Filisteos/as (heb. pelishtî y pelishtîm, «los que habitan en aldeas [emigran]»; egip. prs7 y pwrs7 [tal vez se pronunciaba Pulesati]; as. palastu, pilishta y pilistu; quizá también aparece en el disco de Festo, procedente de Creta [la patria de los filisteos], donde en escritura jeroglífica -todavía comprendida muy imperfectamente-, quizá le corresponda el nombre pi-ri-ta). Descendientes de los casluhim y nación hermana de los caftorim (Gen 10:14). De acuerdo con Amo 9:7, vinieron de Caftor (Creta) y de las otras islas de la región, y en Jer 47:4 se los describe como el resto de la costa de Caftor. Así resulta que vivieron originalmente en Creta o residieron allí por un tiempo antes de emigrar a Palestina. En realidad, 455 pudieron haber sido los pueblos que invadieron Creta a mediados del 2º milenio a.C. y destruyeron la floreciente civilización nativa, conocida como la cultura minoica. Además, los registros egipcios y las evidencias arqueológicas muestran que eran parte del gran movimiento de los Pueblos del Mar, quienes cayeron sobre el territorio griego desde Creta, Sicilia, Cerdeña y las islas del mar Egeo, e invadieron el Asia Menor (s XIII a.C,) y destruyeron el Imperio Hitita y una cantidad de estados de Siria. Ramsés III (c 1196-c 1165 a.C.) en batallas en tierra y mar derrotó a estos Pueblos del Mar y los empujó a los países de donde habían venido (nótese que el Mar Mediterráneo es llamado una vez «mar de los filisteos» [Exo 23:31] ). Sin embargo, los filisteos y algunos otros grupos, como ciertos cretenses, permanecieron en Palestina y se establecieron en la región costera sur del país. Pequeños grupos de filisteos habían estado viviendo en esa región desde los tiempos de los patriarcas. Sin embargo, en esa época eran tan pequeños e insignificantes en lo político que estuvieron contentos de hacer un tratado de amistad con Abrahán e Isaac, que apenas eran jefes nómades (Gen 21:32, 34; 26:1, 26-31). Pero con la llegada de fuertes contingentes en el tiempo de los jueces (s XII a.C.) la situación cambió, y los filisteos llegaron a ser una amenaza para Israel. El templo mortuorio de Ramsés III en Medînet Habu, al oeste de Tebas, proporciona mucha información gráfica con respecto a ellos. Relieves en piedra los muestran con cascos decorados con plumas -una característica distintiva de ese pueblo (fig 223)-mudándose con sus familias en carros de bueyes hechos de madera y con 2 ruedas. Estos vehículos eran al mismo tiempo poderosos elementos de batalla, contra los cuales las flechas y las lanzas de los egipcios eran comparativamente inofensivas. Poseían también armas de hierro y ejercían el monopolio de la importación de ese metal (cf 1Sa 13:19-22), lo que les daba supremacía militar sobre los palestinos nativos, incluyendo a los hebreos. Después de haber ganado un lugar en la tierra, no perdieron tiempo en usar esa ventaja en un intento por ocupar y controlar toda Palestina. Sólo después de muchas guerras su avance pudo ser frenado y quedaron limitados a la región costera. Véanse los Mapas VI-X, E/F-1/2, etc., para visualizar la variada extensión del territorio filisteo en tiempos del AT. Cuando los israelitas salieron de Egipto, Dios no los condujo por el camino de los filisteos (Exo 13:17,18), aunque en ese tiempo éstos no eran todavía un grupo peligrosamente grande. Cuarenta años más tarde, cuando los israelitas invadieron Canaán, al principio no tomaron las ciudades que luego llegaron a ser las fortalezas de los filisteos (Jos 13:2, 3; cf Jdg 3:1-3). Sin embargo, poco después las tribus de Judá conquistaron Gaza, Ascalón y Ecrón (Jdg 1:18). Estas parecen haber sido recapturadas por los filisteos cuando entraron por la fuerza en el país en el s XII a.C., porque no las encontramos en manos de los israelitas durante su historia posterior. Samgar, el héroe del período de los jueces de quien poco se conoce, se distinguió por matar a 600 de ellos (3:31). La primera opresión filistea de los israelitas comenzó poco después del gobierno de Gedeón (Jdg 10:6, 7), probablemente a mediados del s XII a.C. Hacia el fin de ese siglo comenzó otra opresión que duró 40 años (13:1). Durante ese período las hazañas de Sansón, que les infligió graves daños y perdidas: pero su carácter falto de disciplina lo llevó a su derrota y no liberó a Israel (cps 14-16). En medio de esta opresión, los filisteos derrotaron a los israelitas en la batalla de Afec, capturaron el arca y probablemente destruyeron Silo (1Sa 4:1-11). Veinte años más tarde, los israelitas se agruparon alrededor de Samuel y derrotaron a los filisteos en la batalla de Eben-ezer, liberando así al país (7:5-14). Durante el tiempo de Saúl, nuevamente extendieron su control al interior de Palestina. Subyugaron a los israelitas y los mantuvieron en sumisión al negarles herramientas y armas de hierro (1Sa 13:19-21), y establecieron guarniciones por todo el país (10:5; 13:3). Las hostilidades fueron frecuentes entre las 2 naciones (14:52). A pesar de la victoria local de Jonatán sobre ellos en Geba y Micmas (1S. 13:3-14:31), regresaron y desafiaron a Israel con su gigante Goliat. En esta ocasión fueron derrotados otra vez, perdiendo a su paladín, a quien David mató (17:1-52). Pero, con el transcurso del tiempo, hubo varios encuentros más entre las fuerzas de Saúl y las de los filisteos (18:27; 19:8; 23:27, 28). Perseguido por Saúl, David fue 2 veces a buscar refugio entre los filisteos. En la 1ª ocasión despertó sospechas, pero la siguiente vez pudo convencer al rey de Gat de su sinceridad y utilidad, y como resultado le dieron el pueblo de Siclag (21:10-15; 27:1-12). Entretanto, los filisteos una vez más habían extendido su control hasta el corazón del territorio israelita. En la batalla de Gilboa derrotaron decisivamente a los israelitas, y éstos perdieron a su rey y los príncipes reales (29:1-31:1-6). 456 Cuando David fue coronado, tuvo éxito en derrotar a los filisteos tan completamentes que abandonaron por un buen tiempo sus intentos de invadir el país de sus vecinos (2Sa 3:18; 5:17-25; 8:1-19:9; 21:15-22; 23:9-17; 1Ch 11:13, 14; 18:1; 20:4, 5). Después de esto, se los menciona cada vez menos en los períodos posteriores de la historia de Israel. El reino del norte de Israel realizó 2 intentos de capturar Gibetón de manos filisteas (1Ki 15:27; 16:15), y Josafat de Judá parece haber hecho tributarios a algunos filisteos (2Ch 17:11). Bajo los reyes Joram y Acaz éstos invadieron otra vez el territorio de Judá (21:16; 28:18), pero Uzías y Ezequías realizaron exitosas incursiones en su territorio (2Ch 26:1, 6, 7; 2Ki 18:1, 8). Los asirios los invadieron y subyugaron varias veces, como lo indican los registros asirios. Más tarde, los filisteos sucesivamente llegaron a ser parte de los imperios babilónico, persa y greco-macedónico, y a estar bajo gobernantes helenísticos. Lucharon del lado de los seléucidas contra los judíos durante el período macabeo (1 Mac. 3:41). Judas y Jonatán, los macabeos, capturaron Asdod y Ascalón y obligaron a Gaza a rendirse (5:68; 10:83-89; 11:60-62). El territorio filisteo, con excepción de Ascalón más tarde parte del reino de Herodes, y como tal heredado por sus sucesores,Arquelao y Agripa I. Los filisteos no son mencionados en el NT. Mapas XIV-XVI. 223. Egipcios llevando prisioneros filisteos (grabado sobre la pared del templo de Medînet Habu). Como los filisteos fueron enemigos acérrimos de Dios y de su pueblo durante muchos siglos, es fácil comprender por qué profetas hebreos pronunciaron mensajes condenación contra ellos (véase Isa 11:14; Jer 25:15, 16, 20; 47:1-7; Eze 25:15-17; Amo 1:6-8; Oba_19; Sof. 2:4, 5; Zec 9:5-7). Bib.: B. Schwartz, JNES 18 (1959):226; G. E. Wright, BA 22 (1959):54-66;29 (1966): 70-86; H. Tadmor, BA 29 (1966):86-102.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico