JUERGA

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Diversión exagerada en cuanto a formas y con cierto carácter de exceso. La diversión es un deber acreditado por la recta razón. La virtud que la regula es la «eutrapelia» o arte virtuoso del descanso y de la evasión. La orgí­a es la diversión voraz y desproporcionada que lleva a una forma descarada y viciosa de divertirse.

A mitad de camino se halla la juerga o diversión fuera de lo normal y de la moderación. Eticamente la juerga, que tantas veces se justifica como ocasional y por lo tanto tolerable, es inadmisible en moral si supone descontrol de la voluntad y de la inteligencia sobre los modos y procedimientos o sobre el estilo de relaciones interpersonales.

Es bueno hacerlo entender así­ a los educandos, sobre todo en una sociedad que propende a desahogos de diverso tipo (alcoholismo, juego, erotismo, fiestas ocasionales) so pretexto de su tolerancia colectiva. En ningún caso y sea por el motivo que sea el hombre puede ponerse en disposición de perder su libertad y su capacidad de opción. Cualquier situación de irresponsabilidad altera la moral, no sólo cristiana, sino simplemente natural.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa