLIOGRAFÍA
Richard E. Higginson
HERE Hastings’ Encyclopaedia of Religion and Ethics
HDCG Hastings’ Dictionary of Christ and the Gospels
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (376). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología