El que garantiza con su persona o bienes el cumplimiento de una deuda se llama fiador. Aquello que se pone como garantía es la fianza. El verbo arab se usa en hebreo para señalar el acto de hacerse garante de un préstamo o de una promesa. Judá †œsalió por fiador† ante su padre de que traería de vuelta a †¢Benjamín (Gen 44:32). La †¢prenda era una de las formas de garantizar un préstamo.
En el libro de los Proverbios se hacen muchas advertencias en contra de salir por fiador de otra persona (Pro 6:1-5; Pro 11:15; Pro 17:18, etcétera). Se recomienda: †œNo seas de aquellos que se comprometen, ni de los que salen por fiadores de deudas† (Pro 22:26). La expresión †œdar la mano† señala el otorgamiento de una fianza. El mismo término que se usa para †œfianza† es traducido como †œrehenes† en el caso de prisioneros de guerra (2Re 14:14), porque éstos eran una garantía de que no habría rebeliones. En el NT, el Señor Jesús es presentado como fiador del nuevo pacto (†œPor tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto† [Heb 7:22]).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
El fiador es el que se responsabiliza de una deuda, o del cumplimiento de un compromiso contraído por otra persona. Fianza es una garantía depositada ante posibles daños o pérdidas. Las Escrituras aconsejan extrema cautela en lo que respecta a salir de fiador (Pr. 11.15; 17.18; 22.26–27). La frase “tocar la mano” (°vrv1) equivale a salir fiador (Pr. 6.1–2; 17.18).
Judá aceptó ser fiador con su persona por la seguridad de Benjamín (Gn. 43.9; 44.32). La entrega de rehenes (2 R. 18.23; Is. 36.8) configura una idea similar. Esta misma palabra se utiliza con referencia a nuestro Señor (He. 7.22; cf. Sal. 119.122).
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico