EXTRATERRESTRES

La Iglesia no se ha pronunciado oficialmente sobre la existencia de extraterrestres. Ni la Biblia ni la Tradición Apostólica mencionan nada al respecto. La existencia de estos seres no cambiarí­a en nada la doctrina católica. La Biblia nos enseña que Dios posee supremací­a y poder absoluto sobre todo lo creado. Solo El es Dios y ni los ángeles, ni los hombres ni los supuestos extraterrestres son Dios.

Como criaturas, los extraterrestres serí­an absolutamente dependientes del único Dios y, si tuviesen inteligencia, habrí­an sido creados para conocerle, amarle y servirle. También estarí­an bajo la autoridad de Jesucristo quien es El Señor de toda la creación y a quien todo ser en el cielo y en la tierra debe adorar.

Los extraterrestres no tendrí­an ninguna autoridad sobre nosotros ni pueden ser nuestros salvadores. Nuestro salvador solo puede ser Jesucristo porque nuestra caí­da fue causada por una ofensa contra Dios y solo Jesucristo, por ser Dios, puede reconciliarnos con Dios.

¿La pirámides de Egipto y de América, no son obra de extraterrestres?

No es necesario apelar a seres extraterrestres para resolver los enigmas de estas obras extraordinarias. Sabemos que Dios inspira y da medios a los hombres para hacer grandes cosas que posteriormente parecen imposibles. El hombre refleja el genio de su Creador, quien otorga sus dones como y cuando quiere.

¿Serán los ángeles extraterrestres?

Podemos ser visitados por mensajeros de Dios o por demonios. Ni uno ni el otro son extraterrestres en el sentido usual de la palabra. Los ángeles No son †œextraterrestres† porque, siendo espí­ritus puros, no necesitan habitar en un lugar fí­sico. Habitan en el cielo, aunque pueden hacerse presente en cualquier lugar que Dios los enví­e.

¿Pero no se han reportado encuentros con extraterrestres?

Sí­, como se han reportado también encuentros con seres mitológicos y con sirenas. El hecho es que no se han verificado. Los reportados encuentros con extraterrestres pueden tener diversos orí­genes: El sensacionalismo, la imaginación (se observa algo extraño y se concluye falsamente que es un ovni), la demencia y la mentira. Cuando el contacto con los †œextraterrestres† está asociado a la práctica religiosa o a mensajes, es posible que se trate de actividad diabólica. El demonio puede engañar haciendo portentos sensibles para acreditarse poder, fomentar falsas creencias y apartarnos de Jesucristo.

¿De igual manera, no se podrí­an rechazar las apariciones de la Virgen?

La Iglesia está consciente del peligro de apariciones falsas. Es por eso que procede con suma cautela ante reportes de apariciones. Es cierto que muchas de ellas resultan ser falsas, pero también hay que recordar que, si bien el demonio tiene poder para engañar, mucho más poder tiene Dios para comunicar la verdad sin engaño. Dios ha prometido que el Espí­ritu Santo guiará siempre a la Iglesia. Las apariciones son investigadas rigurosamente por muchos años hasta que se perciben los frutos y se descartan posibilidades de engaño. Es por eso que tenemos confianza de que las apariciones aprobadas por la Iglesia son auténticas.

Los reportes de visitas de extraterrestres, por el contrario, no han producido otro fruto que fantasí­as.

Fuente: Diccionario Apologético