Los hebreos de la antigüedad enfatizaban mucho más los actos simbólicos externos que la gente del mundo occidental moderno; la gente del mundo oriental hasta el día de hoy mantiene este respeto por acciones simbólicas. Las ceremonias que expresan el lamento por la muerte de un pariente o en otras ocasiones tristes se encuentran frecuentemente en la Biblia; eran una evidencia del dolor auténtico para esa cultura.
El At contiene advertencias contra ritos de luto paganos (Lev 19:27-28; Deu 14:1-2). No se les permitía a los sacerdotes israelitas tomar parte en ceremonias fúnebres ni otros tipos de lamentos (Lev 21:1-5, Lev 21:10, 11).
Cuando se recibían malas noticias o cuando llegaban calamidades repentinas, la costumbre era rasgar la ropa (2Sa 1:2) y echar polvo o cenizas sobre la cabeza (Jos 7:6). Se usaba cilicio de vestidura en tiempos de suma tristeza (Isa 22:12). Leemos que la gente se cubría la cabeza en señal de luto (Jer 14:3), y también la parte inferior de la cara (Eze 24:17, Eze 24:22). Entre los que habitualmente llevaban la cabeza cubierta, dejar el cabello suelto a la vista era la señal de que estaban de luto (Lev 10:6), ya que normalmente estaba enrollado (como el de los sacerdotes de la Iglesia Griega Ortodoxa en el Cercano Oriente).
Frecuentemene se contrataban plañideros dolientes profesionales para funerales (Jer 9:17-22; Amo 5:26; Mat 9:23). Jeremías, el profeta angustiado, se refería mucho al lamento. Les enseñó a las mujeres plañideras su canto fúnebre (Jer 9:17-22), escuchó el lamento de la tierra por la destrucción a causa de Babilonia (Jer 9:10; Jer 12:4, Jer 12:11; Jer 14:2; Jer 23:10) y mencionó el llanto y lamento de Raquel (Jer 31:15-16). Instó a Israel a lamentarse por sus pecados (Jer 4:8; Jer 6:26; Jer 7:29) y en secreto él mismo lamentó con amargura por la nación (Jer 9:1; Jer 13:17).
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano