La palabra «existencial» es usada por la neortodoxia (véase) para designar el punto de un compromiso personal en un acto de fe. La fe existencial cree con una pasión interna; está interesada en la relación que hay entre uno y el objeto de la fe; elige desde dentro del centro de la libertad moral. La fe barata cree con demasiada facilidad, sin darse cuenta del costo.
Kierkegaard formuló la hipótesis para el existencialismo. Él estaba grandemente afectado por la ortodoxia muerta de la iglesia de Dinamarca. Halló que los cristianos estaban sustituyendo los símbolos de la fe—bautismo, confirmación y la doctrina en general—por la fe misma. Los cristianos repetían el Credo de los Apóstoles, pero no tomaban en cuenta la relación de lo que recitaban y el estado de sus propias vidas.
Kierkegaard ilustró el riesgo de la fe con el ofrecimiento de Isaac por parte de Abraham. La fe fácil lee el relato y declara, «sí, sí». Y luego pasa a otro asunto. La fe existencial se siente afectada por el relato porque debe responsabilizarse personalmente por lo que cree. ¿Cómo puede un Dios santo cometer un sacrificio humano? ¿Y cómo puede un pecador amar a Dios tan perfectamente que trasciende al afecto por su propio hijo? La fe existencial admira lo que no puede creer; y cuando cree, cree con temor y temblor.
La especulación es lo opuesto de la fe existencial, y la ilustración más pertinente de una especulación la tenemos en la ciencia. El científico puede dedicarse a ella porque se divorcia a sí mismo de cualquier relación con su experimento. El asume una actitud independiente; él busca la objetividad, la predicción y el control.
La fe existencial no puede asumir el papel de un espectador porque ella debe unirse con el objeto de fe en un compromiso espiritual. Dios es una persona, y una persona es conocida solamente en y a través de un acto de autorendición. La comunión es la unión de la vida con la vida; es un compartir de esencia.
Aunque el término «existencial» denota propiamente intereses neortodoxos, tiene un significado que siempre ha sido precioso a los cristianos de todas partes. La Escritura distingue entre fe general y fe vital. La fe general es la fe fácil; es la fe de los demonios. La fe vital es confianza cordial; es una acción de toda el alma en un compromiso personal. La fe vital es transformada por la relación entre el ser y aquello en lo que se cree.
BIBLIOGRAFÍA
E.L. Allen, Existentialism from Within; Margorie Grene, Dreadful Freedom; S. Kierkegaard, Fear and Trembling; Hemut Kuhn, «Existentialism: Christian and AntiChristian» en ThT 6, 311–323.
Edward John Carnell
ThT Theology Today
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (246). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología