JOCABED

Jocabed (heb. Yôkebed, «Yahweh es [su] gloria [glorioso]» o «cuya gloria es Yahweh»). Esposa de Amram y madre de Marí­a, Aarón y Moisés (Exo_21-4; 6:20; Num 26:59).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

(heb., yokhevedh, Jehovah es gloria). Hija de Leví­, esposa de Amram y madre de Moisés (Exo 6:20; Num 26:59). Era una de las hermanas de Cohat, el padre de Amram (Exo 6:20).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Jehová es honor). Madre de Moisés y Aarón, en la descendencia de Leví­. Casó con su sobrino Amram (Exo 2:1; Exo 6:20). Moisés nació cuando ya estaba vigente la orden de Faraón de matar a los varones recién nacidos, pero J. †œviéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses† (Exo 2:2; Heb 11:23). Cuando no pudo ocultarle por más tiempo hizo una arquilla de juncos, la calafateó y puso en ella al niño en el rí­o Nilo. La hija de Faraón lo encontró y quiso salvarlo, y contrató a la misma J., sin saber que era la madre del niño, para que lo criara (Exo 2:3-9).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG MUJE MUAT

ver, MOISES

vet, = «Jehová es gloria». Una de las hijas de Leví­. Se casó con Amram, su sobrino, y fue madre de Marí­a (o Miriam), de Aarón y Moisés (Ex. 6:20; Nm. 26:59). Véase MOISES.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

«Por la fe, Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses». (Hebreos 11:23).

Léase: Exodo 2:1-10; 6:20. Jocabed ha sido incluida en Hebreos 11 entre «la gran nube de testigos» cuyas vidas y actividades dieron testimonio de su fe. Era de la tribu de Leví­. De Exodo 6:20 deducimos que serí­a de mayor edad que su marido Amram, pues era su tí­a. Un matrimonio así­ fue prohibido más tarde, pero durante el perí­odo de la confusión de Egipto fue permitido.

Era el tiempo en que Faraón ordenó que los hebreos echaran los hijos varones recién nacidos en el Nilo. Jocabed tení­a, por lo menos, dos hijos: uno, Miriam o Marí­a, ya crecida para este tiempo. Otro, Aarón, un rapaz de tres años. Otra vez queda en cinta. Quizás habí­a orado para no volver a quedar en cinta, a fin de evitar una tragedia. Pero con el hijo en camino, quizá desearí­a que fuera otra niña. Si fuera un niño no serí­a posible resistir la orden de darle muerte. No es difí­cil imaginarse la lucha interna en el corazón de Jocabed durante estos meses de embarazo. Y cuando al fin ha dado a luz la respuesta es: «Sí­, es un niño.»Pero el dolor maternal transforma a Jocabed en una heroí­na. Va a luchar por el hijo. Esta decisión fue remachada al ver que el niño «era hermoso» (Exodo 2:3, Hechos 7:20 y Hebreos 11:23). ¿Hermoso? ¿Que madre no considera que su hijo es hermoso? Pero Hechos 7:20 añade unas palabras que nos dan más luz: «Hermoso a los ojos de Dios.»
Jocabed captó esta hermosura, algo del otro mundo, celestial, resplandeciendo en las facciones del niño. Jocabed pensarí­a que aquel pequeño ser que descansaba en su regazo habí­a sido enviado directamente por Dios. Era una intuición que adivinaba el propósito divino. La fe se mezcló con el amor, y armada de los dos decidió que tení­a que salvar el niño a toda costa.

No sabemos cómo consiguió esconder al niño Moisés durante sus tres primeros meses. La imaginación de una madre hace prodigios. Pero llegó pronto el momento en que el niño, robusto y sano, habrí­a llamado la atención de alguien con sus lloros y gritos. «No pudiendo, pues, ocultarle más tiempo, tomo una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del rí­o.» Marí­a se quedó a una corta distancia observando. El resto todo el mundo lo sabe. Al ocurrir el maravilloso salvamento. «Â¡Madre, madre!», correrí­a alocada a su casa. «Una señora muy importante quiere que crí­es a Moisés.»
Es imposible describir con palabras el dolor y angustia que sufren algunas madres por sus hijos. El dolor en el parto, el ver al niño enfermo en la cuna con el rostro ardiente por fiebre, la ansiedad del futuro incierto que se cierne sobre ellos, y sobre todo saber que han traí­do al mundo un ser con un alma y tienen que dar cuenta de ella a Dios por la forma en que lo han criado. Pero, ¡oh!, el gozo de poder decir, como decimos de Jocabed: «Su fe salvó al niño.»
Preguntas Sugeridas Para Estudio Y Discusión:
1. ¿Cuál es el rasgo más notable de la vida de Jocabed?
2. ¿Cuál fue la recompensa de su fe?
3. ¿Qué podemos aprender de su vida que robustezca nuestra propia fe?

Fuente: Mujeres de la Biblia

(heb. yôḵeḇeḏ, probablemente ‘Yahvéh es gloria’, aunque M. Noth [Die israelitschen Personennamen, 1928, pp. 111) piensa que puede ser de origen extranjero; °vrv3 transcribe “Joquebed”). Madre de Moisés, Aarón, y María (Ex. 6.20; Nm. 26.59). Era hija de Leví, y se casó con su sobrino Amram, aunque, según la LXX de Ex. 6.20 eran primos, si bien S. R. Driver (CBSC, 1918) cree que el TM preserva una genuina tradición antigua.

J.G.G.N.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico