HABOR, RIO

Según la Biblia, el rí­o Habor (2 R. 17:6) fue uno de los destinos de los israelitas exiliados por los asirios del reino del norte, tradicionalmente las †œdiez tribus perdidas†. En los tiempos partos, el área por un breve tiempo albergó a un estado judí­o virtualmente autónomo.
I. Descripción y Ubicación. El rí­o Habor puede ser dividido en dos partes muy diferentes. La mitad superior corre hacia el sureste desde su nacimiento en Ras-el-Ayin cerca del antiguo *Gozán hacia su conjunción con el rí­o Jaghjagha. Las dos corrientes reciben, durante la temporada de lluvias, numerosos tributarios del norte a lo largo de su curso, de tal manera que abrazan lo que una vez fue un área muy fértil que se asemejaba a un delta del rí­o al revés. La mitad baja fluye hacia el sur entre las montañas de Abd-el-Azis y de Sinjar y hacia adelante a través de un área mayormente estéril hasta unirse al Eufrates arriba de *Terqa. Este es el valle del alto Habor, dotado con los remanentes de 500 o más colonizaciones antiguas (tells), las cuales en el perí­odo de la antigua Babilonia albergaban una población calculada en 50.000 habitantes, aunque ahora está relativamente despoblado.
II. Exploración de la Región. Aunque numerosos exploradores y arqueólogos habí­an cruzado la región del Habor en décadas anteriores, fue una expedición británica bajo M. E. L. Mallowan que primero emprendió un reconocimiento completo tanto del †œtriángulo† de Habor como del bajo Habor en 1934–35. La gran posibilidad de la primera área condujo a excavaciones sistemáticas en dos sitios, Shagar Bazar y Brak, en la mitad oriental del triángulo. Otras campañas en estos sitios en 1936–38 dieron por concluido el trabajo. Los esfuerzos franceses y sirios han tenido éxito en identificar algunos de los otros sitios en el área desde la Segunda Guerra Mundial (véase más adelante). Para la parte occidental del triángulo, véase GOZAN.
III. La Región de Habor en Tiempos Prehistóricos. Hallazgos superficiales por todo el †œtriángulo† de Habor indican que el área estaba ocupada por los más antiguos agricultores, quienes probablemente abandonaron el área de las lluvias de las tierras altas de Anatolia al norte para penetrar en el sur tanto como les fuera posible sin la ayuda de la irrigación. En Shagar Bazar, como en Gozán, la cerámica sin pintura data desde finales del perí­odo neolí­tico; en los tiempos calcolí­ticos se encuentra tan al sur como Brak y la loza de Halaf toma su nombre de la región (véase GOZAN.)
IV. El Tercer Milenio. El último perí­odo protoliterario y los perí­odos completes de la primera dinastí­a están bien representados en Brak y Shagar Bazar, los sitios más sistemáticamente excavados de la región. Tal vez los hallazgos más caracterí­sticos del primer perí­odo son los miles de †œí­dolos-ojos† de Brak los cuales en algunos cí­rculos han sido tomados como evidencia de un culto muy extendido del sol y la luna como †œojos† gemelos del cielo en el pre y proto-histórico Cercano Oriente (véase Bibliografí­a). Estos í­dolos y otros objetos que incluyen particularmente bolitas se hallaron en y debajo de los cimientos de un templo repetidamente reconstruido en el mismo sitio.
También en este sitio, las excavaciones de Brak revelaron un palacio inesperado identificado por los ladrillos inscritos como perteneciente a Naram-Sin de *Acadia ( ca. 2252–2216 a. de J.C. ). Hay evidencias tanto literarias como de inscripción en cuanto a las conquistas de los reyes sargónicos en el norte de Mesopotamia, pero los extensos remanentes del palacio de Brak son los testigos más impresionantes encontrados hasta ahora acerca de la extensión de la influencia acadia en el área. Los gobernadores neosumerios de la tercera dinastí­a de Ur ( ca. 2111–2004 a. de J.C. ) parecen haber perpetuado el dominio sureño aquí­ al final del milenio.
V. La Era de Mari. A principios del segundo milenio, todo el valle de Habor estuvo dominado por *Mari, en el Eufrates, unos 80 kms. debajo de la confluencia del Habor. El triángulo de Habor fue conocido como Idamaraz en este tiempo. Numerosos nombres de lugares que figuran en la correspondencia de Mari deben buscarse en esta área, aunque frecuentemente es difí­cil establecer correlaciones definitivas entre los antiguos nombres y los sitios modernos. Durante el perí­odo de la supremací­a de la antigua Asiria en Mari, una de las residencias reales de Asiria estaba ubicada en Shubat-Enlil en esta área; algunos eruditos la identificarí­an con Tell Hamidi o Tell Lelan, otros con Shagar Bazar, mientras que otros piensan que Shagar Bazar deberí­a más bien identificarse con Harsi o Kirdahat. Identificaciones positivas hasta ahora son posibles en únicamente cuatro sitios de esta área: Tell Barri (al oriente de Shagar Bazar y el norte de Brak en el rí­o Jaghjagha) con Kahat; Nisibis (donde el Jaghjagha cruza la frontera turca) con Nasibina; Amuda (al occidente de Nisibis) con Urkish y Tell Halaf con Gozán.
Arqueológicamente, este perí­odo está bien definido en la región, ya que produjo la caracterí­stica cerámica pintada a la cual Mallowan ha dado el nombre de loza de Habor (Khabur). Se ha encontrado también al oriente y al occidente del triángulo de Habor, pero en ninguna otra parte con tal abundancia; aún más, puede ser fechada de una manera más o menos rigurosa al intervalo de ca. 1900–1600 a. de J.C. , en base a sus textos cuneiformes encontrados y asociados con la loza en Brak y especialmente en Shagar Bazar.
VI. El Perí­odo Hurrita. El triángulo de Habor fue el primer asiento de un estado hurrita independiente en Mesopotamia, ya que el texto más antiguo hurrita ahora conocido es una inscripción de un rey llamado Dish-atal quien gobernó Urkish (véase más arriba) en el último perí­odo sargónico. Unos cuantos nombres hurritas también aparecen en las tabletas de la antigua Babilonia de Shagar Bazar. Así­ no es de sorprenderse encontrar el corazón del estado de *Mitanni en esta área en la mitad del segundo milenio (véase bajo GOZAN), Mitanni era hurrita en lenguaje y en alto grado en población, aunque gobernado por una aristocracia indoariana. Entre sus rasgos culturales distintivos estaba generalizada la crianza de caballos, las carreras de caballos y por lo tanto es interesante notar que ya se mencionan caballos en los textos de la antigua Babilonia en Shagar Bazar. No hay textos, (hurritas o de otra clase), de la región en este perí­odo, pero los de Nuzi, Ugarit, Anatolia y Egipto afirman el papel vital desplegado por los hurritas de Mitanni tanto en lo cultural como en la transmisión de la literatura babilónica a los heteos y aun, se cree, a los israelitas (véase Bibliografí­a) y también en lo polí­tico. El registro de la cerámica, por otra parte, está bien documentado aquí­ y de nuevo es un estilo distintivo que une el triángulo de Habor con sus vecinos orientales y occidentals de las mismas latitudes; es una cerámica lujosa conocida indistintamente como mitania, hurrita o nuzi.
VII. El Perí­odo Asirio. El colapso de Mitanni parece haber traí­do consigo una declinación marcada en las fortunas del triángulo de Habor, especialmente en su mitad oriental, donde los sitios principales (Shagar Bazar y Brak) parece que nunca han sido reconstruidos después de ca. 1400 a. de J.C. , tal vez porque la cima de sus promontorios habí­a llegado a ser muy pequeña. Estando ubicado en el camino de la expansión *asiria hacia el oeste, el área a su debido tiempo llegó a caer bajo el gobierno asirio, la mayorí­a del cual fue dividido entre las provincias de *Gozán, Isalla (Huzirina) y Nasibina (Nisibis). Su importancia para la historia bí­blica se halla especialmente en que los israelitas deportados de la Transjordania, Galilea y Samaria fueron instalados sucesivamente sobre el Habor, †œel rí­o Gozán†, por Tiglat-pileser III (1 Cr. 5:26), Salmanasar V y Sargón II (2 R. 17:6; 18:11). Como en el caso del último exilio babilónico, estas colonias debieron haber sido más durables que lo que se ha deducido de la historia de las †œdiez tribus perdidas†, porque no sólo aparecen nombres personales israelitas en documentos cuneiformes y arameos del perí­odo neoasirio, sino que el área continuó siendo un próspero centro judí­o de la vida provincial aun después de la caí­da de Asiria y Babilonia, sin duda fortalecida por nuevos grupos de emigrados de Palestina. Josefo, por ejemplo, registra la existencia de un enclave judí­o virtualmente autónomo en el área en los tiempos partos y que continuó floreciendo como un centro de la vida y la educación judí­as en el perí­odo sasánido como está afirmado en el Talmud babilónico.
BIBLIOGRAFIA: Allen H. Godbey, The Lost Tribes a Myth, Durham, North Carolina, Duke University Press, 1930. M. E. L. Mallowan, †œThe Excavations at Tall Chagar Bazar and an Archaeological Survey of the Habur Region, 1934–35†, Iraq, III, 1936, págs. 1–86; IV, 1937, págs. 91–177 más xii–xix; †œExcavations at Brak and Chagar Bazar†, ibid., IX, 1947, págs. 1–266 más i–lxxxvi. C. J. Gadd, †œTablets from Chagar Bazar (and Tall Brak)†, ibid., IV, 1937, págs. 178–185; VII. 1940, págs. 22–66. Margarete Riemschneider, Augengott und Heilige Hochzeit, Leipzig, Koehler und Ameland, 1953. E. A. Speiser, †œThe Hurrian Participation in the Civilization of Mesopotamia, Syria and Palestine†, Journal of World History, I, 1953–54, págs. 311–327. W. J. Van Liere, †œNouvelle Propspection Archéologique dans la Haute Jézireh Syrienne†, Les Annales Archélogiques de Syrie, IV–I, 1954–55, págs. 129–148 más i–iv y mapa (con J. Lauffray); †œUrkis, Centre Religieux Hurrite†, ibid., VII, 1957, pp. 91–94; †œNotice Géographique sur le Site de la Ville de Kahat – Tell Barri†, ibid., XI–XII, 1961–62, págs. 163 y sigtes. con mapa. Georges Dossin, †œLe Site de la Ville de Kahat†, ibid., págs. 197–206 más i–ii.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico