ENEBRO

Enebro (heb. rôthem; probablemente el ár. ratam). Arbusto sin hojas del valle del Jordán y de la pení­nsula arábiga. Elí­as descansó debajo de un enebro al huir de Jezabel (1Ki 19:4, 5). La raí­z se usaba para hacer carbón (Job 30:4; Psa 120:4). Algunos eruditos consideran que es lo mismo que decir juní­pero, y que se la denomina erróneamente como retama.* Bib.: PB 201, 202.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

Arbusto muy abundante en los desiertos. Llegaba a una altura de hasta dos m, suficiente como para proporcionar una sombra para el cansado Elí­as (1Re 19:4-5). Los beduinos utilizan sus raí­ces como combustible (Job 30:4). Cuando se querí­a usar una flecha como incendiaria se envolví­a su extremo, un poco antes de la punta, en raí­ces de e. a las cuales se aplicaba fuego antes de lanzarlas (Sal 120:4). Su nombre cientí­fico es Retama roetam. †¢Plantas de la Biblia.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, FLOR ARBU

vet, Un arbusto que crece en abundancia en el desierto y muy valorado aún en nuestros dí­as por los nómadas. También es apreciado como combustible. En el desierto su sombra es muy buscada (1 R. 19:4; Jb. 30:4). Su madera es muy olorosa y a ella se hace alusión cuando se habla de «madera de cedro» en Lv. 14:4.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

1. (Heb. beróhsch). Entre los significados que se le atribuyen a este término hebreo se encuentran el de †œabeto† y †œciprés†; sin embargo, algunos lexicógrafos recomiendan con buena base la traducción †œenebro†. (Véase Lexicon in Veteris Testamenti Libros, de L. Koehler y W. Baumgartner, Leiden, 1958, pág. 148; The Interpreter†™s Dictionary of the Bible, edición de G. A. Buttrick, 1962, vol. 2, pág. 293.) Ya que Salomón importó del Lí­bano este árbol (1Re 5:8-10; 9:11; 2Cr 2:8), se le puede identificar con el Juniperus excelsa, un árbol de hoja perenne, alto y robusto, que alcanza los 20 m. de altura, con ramas extendidas, pequeñas hojas escamosas y un fruto redondeado (gálbulo) oscuro y pequeño. Es muy aromático. La madera de esta especie de enebro es muy apreciada por su duración.
El Juniperus excelsa es originario del Lí­bano y se le relaciona a menudo con ese paí­s, siendo incluido entre otros árboles de los que se dice que son la †˜gloria del Lí­bano†™. (2Re 19:23; Isa 14:8; 37:24; 60:13.) El salmista dijo que los enebros son la †œcasa† o el lugar donde las cigüeñas hacen sus nidos. (Sl 104:17.) En el templo que Salomón hizo construir se empleó mucha madera de enebro (2Cr 3:5) principalmente para hacer las hojas de las puertas principales (1Re 6:34), así­ como para revestir el suelo. (1Re 6:15.) Esta madera también sirvió en tiempos bí­blicos para hacer cabrios (Can 1:17), el tablaje de algunas naves (Eze 27:5), los mangos de las lanzas (Na 2:3) y hasta instrumentos musicales. (2Sa 6:5.) Debido a que es un †œárbol frondoso†, en las profecí­as de restauración se utiliza para describir la belleza y fertilidad que llegarí­a a haber en la tierra del pueblo de Dios. (Isa 41:19; 55:13; 60:13.)

2. (Heb. `aroh·`ér o `ar·`ár). La palabra árabe `ar`ar ayuda a identificar este árbol como probablemente, el Juniperus phoenicia, un arbolillo o arbusto que se halla en la región del Sinaí­ y también en el desierto de Edom. La raí­z hebrea de la que se deriva el nombre de este árbol conlleva la idea de †œdesnudez† o de estar †œdespojado† (compárese con el Salmo 102:17), una idea que encaja con la especie comúnmente llamada sabina negral, un arbusto de apariencia algo triste que crece en zonas rocosas del desierto y en peñascos. En el libro de Jeremí­as se hace referencia al enebro de manera muy oportuna al comparar al hombre cuyo corazón se aparta de Jehová con un †œárbol solitario [`ar·`ár] en la llanura desértica†, y también al advertir a los moabitas que huyeran y llegasen a ser †œcomo un enebro [ka·`aroh·`ér] en el desierto†. (Jer 17:5, 6; 48:1, 6 [no obstante, véase nota].)

Fuente: Diccionario de la Biblia