Es universal la aceptación de esta epístola como escrita por el apóstol Pablo. Figura en la lista del fragmento de Muratori ( †¢Canon del NT) y era reconocida desde el siglo II d.C. La crítica que se le hacía al documento estaba relacionada con su supuesta superficialidad, observándose que se trata de una carta muy personal, sin el desarrollo de ningún tema de doctrina. Sin embargo, precisamente el carácter doméstico, familiar, el tono íntimo de la carta, en la cual casi siempre se usa la segunda persona del singular, arrojan una valiosísima luz sobre la forma en que el apóstol Pablo se trataba con sus hermanos en Cristo. Pablo, preso en Roma, predica el evangelio y se convierte †¢Onésimo, un esclavo escapado de Filemón. Ambos decidieron que Onésimo debía arreglar su relación personal con su antiguo amo, por lo cual Pablo le envía con cartas para él, para los hermanos de †¢Colosas y para los de Laodicea. †¢Tíquico acompaña a Onésimo en el viaje. Fue escrita alrededor del año 62 ó 63 d.C. Timoteo aparece como coautor de la epístola.
Introducción. Las mismas palabras introductorias de la misiva dan la tónica que ésta tendría en su totalidad, pues el apóstol se presenta humildemente, sin acudir a su autoridad apostólica, sino como †œprisionero de Jesucristo†. La carta también va dirigida †œa la amada hermana †¢Apia, y a †¢Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa† (v. 2). Va a pedir algo, pero quiere conseguirlo, no por obediencia frente a su autoridad, sino por solidaridad y amor entre colaboradores en el evangelio. Nótese que escribe un †œprisionero†, a un †œamado colaborador†, a una †œamada hermana†, a un †œcompañero de milicia† y a una iglesia.
Buen testimonio de Filemón. El apóstol da gracias a Dios porque había tenido noticias †œdel amor y de la fe† de Filemón. Este amor y esta fe eran †œhacia el Señor Jesús, y para con todos los santos†. Las buenas obras de Filemón le habían producido †œgran gozo y consolación† (vv. 4-7). El conocimiento de estas cosas en cuanto a Filemón le permitían al apóstol hacer con confianza su pedimento.
Onésimo. Pablo sabe que tiene autoridad para ordenar y lo dice, pero aclara que no ordena, sino que ruega (†œSiendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo; te ruego por mi hijo Onésimo†). Hace un juego de palabras, porque Onésimo significa †œútil† (†œel cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil†) (vv. 8-11).
La solicitud. Lo que pide el apóstol es que Filemón reciba a Onésimo (†œrecíbele como a mí mismo†). Pablo hubiera querido retener a Onésimo, pero pensó que no era bueno hacerlo sin el consentimiento de su amigo. Al recibirle, Filemón debía tratar a Onésimo †œno ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado†. Nótese el uso de la palabra †œcomo†. Pablo no niega que Onésimo seguía siendo esclavo, pero ahora debía ser tratado †œcomo hermano amado† (vv. 12-16).
El garante. Pablo promete pagar cualquier daño del cual fuere responsable Onésimo. Pero le recuerda con dulzura a Filemón que él mismo se debía al apóstol. Expresa que desea recibir †œalgún provecho† de su amigo y que por eso le escribía confiando en su obediencia (†œsabiendo que harás aun más de lo que te digo† [vv. 17-21]).
Despedida. El apóstol espera ver pronto a Filemón, pues sabe que están orando por él. En toda la epístola, que es muy corta, Pablo ha mencionado sus prisiones unas cuatro veces. Ahora, al terminar, lo hace una quinta vez, cuando envía los saludos de †¢Epafras (†œmi compañero de prisiones por Cristo Jesús† [vv. 22-23]).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano