Ultimo de los libros históricos el AT; cuenta la manera en que Ester se convirtió en reina de Persia y cómo contribuyó para salvar a los judíos del plan de Amán para eliminarlos. La mayoría de los estudiosos de hoy están de acuerdo en que Asuero fue el Jerjes que reinó del 486 al 465 a. de J.C. Es probable que el libro haya sido escrito alrededor del 400. Se desconoce el autor, pero es obvio por los detalles del registro que conocía bien la vida de la corte persa. Los judíos siempre han aceptado como canónico el libro de Ester.
Un texto cuneiforme sin fecha menciona a un tal Mardoqueo (Marduka) que era un alto oficial en la corte persa de Susa durante el reinado de Jerjes y aun antes bajo Darío I. Este texto vino de Borsipa y es la primera referencia a Mardoqueo fuera de la Biblia.
Algunas particularidades sobresalientes del libro son la ausencia total del nombre de Dios, la falta de enseñanza religiosa directa y la total ausencia de la mención de la oración. Sólo pudieron haber ocurrido estas características notables intencionalmente. Es probable que el libro haya sido escrito para los judíos del imperio persa como un relato que podía circularse sin peligro de ofender al pueblo de esas tierras que gobernaban a muchos judíos.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Este libro aparece en el †¢canon hebreo entre †œlos cinco rollos† (Megillot) o hagiógrafos. Se ha discutido mucho su canonicidad. Es particularmente interesante el hecho de que en †¢Qumrán se han encontrado rastros de todos los libros del AT, menos E. Se piensa que como la comunidad de Qumrán sólo respetaba las festividades prescritas en el Pentateuco, no estaba interesada en E., que es la historia de la festividad de †¢Purim, la cual no está ordenada en otra parte de las Escrituras. De todas maneras, el libro de E. ha sido considerado como canónico por el Talmud, el concilio judío de †¢Jamnia y la comunidad judía y cristiana, especialmente después del siglo I d.C.
Debe consignarse que la †¢Septuaginta contiene en E. unos ciento siete versículos que no figuran en RV60 ni en las traducciones modernas, porque no forman parte del original hebreo. Jerónimo los agrupó como un apéndice, explicando en cuál lugar del texto los había encontrado. Pero cuando Esteban Langton dividió la Biblia en capítulos y versículos, puso los versículos del apéndice de Jerónimo en forma consecutiva al final del texto original de E. En estas adiciones, que aparentemente son de origen griego, se incluye el uso del nombre de Dios, cosa que no figura en el texto hebreo, y se subraya, además, el carácter religioso del libro.
Autor y fecha. El autor es anónimo, pero hay que notar que era alguien muy familiarizado con las costumbres de la corte persa. No existen referencias externas al libro de E. que nos permitan ubicarlo en una fecha determinada, por lo cual hemos de llevarnos de las evidencias internas. Es claro que el lenguaje corresponde al período persa. Además, el texto carece de toda influencia griega. Se presenta a †¢Asuero como un gobernante del pasado, tratándosele benignamente. Parece que fue escrito antes de la dominación de los persas por Alejandro Magno. La mayoría de los eruditos identifican al rey Asuero con Jerjes, o Artajerjes. Por lo tanto, se piensa que fue escrito alrededor del año 400 a. C.
Problemas de historicidad. Se señala a menudo que este libro contiene algunos aspectos que presentan problemas en cuanto a su comprobación como evento histórico. Entre ellos:
a) Que la duración (180 días) de la fiesta ofrecida por Asuero es exagerada (Est 1:1-4). Pero esta es una crítica que bien podría ser un anacronismo al evaluar un hecho del pasado con los criterios de hoy. Por otra parte, se ha sugerido que la fecha de este evento coincide con los meses de planificación militar para la expedición a Grecia, lo cual explicaría la presencia de las autoridades en Susa.
) Que el rey persa tenía que casarse, por ley, con una princesa de una de las siete familias principales. Pero resulta que se tiene conocimiento de que Cambises no cumplió al pie de la letra con esa costumbre. La mayoría de los reyes orientales tenían muchas esposas.
) Que los nombres de la historia tienen paralelo con leyendas persas. †¢Mardoqueo, sería el dios Marduc. Ester sería la diosa Istar. Amán sería el dios Humman. Vasti sería la diosa Masti. Parece dudoso, sin embargo, que los judíos utilizaran una leyenda idolátrica para justificar una festividad suya.
) Que según Herodoto la esposa de Jerjes se llamaba Amestris. Pero eso no prueba que no tuviera otras reinas.
) Que la orden de masacrar a los judíos parece exagerada. Pero eso no toma en consideración que los persas habían hecho unas matanzas horribles y sistemáticas contra los escitas.
) Que se dice de Mardoqueo que había sido traído de Jerusalén como exiliado. Pero la verdadera traducción del texto señala que se alude a Cis, su bisabuelo.
Estas y otras cosas ciertamente se presentaban como dificultades en el entendimiento de un relato de algo que sucedió en un período del cual no se tienen muchos datos en la historia secular. Pero como ha sucedido en otros casos, las investigaciones históricas siempre dan la razón al texto bíblico. Y así sucederá cuando se sepa más de la historia de los tiempos de Jerjes o Artajerjes.
otra parte, los detalles que el libro ofrece sobre las costumbres persas coinciden con lo que se conoce en la historia secular. Se sabe por otras fuentes que en Persia el rey tenía un consejo formado por siete nobles (Est 1:14); que el sistema de correos estaba muy desarrollado (Est 3:13; Est 8:10); que tenían la costumbre de usar la †¢horca (Est 2:23; Est 5:14); que creían en días de buena y mala †¢suerte (Est 3:7). Lo que nos dice del carácter de Jerjes está atestiguado por historiadores. Sus fiestas eran muy famosas, así como sus regalos. Lo que dice E. en cuanto a que el imperio persa abarcó desde la India hasta Etiopía es correcto (Est 1:1), así como también que el palacio de invierno del rey quedaba en †¢Susa. Los hallazgos arqueológicos que se han realizado en él confirman lo que dice este libro.
Características. Algunos eruditos han sugerido que el relato de E. encaja bien dentro del concepto de †œhistoria novelada†, es decir, que el escritor tejió una trama de su fantasía poniendo a los personajes que creó dentro del marco de una época histórica determinada. La mayoría de los creyentes, sin embargo, aceptan la autenticidad del relato de E. tal como se presenta en la Biblia. El libro está escrito de una manera elegante, que mantiene la atención del lector desde el inicio con sus ingredientes de intriga y suspenso. La intención del autor es explicar el origen de la fiesta de †¢Purim, no hacer una biografía ni resaltar el carácter particular de los que actúan en el drama.
Asuero y Vasti. El relato comienza con una serie de festividades que durarían seis meses. Al final de éstas, Asuero hace una fiesta para el pueblo de Susa, donde abunda el vino. †œEstando el corazón del rey alegre del vino† envió por la reina †¢Vasti, para exhibir su belleza †œporque era hermosa†. ésta, temiendo por su dignidad, desobedeció y no acudió al llamado del rey, que se enfurece y consulta qué hacer con ella. El consejo real recomienda que se destituya a Vasti como reina, y se ponga a otra en su lugar. Así se hace por decreto (Est 1:1-22).
Ester. Después de un tiempo, se decide buscar la sustituta de Vasti. Se traen las jóvenes más hermosas, entre las cuales está Ester, una huérfana judía que había sido adoptada por su primo Mardoqueo. †œEster no declaró cuál era su pueblo†. Después de un tiempo de preparación, Ester fue †œllevada al rey Asuero†, que se enamoró de ella †œy puso la corona real sobre su cabeza† (Est 2:1-18).
Mardoqueo. Ester †œhacía lo que decía Mardoqueo, como cuando él la educaba†. Este Mardoqueo tenía algunas responsabilidades (†œsentado a la puerta del rey†) y se enteró de una conspiración para matarlo. Informó de eso a Ester, que lo dijo al rey. Se investigó y se supo que era cierto. Se ejecutan a los conspiradores (Est 2:19-23).
Amán. Aparece la figura de este hombre como el favorito del rey. Pero Mardoqueo no le rendía honores. †¢Amán se llena de odio hacia él y su pueblo. Decide destruir a los judíos. Así lo propone al rey, que acepta para complacerle (Est 3:1-15).
El duelo de los judíos. Cuando se recibió la orden real todos los judíos tuvieron †œgran luto, ayuno, lloro y lamentación†. Mardoqueo se viste †œde cilicio y de ceniza†. Ester sufre †œgran dolor†. Mardoqueo le recuerda que ella también corre peligro. Ester pide que los judíos de Susa ayunen por ella porque se propone presentarse ante el rey aun contraviniendo la ley que lo prohibía (†œY si perezco, que perezca† [Est 4:1-17]).
El arrojo de Ester. La reina entró ante Asuero. éste le extendió el cetro en indicación de gracia, y le pregunta qué quería. Ester le invita a un banquete junto con Amán. Se celebra el banquete, pero Ester no dice lo que quiere, sino que solicita que vengan a otro banquete al siguiente día. Amán se jacta con su familia de disfrutar del favor real. Su mujer le recomienda que haga preparar una horca para Mardoqueo (Est 5:1-14).
El homenaje a Mardoqueo. El rey pierde el sueño y para distraerse pide que le lean las memorias reales. Se lee el registro de lo que Mardoqueo había hecho de salvar la vida del rey, que pregunta a Amán qué se debe hacer a una persona a quien el rey quisiera honrar. Amán, pensando que se trataba de él mismo, dijo lo que había que hacer. El rey le ordena que se haga el homenaje a Mardoqueo. Amán se ve obligado a presidir ese homenaje y se va a su casa avergonzado (Est 6:1-14).
El banquete de Ester. En su segunda comida con el rey y Amán, Ester declara a Asuero la conspiración de Amán y lo que significaría para ella y su pueblo. El rey se enfurece y sale. Amán ruega a Ester por su vida. Cuando el rey regresa encuentra a Amán en posición comprometedora y decide que se le cuelgue en la horca que se había preparado para Mardoqueo (Est 7:1-10).
El nuevo decreto. Mardoqueo es elevado a hombre de confianza del rey. Como la ley persa no se podía revocar, Ester convence al monarca para que dicte otro decreto que autoriza a los judíos a defenderse y aun a tomar iniciativa contra sus enemigos. Así se hace. Hay gran alegría entre los judíos (Est 8:1-17).
La derrota de los enemigos. †œLos judíos se reunieron en sus ciudades … para descargar su mano sobre los que habían procurado su mal†. Las autoridades persas los apoyaron. Mueren los hijos de Amán. Los judíos deciden conmemorar este evento mediante la celebración de una fiesta todos los años. †œMardoqueo el judío fue el segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos … porque procuró el bienestar de su pueblo y habló paz para todo su linaje†.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
Libro de las Escrituras Hebreas que toma el nombre de su personaje principal, aunque en algunas copias de la Vulgata latina el título es †œAsuero†, debido a que dicho rey persa desempeña un papel muy importante en este relato. Los judíos lo denominan Meghil·láth ´Es·tér, o simplemente Meghil·láh, que significa †œRollo†, porque para ellos constituye por sí solo un rollo muy preciado.
Escritor. Las Escrituras no dicen quién escribió el libro de Ester. Algunos eruditos lo atribuyen a Esdras, pero las pruebas parecen indicar que fue Mardoqueo. El estaba en situación de conocer con todo lujo de detalles los hechos que se registran en el relato: todo lo relacionado con él mismo y con Ester, lo que hacían los miembros de la familia de Hamán y, de manera especial, lo que ocurrió en Susa el castillo. Después de llegar a ser primer ministro del gobierno persa, debió tener acceso a los documentos oficiales que se mencionan en el relato. De este modo, y al igual que Daniel, Esdras y Nehemías, quienes ocuparon puestos oficiales en el gobierno de Persia durante otros períodos y escribieron libros bíblicos sobre la relación de los judíos con esa potencia mundial, Mardoqueo era la persona más indicada para escribir, con la bendición de Jehová, el libro de Ester.
Marco histórico. El relato fija el tiempo para los acontecimientos en el reinado de Asuero, que gobernó cuando el Imperio persa se extendía desde la India hasta Etiopía y comprendía 127 provincias o distritos jurisdiccionales. (Est 1:1.) Estos acontecimientos, así como el hecho de que Esdras incluyese el libro en el canon bíblico, sitúan los sucesos en el tiempo de uno de los siguientes tres reyes: Darío I el persa, Jerjes I y Artajerjes Longimano. Sin embargo, se sabe que tanto Darío I como Artajerjes Longimano favorecieron a los judíos antes del año duodécimo de sus respectivos reinados, lo que no encaja con el Asuero del libro, ya que al parecer este no conocía bien a los judíos ni su religión y tampoco estaba dispuesto a favorecerlos. Por lo tanto, se cree que el Asuero del libro de Ester es Jerjes I, hijo del rey persa Darío el Grande. Este entendimiento se refleja en las notas y comentarios de varias versiones (BAS; CI; CJ; LT; Str; Val, 1989; VP).
Al parecer en el libro de Ester se cuentan los años reinantes de este rey a partir de la corregencia con su padre Darío el Grande. Como los primeros acontecimientos que se relatan en el libro de Ester tuvieron lugar en el tercer año de su reinado y el resto del relato llega hasta el fin de su reinado, el libro debe abarcar el período que va de 493 a. E.C. a 475 a. E.C. (Véase PERSIA, PERSAS [Los reinados de Jerjes y Artajerjes].)
El libro de Ester se escribió algún tiempo después del año duodécimo de Jerjes y para el fin del reinado de Jerjes (c. 475 a. E.C.). El vívido estilo de la narración deja entrever que el escritor fue un testigo ocular. Además, ya que parece ser que el escritor tuvo acceso a documentos gubernamentales (Est 10:2), es muy probable que el libro se escribiera en Susa, ciudad de la provincia de Elam, que por aquel entonces formaba parte de Persia. Por otra parte, el hebreo utilizado, en el que aparecen palabras persas y caldeas, encaja tanto con el tiempo como con el lugar —Persia— donde se cree que se escribió este libro.
Esdras pudo haber llevado el libro desde Babilonia a Jerusalén en 468 a. E.C., ya que formaba parte del canon de la Gran Sinagoga de Jerusalén antes de que esta desapareciera, alrededor de 300 a. E.C.
Autenticidad y canonicidad. Hay quienes dudan de la canonicidad del libro de Ester debido a que ni se cita ni se alude a él en las Escrituras Griegas Cristianas. Pero esta no es una objeción concluyente, porque las mismas circunstancias se dan en otros libros cuya canonicidad está bien demostrada, por ejemplo, Esdras y Eclesiastés. Melitón de Sardes, Gregorio Nacianceno y Atanasio están entre aquellos que lo omitieron de sus listas de libros canónicos. Sin embargo, Jerónimo, Agustín y Orígenes se refieren al libro por nombre. Asimismo, aparece en la colección Chester Beatty y en un códice compilado probablemente en la primera mitad del siglo III E.C., junto con los libros de Ezequiel y Daniel. Parece que su autoridad jamás ha sido puesta en duda ni por los judíos ni por los cristianos primitivos en conjunto. Los judíos lo suelen colocar en sus Biblias con los Hagiógrafos (los Escritos), entre Eclesiastés y Daniel.
Más tarde se insertaron en el libro añadiduras apócrifas. Algunos eruditos fijan la fecha de estas añadiduras hacia el año 100 a. E.C., es decir, unos trescientos años después de establecerse el canon de las Escrituras Hebreas, según la opinión tradicional.
Se acusa al libro de Ester de exageración, ya que hace mención de un banquete celebrado en el transcurso del tercer año del reinado de Asuero que duró ciento ochenta días. (Est 1:3, 4.) Sin embargo, algunos han dicho que pudo haberse celebrado una fiesta tan larga a fin de recibir a los numerosos funcionarios de las muchas provincias, quienes, debido a sus obligaciones, no habrían podido estar todo ese tiempo, ni todos a la vez. En realidad, el texto no dice que el banquete durase tanto tiempo, sino que el rey mostró las riquezas y la gloria de su reino durante ciento ochenta días. Se menciona un banquete en los versículos 3 y 5 del primer capítulo. Tal vez no se haga referencia a dos banquetes, sino que el banquete de siete días para todos los habitantes de Susa el castillo que se ofreció al finalizar la gran asamblea sea el mismo del versículo 3. (Commentary on the Old Testament, de C. F. Keil y F. Delitzsch, 1973, vol. 3, †œEsther†, págs. 322-324.)
En vista de que en el libro no se hace ninguna mención directa de Dios, algunos lo acusan de ser una obra profana. No obstante, el libro habla de ayuno y de un †œclamor por socorro† por parte de los judíos, lo que implica oración. (Est 4:3, 16; 9:31.) Además, en el libro hay indicios de que Dios maniobró los acontecimientos, como, por ejemplo, el insomnio del rey en el momento oportuno (Est 6:1), así como una posible alusión a que Ester llegase a ser reina por dirección divina. (Est 4:14.) Lo que es más, Mardoqueo era adorador de Jehová, como queda manifiesto en su rotunda negativa a inclinarse ante Hamán, un enemigo de Dios que, como descendiente de Agag, pudo haber sido de la línea real amalequita. (Est 3:1-6; Ex 17:14.)
Prueba histórica y arqueológica. Los hallazgos históricos y arqueológicos han venido a confirmar la autenticidad del libro de Ester. Algunos ejemplos serán suficientes: se describe con toda exactitud cómo honraban los persas a un hombre. (Est 6:8.) El blanco y el azul (o violeta) eran los colores reales persas. En Ester 8:15 se dice que Mardoqueo llevaba un †œropaje regio de paño azul y lino†, así como una capa púrpura rojiza.
Ester †œtomó su puesto en el patio interior de la casa del rey, frente a la casa del rey, mientras el rey estaba sentado en su trono real, en la casa real, frente a la entrada de la casa. Y aconteció que, en cuanto el rey vio a Ester la reina de pie en el patio, ella se granjeó favor a los ojos de él†. (Est 5:1, 2.) Las excavaciones han revelado que la descripción es exacta en todo detalle. Un corredor conducía desde la †œcasa de las mujeres† al patio interior, y la sala o recinto del trono del palacio estaba al otro lado del patio. El trono se hallaba al fondo de la sala, justamente en el centro, y desde esta posición el rey podía mirar por encima de la cortina que se interponía y ver a la reina que esperaba audiencia. Otros detalles del libro muestran que el escritor conocía muy bien el palacio. Por todo esto, las objeciones que se han presentado a la historicidad y exactitud de los hábitos y costumbres de los persas son infundadas.
Una prueba clara de la autenticidad del libro es la fiesta de Purim o Suertes, fiesta que los judíos siguen celebrando en la actualidad; con ocasión de esta fiesta se lee en las sinagogas todo el libro de Ester. Una inscripción cuneiforme hallada en Borsippa menciona a un funcionario persa de nombre Mardukâ (Mardoqueo[?]) que estaba en Susa a fines del reinado de Darío I o a principios del reinado de Jerjes I. (Zeitschrift für die alttestamentliche Wissenschaft, 1940/1941, vol. 58, págs. 243, 244; 1942/1943, vol. 59, pág. 219.)
El libro de Ester armoniza por completo con el resto de las Escrituras y complementa los relatos de Esdras y Nehemías al explicar lo que le sucedió en Persia al pueblo exiliado de Dios. Como el resto de las Escrituras, se escribió para fortalecer, consolar e instruir a los siervos de Dios. (Ro. 15:4.)
[Recuadro en la página 874]
PUNTOS SOBRESALIENTES DE ESTER
Relato vívido de cómo Ester, con la guía de su primo mayor Mardoqueo, fue usada por Dios para librar a los judíos del exterminio
Debió escribirlo Mardoqueo; al parecer abarca desde el año 493 hasta cerca de 475 a. E.C.
Ester llega a ser reina en Susa
Cuando el rey Asuero (probablemente Jerjes I) manda llamar a la reina Vasti durante un banquete real para que se conozca su belleza, ella rehúsa comparecer; el rey la destituye (1:1-22)
Se escoge a Ester de entre todas las demás vírgenes hermosas del imperio para ser reina; por recomendación de Mardoqueo, no revela que es judía (2:1-20)
La conspiración de Hamán para exterminar a los judíos se vuelve contra él
El rey ensalza a Hamán el agaguita por encima de todos los demás príncipes, pero Mardoqueo rehúsa inclinarse ante él (3:1-4)
Encolerizado por la negativa de Mardoqueo, Hamán trama aniquilar a todos los judíos del imperio; se induce al rey a concordar, se fija la fecha y se emite el decreto (3:5-15)
Mardoqueo le dice a Ester que apele personalmente al rey, a pesar de que presentarse ante él sin previa invitación puede costarle la vida (4:1-17)
El rey recibe con favor a Ester; ella invita al rey y a Hamán a un banquete; luego les pide que vuelvan al día siguiente para otro banquete (5:1-8)
Sin embargo, el gozo de Hamán no es completo, porque Mardoqueo se vuelve a negar a inclinarse ante él, de modo que Hamán manda hacer un madero muy alto y planea incitar al rey para que cuelgue a Mardoqueo antes del banquete del día siguiente (5:9-14)
Esa noche el rey no puede dormir, manda que le lean los registros y se entera de que Mardoqueo no había sido recompensado por haber descubierto un complot para asesinar al rey; cuando Hamán llega a la mañana siguiente, el rey pregunta qué debería hacérsele al hombre en quien se ha deleitado; pensando que él es ese hombre, Hamán no escatima agasajos; luego se le manda dar esos honores a Mardoqueo en público (6:1-13; 2:21-23)
Durante el banquete de ese día, Ester le hace saber al rey que Hamán la ha vendido a ella y a su pueblo para la destrucción; el rey ordena, furioso, que se cuelgue a Hamán en el madero preparado para Mardoqueo (6:14-7:10)
Mardoqueo es ascendido y los judíos se salvan
El rey da a Mardoqueo el anillo de sellar que le había quitado a Hamán (8:1, 2)
Se emite un decreto con la aprobación del rey que permite a los judíos defenderse y aniquilar a sus enemigos en el día fijado para su propia destrucción; se da muerte a muchos miles de estos enemigos (8:3-9:19)
Se decreta que esta liberación se conmemore todos los años (9:20-32)
Mardoqueo llega a ser segundo después del rey y actúa en favor de su pueblo (10:1-3)
Fuente: Diccionario de la Biblia
Este libro narra la manera en que *Ester, una judía, se convirtió en esposa de un rey de Persia, y pudo evitar el exterminio de la raza judía dentro del imperio persa.
I. Bosquejo del contenido
a. 1.1–22. Asuero depone a su esposa, Vasti, porque se rehusó a concurrir a su banquete.
b. 2.1–18. Ester, prima de Mardoqueo, judío, es elegida en lugar de Vasti.
c. 19–23. Mardoqueo le cuenta a Ester sobre un complot para asesinar al rey.
d. 3.1–15. Mardoqueo rehúsa inclinarse ante Amán, el favorito del rey, por lo que este planea asesinar a los judíos en una fecha determinada.
e. 4.1–17. Mardoqueo persuade a Ester a que interceda ante el rey.
f. 5.1–14. Ester invita al rey y a Amán a un banquete.
g. 6.1–14. El rey obliga a Amán a honrar públicamente a Mardoqueo, como recompensa por haberle revelado el complot que se tramaba contra él.
h. 7.1–10. En un segundo banquete, Ester revela el plan de Amán de matar a los judíos, y este es ahorcado en el patíbulo que había hecho preparar para Mardoqueo.
i. 8.1–17. Como no es posible revocar el edicto, el rey envía un segundo edicto por el que se permite a los judíos que se defiendan.
j. 9.1–19. Los judíos aprovechan la oportunidad para matar a sus enemigos.
k. 9.20–32. Se conmemora esta liberación en la fiesta de Purim.
l. 10.1–3. Mardoqueo es ubicado es una posición de autoridad.
II. Autor y fecha
Este libro fue escrito cierto tiempo después de la muerte de Asuero (1.1), lo cual sería después de 465 a.C. si consideramos que este rey es Jerjes. Algunos judíos consideraban que Mardoqueo fue el autor, y así podrían sugerirlo las referencias en 9.20, 32. Buena parte de su contenido puede haber sido incorporado a los anales del rey, como se menciona en 10.2, y quizás en 6.1, lo que explicaría la omisión del nombre de Dios, aunque la referencia al ayuno a favor de Ester en 4.16 ciertamente sugiere oración, y en 4.14 se alude a la doctrina de la providencia.
Debemos notar que las
III. Autenticidad
Aunque algunos, como R. H. Pfeiffer, considerar, que todo este libro es ficción, otros comentaristas concuerdan con el veredicto de H. H. Rowley de que “aparentemente el autor tuvo acceso a buenas fuentes de información sobre asuntos de Persia, y el núcleo de su historia puede ser más antiguo que el libro mismo” (Growth of the Old Testament, pp. 155). Ninguno de los registros persas ha confirmado la historia en sí, y a menudo se ha supuesto que no puede encuadrarse en lo que conocemos de la historia de este imperio.
Generalmente se entiende que el rey Asuero es Jerjes (486–465 a.C.), aunque unos pocos, entre ellos J. Hoschander y A. T. Olmstead, lo han equiparado con Artajerjes II (404–359 a.C.). Si se trata de Jerjes tenemos una explicación del extraño silencio entre el tercer año en 1.3 y el séptimo en 2.16, ya que entre 483 y 480 a.C. se encontraba planeando y ejecutando su desastrosa invasión a Grecia. Según Herodoto (7.114; 9.108s) el nombre de la esposa de Jerjes era Amestris, pero los historiadores seculares no nos dicen si tuvo más de una esposa. Aunque, según Herodoto (3.84), se suponía que el rey de Persia debía elegir su esposa entre las siete familias nobles (cf. Est. 1.14), generalmente se podía obviar las reglas de esta naturaleza. Jerjes no tuvo escrúpulo alguno en tomar las mujeres que quisiese.
Se dice que el autor erró grandemente en 2.5–6 cuando describe a *Mardoqueo como uno de los que fue tomado prisionero en 597 a.C. En esa época habría tenido ya más de 120 años. Si partimos del principio de que una traducción que tiene sentido es preferible a una que no lo tiene, podemos referir la frase “el cual” en el vv. 6 al bisabuelo de Mardoqueo, Cis, lo que permite hacer el hebreo.
Otras supuestas improbabilidades son, en gran parte, asunto de opinión subjetiva. ¿Es concebible, por ejemplo, que *Amán hubiera tratado de eliminar la raza judía simplemente porque un solo hombre lo había desafiado? ¿Lo habría permitido el rey? ¿Habría determinado Amán con tanta antelación una fecha para la matanza? Este tipo de crítica demuestra una extraña ignorancia en cuanto a la naturaleza humana. Muchas veces se han producido matanzas y guerras a causa del orgullo herido de uno o dos individuos. Además los reyes persas eran fácilmente influenciables por sus favoritos, y en este caso Amán hace aparecer a los judíos como traidores (3.8). Amán aparece como un hombre sumamente supersticioso, y eligió el día de la matanza porque las suertes echadas indicaron que sería un día de buena fortuna (3.7). La altura de la horca, 25
Una interpretación curiosa del libro exige cierta atención, y es el origen mitológico que postulan Zimmern y Jensen. Ester es la diosa Istar; Mardoqueo es Marduk; Amán es la deidad elamita Humman; Vasti es Masti, una diosa elamita. La historia puede haberse referido a un conflicto entre los dioses babilónicos y los elamitas. Sería extraño que los judíos se hubieran servido de una narración politeísta, o una ceremonia cúltica, como base de un festival judío. Aun si pudiéramos demostrar que *Purim fue originalmente una ceremonia pagana, seguramente se habría escrito una historia totalmente nueva tomándola como base, y es poco probable que en ella se hubieran mantenido los nombres de dioses y diosas paganos. Podría resultar, también, que los nombres de los personajes en el libro de Ester tengan relación con los nombres de dioses y diosas, ya que tenemos otros casos de judíos que recibieron nombres adicionales que probablemente incluían el nombre de algún dios o diosa, como. p. ej. Dn. 1.7; Esd. 1.8. Además, en Esd. 2.2 se menciona a otro Mardoqueo, y en 2.7 se dice que Ester tenía un segundo nombre.
Bibliografía. O. Loretz, “Novela y narración corta en Israel”, Palabra y mensaje del Antiguo Testamento, 1972, pp. 387–407; D. R. Dumm, “Ester”, Comentario bíblico “San Jerónimo”, 1971, t(t). II, pp. 742–752; A. Robert, A Feuillet, Introducción a la Biblia, 1970, t(t). I, pp. 628–633; H. Cazelles, Introducción crítica al Antiguo Testamento, 1981, pp. 694–700; E.J. Young, Una introducción al Antiguo Testamento, 1981, pp. 406–412; G. L. Archer (h), Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento, 1981, pp. 458–463; W. H. Schmidt, Introducción al Antiguo Testamento, 1983, pp. 388–391.
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Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico