EN-GADI

En-gadi (heb. ‘Kn Gedî, «manantial [fuente] del cabrito [de la cabra]»). 1. Lugar fértil sobre el Mar Muerto, a mitad de su orilla occidental. La ciudad fue asignada a la tribu de Judá (Jos 15:62). Un manantial caliente, ahora llamado ‘Ain Jidi, que brota a unos 122 m sobre el nivel de la orilla, alimenta en esa región desierta un oasis rico en palmeras, viñas y balsameras (Son 1:14). El sitio se llamaba anteriormente Hazezon-tamar.* En los dí­as de Abrahán el lugar estaba ocupado por amorreos, los que fueron derrotados por Quedorlaomer (Gen 14:7). Mapa VI, F-3. Dos sitios con restos antiguos se deben distinguir en el lugar: Tell Goren, que está a unos 379 800 m al sur de la fuente de En-gadi; y un cercado calcolí­tico, a unos 150 m al norte de la misma fuente. Ambos lugares fueron excavados en 5 temporadas bajo la dirección de B. Mazar (1961- 1965). Téll Goren contiene 5 niveles de ocupación, que mostraron que allí­ existí­a un pueblo desde el s VI a.C. hasta los tiempos bizantinos. El sitio del perí­odo calcolí­tico (4º milenio a.C.) está sobre una terraza alta desde donde se puede ver el Mar Muerto. Entre otros edificios habí­a los restos de un templo, el más antiguo que se encontró en Palestina. Es posible que numerosos objetos de culto de cobre, fechados en el perí­odo calcolí­tico (encontrados en 1961 en una caverna cerca de Nahr Mishmar), procedieran originalmente de este templo. 189. En-gadi, sobre el Mar Muerto. 2. Desierto, y la región circundante, que David usó para esconderse de Saúl; en una de las cuevas de las inmediaciones cortó un trozo del manto de Saúl (1Sa 23:29; 24:1-22; figs 189, 190). Bib.: D. Barag, EAEHL II:370-380; D. Ussishkin, BA 34 (1971):23-29. 190. La fuente de En-gadi.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

En-gadi, el más grande oasis en la costa occidental del mar Muerto, está irrigado por una fuente que produce un cinturón estrecho verde de vegetación que surge en un territorio desierto. La fama del oasis de En-gadi hizo que el autor del Cantar de los Cantares de Salomón exclamara, †œRacimo de flores de alheña en las viñas de En-gadi es para mí­ mi amado† (Cnt. 1:14). Sin embargo, la región alrededor de En-gadi no era fructí­fera. A sus desiertos estériles huyó David cuando Saúl buscaba su vida, y en una de sus numerosas cuevasel anterior pastorcillo encontró un lugar de refugio (1 S. 24:1-6).
Aunque la huida de David a En-gadi fue temporalmente conveniente y él abandonó el desierto tan pronto como pudo hacerlo, algunos en Israel miraban al desierto de Judea como una habitación ideal, apartado de las influencias corruptoras de la sociedad. Los recabitas fueron tales personas que decidieron vivir una vida de ascetismo en un ambiente alejado de las tentaciones de la vida civilizada. Los recabitas habitaron en tiendas y se abstuvieron de los frutos de la vid y de las cosechas que eran segadas por el hombre (véanse 2 R. 10:15-18; Jer. 35:5-10).
Los recabitas fueron los precursores de los esenios quienes establecieron una colonia en el Qumrán, al norte de En-gadi, cerca del mar Muerto. Para la gente del Qumrán, el desierto era el lugar ideal para vivir una vida piadosa en preparación para el advenimiento del Mesí­as. En su Manual de Disciplina ellos citan Is. 40:3: †œVoz que clama en el desierto: preparad el camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.†
En-gadi vino a ser una importante base durante la segunda revuelta judí­a (132–135 d. de J.C. ) de la cual Simeón ben Cosba (Bar Kochba) fue el lí­der. Muchos en Israel, incluyendo el renombrado rabí­ Akiba, veí­an en ben Cosba al Mesí­as prometido que librarí­a a su pueblo. Recientemente se descubrieron cartas que contení­an órdenes al comandante y gente en En-gadi para que proveyera recursos para el ejército judí­o. Ben Cosba ejerció control por ca. 2½ años, pero de nuevo el poder de Roma prevaleció y En-gadi sufrió la derrota junto con Jerusalén y el resto de la Palestina judí­a.
Más tarde, los escritores romanos continuaron hablando de las palmas datileras de En-gadi y aun para el siglo V, Jerónimo habló de En-gadi como una †œgrande villa judí­a† famosa por su alheña, sus dátiles y viñedos. Durante los tiempos romanos En-gadi sirvió como un centro agrí­cola, comercial y territorio administrativo de la costa occidental del mar Muerto.
Empezando en 1949 han sido emprendidas excavaciones sistemáticas en En-gadi. Una campaña en 1962 organizada por la Universidad Hebrea y la Sociedad de Exploración Israelí­, bajo la dirección de Binyamin Mazar, Emanuel Dunajevsky y Trude Dothan trazó niveles de ocupación en Tell Goren, el sitio principal de ocupación en el oasis, desde el tiempo de Josí­as de Judá hasta la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor (583 a. de J.C. ). Entre los descubrimientos habí­a hileras de grandes jarrones, numerosos vasos de cerámica, utensilios de hierro y de bronce que fueron evidentemente usados en la manufactura del perfume extraí­do del bálsamo que crece en la región de En-gadi. Josefo habla del bálsamo de En-gadi y Plinio menciona sus palmeras.
En una casa identificada por una inscripción como perteneciente a un hombre llamado Tovshalom fue descubierta una olla de cocinar que contení­a un tesoro de lingotes de plata. Una lámpara de aceite fue usada como tapa para cubrir la olla. Otros hallazgos incluyeron pesas de piedra, joyas y vasos de cerámica de excelente calidad.
Basado en sus campañas de En-gadi, Mazar sugiere que la colonia judí­a en En-gadi fue destruida en el tiempo de Nabucodonosor, pero reconstruida después del regreso de Babilonia. Durante el siglo V a. de J.C. , fue el sitio de una próspera colonia. Entre los restos de una casa grande del perí­odo hay tiestos con inscripciones arameas, fragmentos de cerámica importada ática y asas de jarrones que contienen la inscripción Yehud, que denota la provincia persa de Yehudah, o Judá.
Ciudadelas del perí­odo helení­stico (siglos III y II a. de J.C. ) y el perí­odo hasmoneo ( ca. 100–70 a. de J.C. ) han sido excavadas. La ciudadela hasmonea data del perí­odo de Alejandro Janneo y fue rodeada por una pared de piedra de aproximadamente dos metros de espesor. Los restos más antiguos de En-gadi son de cerca del perí­odo calcolí­tico —

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico

(Manantial del cabrito). Oasis cerca de la orilla occidental del †¢mar Muerto. Un manantial nace a una altura de 200 m por encima de ese mar, donde desemboca tras crear varios saltos de agua. En la repartición de la tierra fue adjudicada a la tribu de Judá (Jos 15:62). También es llamado †¢Hazezon-tamar (Gen 14:7; 2Cr 20:2). Huyendo de Saúl, David se refugió allí­, especialmente en la parte alta, †œlos lugares fuertes de E.† (1Sa 23:29). La presencia de agua y la temperatura caliente permitió que se desarrollara allí­ una abundante agricultura. En Cantar de los Cantares el Amado es †œracimo de flores de alheña en las viñas de E.† (1Sa 1:14). Una profecí­a dice que vendrá un dí­a cuando el mar Muerto estará lleno de peces y †œdesde E. hasta En-eglaim será su tendedero de redes; y por sus especies serán los peces tan numerosos como los peces del Mar Grande† (Eze 47:10).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, CIUD

sit, a3, 405, 258

vet, = «fuente de los cabritos». Ciudad de Judá originalmente llamada Hazezón-tamar (2 Cr. 20:2); situada en el desierto al oeste del mar Muerto (Jos. 15:62). En tiempos de Abraham fue ocupada por los amorreos (Gn. 14:7). David se refugió en sus cercaní­as (1 S. 23:29; 24:1-22). Hoy la fuente «Ain Dyidi» es un verdadero manantial de agua caliente que ha creado un oasis célebre por sus palmeras, por sus viñedos y por su bálsamo (Cnt. 1:14).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Ahora se llama Ain Jidi, localizado a unos centenares de metros del mar Muerto. También se puede llamar Ein-Gadi (significa la fuente del cabrito o las rocas de cabras). En-Gadi era una ciudad de Judea y en las cuevas cerca de aquí­ David encontró refugio de la ira de Saúl (1 Samuel 24:1). Aquí­ David perdonó a Saúl y le cortó un pedazo de su manto para probar su respeto por su posición como el rey que Dios habí­a escogido. En-Gadi es notable por sus viñas fructí­feras y fue alabado en el Cantar de los Cantares 1:14. Para Ezequiel, En-Gadi era un
sí­mbolo de fertilidad y abundancia (Ezequiel 47:10). El historiador romano Plinio lamentó la ruina de un lugar tan fértil como éste, después de que fue destruido por Roma.
Por el oeste solamente puede entrar uno a este pueblecito por una vereda escarpada, cortada en la piedra caliza, que sube a una altura de 609. Es un atractivo oasis con inmensas fuentes de agua tibia.
Fue ocupado por los amorreos, Génesis 14:7 (Lo mismo como Hazezon-tamar,
2 Crónicas 20:2).
Está en el territorio de Judá, Josué 15:62.
David se refugió en este lugar y cortó el manto de Saúl, 1 Samuel 24. Donde Josafat venció a sus enemigos, 2 Crónicas 20, vea el ver. 2.

Fuente: Diccionario Geográfico de la Biblia

(heb. ˓ên-geḏı̂, ‘manantial del cabrito’). Importante oasis y manantial de agua potable al O del mar Muerto, asignado a Judá en la conquista (Jos. 15.62). David se escondió allí (1 S. 23.29; 24.1ss); su escabroso terreno y su fertilidad hacen de él un refugio ideal. Se hizo famoso por sus plantas aromáticas y su perfume (Cnt. 1.14). Excavaciones llevadas a cabo en 1949 y 1961–5 revelaron varias fortalezas y una sinagoga de época tardía. Hazezon-tamar = En-gadi (Gn. 14.7; 2 Cr. 20.2). Véase EAEHL, pp. 370ss.

G.G.G.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico