JONAS. LIBRO DE

Quinto de los profetas menores. En todo el libro realmente sólo se menciona una profecí­a (†œDe aquí­ a cuarenta dí­as Ní­nive será destruida† [Jon 3:4]), pero al parecer fue incluido allí­ quizás por el hecho de que en 2Re 14:25 se dice que Jonás hijo de Amitai fue profeta. Pero en este libro no se utiliza la palabra profecí­a en ninguna forma. La mayor parte de la obra es una historia. El trasfondo de 2Re 14:25 ayuda a comprender el conflicto que surgió en la mente del profeta, puesto que a él le habí­a tocado pronosticar una época de victorias para Israel. La orden de ir a predicar a Ní­nive tení­a que parecerle totalmente contradictoria con sus sentimientos nacionalistas y con el mensaje que anteriormente habí­a recibido y expuesto. Jonás entendió que el mismo hecho de ir a profetizar la destrucción de Ní­nive implicaba que Dios le estaba dando una oportunidad de arrepentimiento a dicha ciudad.

Autor y fecha. Se desconoce quien escribió J., pero la tradición la atribuye al mismo Jonás. No se sabe a ciencia cierta cuando fue escrita esta obra. Algunos sugieren al siglo VIII a.C. como fecha probable. El libro apócrifo del †¢Eclesiástico (2Re 49:12), menciona ya a los †œdoce profetas†. Como esa obra fue escrita en el siglo II a.C., se entiende que J. es anterior.

Desarrollo. Dios ordena al profeta ir a predicar a †œNí­nive, aquella gran ciudad†, pero Jonás decide †œhuir de la presencia de Jehová a Tarsis … lejos de la presencia de Jehovᆝ Toma un barco. Pero †œJehová hizo levantar un gran viento†, una tempestad que amenazaba con hundir la nave. Los marinos echan suertes y se decide que el pasajero Jonás es el culpable. Le interrogan y él confiesa que huye de su Dios. Pide que le echen al agua. Así­ se hace y el mar se aquieta. †œPero Jehová tení­a preparado un gran pez† que se tragó a Jonás. Dentro del pez, el profeta ora a Dios. Un hermoso salmo resume su sentimiento. †œMandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra† (Jon 1:1 al 2:10).
reitera su mandamiento al profeta, que va a Ní­nive y predica el mensaje. Los hombres de Ní­nive se arrepienten y hacen penitencia. †œVio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino, y se arrepintió del mal que habí­a dicho … y no lo hizo† (Jon 3:1-10).
enoja al profeta al punto de que pide a Dios que le quite la vida. Tras construir una enramada se pone a dormir. Entonces †œJehová Dios preparó una calabacera† que le hizo sombra, lo cual alegró a Jonás. †œPero al venir el alba … Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera†. Cuando el sol estaba en su fuerza Jonás se sintió molesto y reiteró su deseo de morir. Dios le pregunta si estaba enojado por la calabacera y él dice que sí­. El Señor le enseña a Jonás que él tuvo lástima de la calabacera, que habí­a crecido sin ningún esfuerzo del profeta y que no debí­a, entonces, molestarse porque Dios habí­a tenido piedad de Ní­nive, †œdonde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda† (Jon 4:1-11).

En el NT. El Señor Jesús mencionó a J. llamándole profeta (Mat 12:39). Enseñó que su muerte, sepultura y resurrección serí­an una señal para el pueblo de Israel (†œ… la señal del profeta J. Porque como estuvo J. en el vientre del gran pez tres dí­as y tres noches, así­ estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres dí­as y tres noches† [Mat 12:39-40]). También reprendió a los judí­os por haberle rechazado, diciendo que los ninivitas †œa la predicación de J. se arrepintieron, y he aquí­ más que J. en este lugar…† (Luc 11:30-32).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano