ESCOLASTICA. SANTA

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Hermana de S. Benito de Nursia, fundador y abad de Montecassino. Su figura se pierde en la leyenda y en las pocas noticias que nos transmiten los biógrafos del gran santo fundador del monacato de Occidente. Pero la devoción por esta mujer santa y piadosa se ha mantenido a través de los siglos.

S. Gregorio Magno, en su segundo libro de los Diálogos, relata sus virtudes y hechos santos. Se consagró a Dios desde la infancia. Vivió luego cerca de su hermano en Cassino. Cada año se reuní­a una vez con él para orar y hablar de Dios. El último encuentro es recordado con veneración.

Se prolongó el coloquio hasta tarde. Ella pidió a su hermano que se quedase por la noche para conversar más de Dios. El se negó y una terrible tormenta cayó en la zona, lo que le impidió salir. «Lo que no has querido concederme, Dios me lo ha dado».

Tres dí­as más tarde, Benito vio el alma de Escolástica subir al cielo en forma de una paloma. Regresó al monasterio y llevó su cadáver a Montecassino y la enterró en el oratorio de la cumbre del monte, donde todaví­a reposan sus restos junto a los de su hermano. El reconocimiento canónico y cientí­fico de sus huesos, junto con los de su hemano, hecho en 1950, confirmó la autenticidad de la tradició

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa