ESAR-HADON

2Ki 19:37; Ezr 4:2; Isa 37:38.


Esar-hadón (heb. ‘íŠsar-Jaddôn, «don de fuego» o «victorioso»; asir. Ashshur-aha-iddin, «[el dios] Asur ha dado un hermano»). Rey asirio, hijo y sucesor de Senaquerib (su padre), de cuya muerte no tomó parte. Reinó entre el 681 y el 669 a.C. Al subir al trono, Esar-hadón comenzó la reconstrucción de Babilonia (su padre la habí­a destruido). Como su madre era una princesa babilonia, estaba más favorablemente dispuesto hacia los babilonios que su padre. Esar-hadón es conocido especialmente por su conquista de Egipto, que llevó al Imperio Asirio a su máxima extensión. Sin embargo, surgieron dificultades de dominio en las regiones fronterizas, donde naciones bárbaras -escitas, cimerios y medos- intentaban dominar secciones del territorio asirio con el fin de obtener algo de su riqueza. Esar-hadón pudo detener a los invasores, pero no eliminar la amenaza. También libró una exitosa guerra contra los reyes fenicios y los sirios. Se hizo representar en monumentos teniendo en su mano derecha cordeles atados a los labios del rey egipcio Taharka (Tirhaca en la Biblia) y a los del rey de Tiro, uno de los cuales está arrodillado, y el otro en pie, encadenado delante de él (fig. 193). En la Biblia se menciona a Esar-hadón como el sucesor de Senaquerib (2Ki 19: 37; Isa 37: 38), y como el rey asirio que estableció colonos extranjeros en Samaria (Ezr 4:2). En sus inscripciones pretende que el rey Manasés* de Judá le pagó tributo. No se sabe si Esar-hadón o su hijo Asurbanipal fue el responsable de llevar al exilio a Manasés de Israel en forma temporaria a Babilonia (2Ch 33:10-13). 193. Estela de Esar-hadón de Asiria que muestra al rey sosteniendo cuerdas que llegan a los labios de los reyes Taharka (el Tirhaca bí­blico) de Egipto y Ba’lu de Tiro.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

Rey asirio (681-669 a. C.). Hijo y sucesor de †¢Senaquerib. Ascendió al trono tras el asesinato de su padre a manos de otros hijos rivales (2Re 19:37; Isa 37:38). Asiria habí­a invadido Judá y deseaba también conquistar Egipto donde gobernaba el faraón †¢Tirhaca, de raza nubia o etí­ope. En tiempos de †¢Ezequí­as el ejército asirio sintió cierta presión en su asedio a Jerusalén por causa de un ataque de este faraón. Pero más tarde, gobernando ya E., †¢Menfis fue conquistada en el año 671 a.C. y Tirhaca se refugió en el Alto Egipto. En el año 669 E. murió estando en campaña para apagar la rebelión de Tirhaca, que habí­a vuelto a Egipto. Esa campaña fue victoriosa para los asirios. Como los asirios habí­an dominado al Reino del Norte, Israel, E. pobló a Samaria con habitantes de otras tierras a las cuales habí­a sometido. Algunos de éstos †œvinieron a †¢Zorobabel y a los jefes de casas paternas† en tiempos de Esdras pidiendo participar en la edificación del †¢templo, diciéndose adoradores de Dios †œdesde los dí­as de E., rey de Asiria, que nos hizo venir aquí­† (Esd 4:2).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG HOMB HOAT REYE

vet, Hijo y sucesor de Senaquerib; gobernó desde el año 681 al 669 a.C. (2 R. 19:31; Is. 37:38); restauró la ciudad de Babilonia; conquistó Egipto; repobló Samaria con extranjeros (Esd. 4:2); se llevó preso al rey Manasés (2 Cr. 33:11).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

(del asirio, significa: Asur Da un Hermano).
Sucesor de Senaquerib, rey de Asiria, y uno de sus hijos más jóvenes. En una de sus inscripciones, Esar-hadón confirma el relato bí­blico de la muerte de su padre (Isa 37:37, 38), diciendo: †œUna firme resolución †˜cayó sobre†™ mis hermanos. Abandonaron a los dioses y se entregaron a sus acciones violentas, tramando el mal […]. Para hacerse con el reinado, mataron a Senaquerib su padre†. (Ancient Records of Assyria and Babylonia, de D. Luckenbill, 1927, vol. 2, págs. 200, 201.)
Esar-hadón afirma que antes de la muerte de su padre a él ya se le habí­a designado heredero forzoso. Por lo visto, ya habí­a servido como virrey en Babilonia antes de llegar a ser rey de Asiria. Esar-hadón relata que después del asesinato de su padre, persiguió a los asesinos hasta Armenia (la †œtierra de Ararat†, 2Re 19:37), donde los derrotó. Se cree que su reinado oficial duró doce años.
A comienzos de su reinado, Esar-hadón inició la restauración de Babilonia, que habí­a sido destruida por Senaquerib. Restauró el templo de Esagila, y el propio Esar-hadón dijo de la ciudad: †œYo reedifiqué Babilonia, la amplié, la enaltecí­ y la engrandecí­†. (Ancient Records of Assyria and Babylonia, vol. 2, pág. 244.)
Sus registros relatan acciones militares contra los gimirrai o cimerios, que, según se cree, eran descendientes de Gómer. (Compárese con Gé 10:2; Eze 38:6.) Asimismo, saqueó Sidón y erigió en un lugar cercano una nueva ciudad, a la que llamó Kar-Esarhaddon. En una de sus inscripciones menciona a unos veinte reyes vasallos, entre los que aparece Manasés, rey de Judá (Menasii rey de Iaúdi).
El registro de 2 Crónicas 33:10-13 muestra que †œlos jefes del ejército que pertenecí­a al rey de Asiria† capturaron a Manasés y lo condujeron a Babilonia. En el pasado hubo quienes pensaron que esta referencia a Babilonia era un error y que Manasés habí­a sido llevado a Ní­nive. Sin embargo, según se ha visto, Esar-hadón, cuyas inscripciones muestran que fue contemporáneo de Manasés, habí­a reconstruido Babilonia, y se dice que se habí­a †œinteresado mucho menos que cualquier otro rey asirio en el embellecimiento de su capital, Ní­nive†. (The Interpreter†™s Dictionary of the Bible, edición de G. A. Buttrick, 1962, vol. 2, pág. 125.) Si Manasés fue capturado durante el reinado de Esar-hadón, no serí­a incongruente que se le hubiera llevado a Babilonia, ciudad de cuya restauración Esar-hadón se jactó con tanto orgullo. No obstante, se puede señalar que Asurbanipal, hijo de Esar-hadón, también hace referencia a Manasés como rey tributario durante su reinado.

Los †œsesenta y cinco años†. Al tiempo de la reconstrucción del templo de Jerusalén, algunos de los habitantes no israelitas del paí­s dijeron que †œEsar-hadón el rey de Asiria† les habí­a llevado a Samaria. (Esd 4:2.) Algunos creen que para entender el perí­odo de †œsesenta y cinco años† mencionado en Isaí­as 7:8 con referencia a la desolación de Efraí­n (con su capital en Samaria), es muy importante el que haya continuado hasta el reinado de Esar-hadón la costumbre asiria de trasplantar habitantes a Samaria, y de allí­ a otros lugares. El tiempo que transcurrió entre el reinado de Tiglat-piléser III (que inició la deportación de los habitantes del reino norteño de Israel poco después de la profecí­a de Isaí­as) y el de Esar-hadón darí­a lugar para ese perí­odo de sesenta y cinco años hasta que Efraí­n †˜fuera hecho añicos†™ completamente †œde modo que no [fuera] pueblo†.

La conquista de Egipto. El logro militar más sobresaliente de Esar-hadón fue la conquista de Egipto, al derrotar al ejército egipcio comandado por el gobernante etí­ope Tirhaqá (llamado †œrey de Etiopí­a† en 2 Reyes 19:9) y capturar la ciudad de Menfis. De este modo añadió a sus muchos tí­tulos el de †œRey de los reyes de Egipto†.
Aunque Esar-hadón organizó Egipto en distritos y colocó a gobernadores asirios sobre los prí­ncipes de estos distritos, en menos de dos años surgieron revueltas. El rey asirio emprendió una segunda campaña para aplastar la rebelión, pero murió en Harán, mientras iba en camino. Esar-hadón habí­a dicho en sus inscripciones: †œSoy poderoso, soy todopoderoso. Soy un héroe, soy gigantesco, soy colosal†. (Ancient Records of Assyria and Babylonia, vol. 2, pág. 226.) No obstante, tal como todos los demás humanos imperfectos, se demostró que no era más que un súbdito esclavo de otros reyes: el Pecado y la Muerte, quienes por fin lo reclamaron. (Compárese con Sl 146:3, 4; Ec 9:4; Ro 5:21.)
Esar-hadón habí­a tomado medidas antes de su muerte para asegurar una sucesión al trono sin asperezas, proclamando a su hijo Asurbanipal prí­ncipe heredero y nombrando a su otro hijo, Shamash-shum-ukin, rey de Babilonia. Así­, a la muerte de Esar-hadón, Asurbanipal se convirtió en el siguiente monarca de Asiria.

[Fotografí­a en la página 827]
El rey asirio Esar-hadón, que repobló Samaria con extranjeros

Fuente: Diccionario de la Biblia

(heb. ˒esarhaddōn; as. Aššur-ah-iddin ‘Asur ha dado un hermano’) fue rey de Asiria y Babilonia en 681–669 a.C. Sucedió a su padre Senaquerib, que fue asesinado en Tebet en 681 a.C. (2 R. 19.37; Is. 37.38). Su primer acto fue perseguir a los asesinos hasta Hanigalbat (S de Armenia), y sofocar la rebelión en Nínive, que duró seis semanas. Hay poco apoyo para la teoría de que Esar-hadón estaba a la cabeza de una facción probabilónica, o que fuera el “hijo” que menciona la Crónica babilónica como el asesino (DOTT, pp. 70–73). Sus propias inscripciones cuentan que su padre lo había nombrado príncipe heredero ese mismo año y, aunque había sido virrey en Babilonia, la atención que le prestó al centro religioso se limitaba al que le prestaba a todos los santuarios antiguos. Sus primeras operaciones militares tuvieron como objeto salvaguardar la frontera N, y las rutas comerciales, contra los belicosos teuspas y las incursiones de los cimerios (* Gomer), a los que derrotó. En el S, los elamitas, que habían sido derrotados por su padre, una vez más sublevaron a las tribus de la Babilonia meridional, y Esar-hadón se vio obligado a llevar a cabo una campaña contra las “tierras marítimas”, en las que instaló a Naid-Marduk, hijo de *Merodac-baladán, como jeque local en 678 a.C. A raíz de sus choques con Elam y los babilonios muchos cautivos fueron deportados, algunos de los cuales fueron ubicados en Samaria (Esd. 4.2).

En occidente Esar-hadón continuó la política de su padre. Exigió pesados tributos a los reyes vasallos de Siria y Palestina, entre los que figuraban Manasés (Menası̄) de Judá (Yaudi) tras Baali de Tiro, con quien suscribió un tratado después de no haber podido aislar y subyugar el puerto. Los reyes de Edom, Moab, y Amon se convirtieron en vasallos después de una serie de incursiones en su territorio, por medio de las que buscó contrarrestar la influencia de Tirhaca de Egipto, que había incitado a cierto número de ciudades filisteas a rebelarse. Esar-hadón saqueó Sidón en 676 a.C., después de tres años de sitio, e incorporó parte de su territorio a una provincia asiria ampliada (que probablemente incluía Samaria). Algunos de los refugiados de la ciudad se alojaron en una nueva población, Kar-Esar-hadón, construida en las cercanías. Aproximadamente en esta época Gaza y Ascalón se contaban entre sus vasallos.

Se exigió a los reinos subordinados en Siria y Palestina que proveyeran materiales para el programa de construcciones de Esar-hadón en Asiria y Babilonia, que trató de revivir después de los anteriores cambios de fortuna. Esto puede explicar la temporaria detención de Manasés en Babilonia (2 Cr. 33.11). Las cartas asirias que se refieren al tributo en plata recibido de Judá, Moab, y Edom pueden asignarse a este período.

En mayo de 672 a.C. Esar-hadón juntó a todos los reyes vasallos para comunicarles las disposiciones que había tomado para asegurar que la futura sucesión al trono se hiciera con menos problemas que la suya. Se declaró a *Asurbanipal príncipe heredero de Asiria, y a Samas-sum-ukin de Babilonia. Copias del tratado impuesto a los jefes de las ciudades de Media en esta ocasión, y que se hallaron en Cala (Nimrud), muestran las provisiones a las que todos, incluyendo Manasés, tienen que haber prestado acuerdo. Estos jefes declararon su lealtad al dios nacional asirio Asur, y su disposición de servir a Asiria para siempre. La historia narra que al poco tiempo todos estos reyes faltaron a su juramento.

Una vez obtenido el control del O, Esar-hadón doblegó a Egipto, derrotó a Tirhaca, puso sitio a Menfis, y consideró la tierra como una dependencia asiria bajo Necao. Cuando se retiro el ejército victorioso, las intrigas locales se convirtieron en revuelta abierta. Mientras Esar-hadón se hallaba en camino para solucionar este problema en 669 a.C., murió en Harán, dejando cinco hijos y una hija que le sobrevivieron. Su madre, la enérgica esposa de Senaquerib (Naqia-Zakutu), también le sobrevivió.

Bibliografía. R. Borger, Die Inschriften Asarhaddons Königs von Assyrien, 1956; D. J. Wiseman, The Vassal-Treaties of Esarhaddon, 1958.

D.J.W.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico