LEVI, TRIBU DE. LEVITAS

El primer censo en el desierto contó unos veintidós mil hombres, resultando ser la más pequeña de las tribus de Israel (Num 3:39). Esta tribu fue puesta sobre todo lo relativo al †œtabernáculo del testimonio, y sobre todos sus utensilios, y sobre todas las cosas que le pertenecen† (Num 1:50). Se explicó la selección diciendo que el pueblo de Israel tení­a unos veintidós mil doscientos setenta y tres primogénitos, los cuales debí­an ser consagrados a Jehová, quien decidió sustituirlos por los miembros de la t. de L. , que eran aproximadamente la misma cantidad (Num 3:12-13; Num 4:39-43). También se señala el hecho de que con motivo del incidente del †¢becerro de oro, los levitas mostraron gran lealtad a Jehová y Moisés, quien dijo en esa ocasión: †œHoy os habéis consagrado a Jehovᆝ (Exo 32:26-29).

Los levitas no recibieron territorio como las demás tribus (†œ… no poseerán heredad entre los hijos de Israel. Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel† [Num 8:18; Num 18:23-24]). Sin embargo, varias ciudades les fueron asignadas; unas cuarenta y ocho ciudades (Jos 21:3-42), donde podí­an habitar.
tres brazos de la familia leví­tica fueron los hijos de Gersón, de Coat y de Merari (Num 3:17). Los distintos servicios y menesteres del †¢tabernáculo se dividieron entre ellos (Num 3:17-51). Todas sus funciones las ejercí­an bajo la supervisión de los sacerdotes. Sus deberes incluí­an cargar los santos utensilios, pero no podí­an observar el momento en que se desarmaba el tabernáculo (Num 4:20). Los levitas, sin importar el lugar donde vivieren, tení­an iguales derechos de ministrar en el †œlugar que Jehová escogiere† (Deu 18:6-8). Como no poseí­an tierras, debí­an vivir de los diezmos (†œ… y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios, vosotros … y el levita que habite en vuestras poblaciones† [Deu 12:12]). Era deber de todos proteger a los l. (†œTen cuidado de no desamparar al levita en todos tus dí­as sobre la tierra† [Deu 12:19]). En este sentido se le debí­a dar el mismo trato que a los extranjeros, las viudas y los huérfanos.
el traspaso del reino a David, los levitas participaron activamente (1Cr 12:26-28). Luego, su función fue reglamentada alrededor del culto en el templo como porteros (1Cr 9:22), guardianes (1Cr 9:27-28), músicos, etcétera (1 Cr. 23 al 26). Entre estos últimos sobresalen †¢Hemán, †¢Asaf y †¢Jedutún, a los cuales se atribuyen incluso algunos salmos, así­ como los hijos de Coré (Sal 42:1; Sal 44:1, etcétera). Ocuparon, además, puestos de mucha importancia a través de toda la historia de la dinastí­a daví­dica. Cuando el reino se dividió, muchos levitas emigraron de todas partes de Israel hacia Jerusalén a causa de las persecuciones de Jeroboam contra ellos (2Cr 11:13-15). Los levitas eran las personas versadas en la ley, por lo cual se les atribuyeron también funciones educativas y judiciales. El rey Josafat puso a muchos de ellos por todo el territorio †œpara el juicio de Jehová y para las causas† (2Cr 19:8). De ahí­ que cuando Esdras quiso retornar del exilio se pensara en la necesidad de buscar levitas para las necesidades de la comunidad (Esd 2:40-42). En la visión del templo, de Ezequiel, se incluí­an porciones de terreno especiales para los levitas (Eze 45:4-5; Eze 48:11-15).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano