EFRAIN

v. Israel, Judá
Gen 41:52 llamó el nombre del segundo, E; porque
Gen 48:14 extendió su mano .. sobre la cabeza de E
Jdg 1:29 tampoco E arrojó al cananeo .. Gezer
Jdg 8:1 pero los hombres de E .. le reconvinieron
Jdg 12:4 Jefté .. peleó contra E; y .. derrotaron a E
Isa 7:2 diciendo: Siria se ha confederado con E
Isa 11:13 E no tendrá envidia de Judá, ni Judá
Jer 31:20 ¿no es E hijo precioso para mí? ¿No es
Hos 4:17 E es dado a ídolos; déjalo
Hos 6:4 ¿qué haré a ti, E? ¿Qué haré a ti .. Judá?
Hos 7:1 a Israel, se descubrió la iniquidad de E
Hos 7:11 E fue como paloma .. sin entendimiento
Hos 8:11 porque multiplicó E altares para pecar
Hos 9:3 sino que volverá E a Egipto y a Asiria
Hos 10:6 llevado a Asiria .. E será avergonzado, e
Hos 12:1 E se apacienta de viento, y sigue al
Hos 13:12 atada está la maldad de E; su pecado
Joh 11:54 que se alejó .. a una ciudad llamada E


Efraí­n (heb. ‘Efrayim, «doble fructificación [fructí­fero]», «fecundo [doble fertilidad]», «tierra de las frutas» o «semejante a un ciervo [becerro]»; gr. Efraí­m). 1. Segundo hijo de José (Gen 41:50-52). Aunque menor que Manasés, Efraí­n recibió preeminencia sobre su hermano en las bendiciones de su abuelo Jacob, quien declaró que estos 2 nietos serí­an reconocidos como herederos de él, e indicó la posición superior de los descendientes de Efraí­n (48:5-20). 2. Descendientes de Efraí­n 1, y una de las tribus de Israel (Jos, 16:4; Jdg 5:14). Aunque su antepasado Efraí­n sólo era nieto de Jacob, sus descendientes y los descendientes de su hermano Manasés siempre fueron tratados por los israelitas como 2 tribus separadas e iguales en rango a las que descendí­an directamente de los hijos de Jacob. Durante la peregrinación por el desierto, la tribu de Efraí­n era una de las más pequeñas (Num 1:33; 26:37), pero aumentó rápidamente en importancia después de la conquista de Canaán, probablemente a causa de la influencia de Josué, que era efraimita, y lo confirma la herencia que recibió en la tribu de Efraí­n (Jos 19:50; 24:29, 30). En la distribución de la tierra prometida, Efraí­n recibió un territorio que estaba entre Benjamí­n y Manasés. Su lí­mite norte corrí­a desde Atarot cerca del Jordán hasta la ciudad de Siquem, que estaba incluida en su territorio, luego hasta Tapua, y a lo largo del rí­o Kanah hasta el Mar Mediterráneo. El lí­mite sur iba desde Jericó hasta Betel, luego a las 2 Bet-orón, y desde allí­ hasta el Mar Mediterráneo ví­a Gezer (Jos 16:1-8; 21:20, 21). Los efraimitas no expulsaron a los cananeos de Gezer (16:10), pero conquistaron Betel (Jdg :22-26). También tomaron parte en la guerra contra Sí­sara, y fueron felicitados por Débora por su patriótica ayuda (5:14). Se enojaron con Gedeón, oriundo de Manasés, por no haberlos llamado cuando peleó contra los madianitas (8:1-3), y se disgustaron también con Jefté por no haberlos invitado cuando pelearon contra los amonitas. En la guerra civil que siguió, la tribu de Efraí­n sufrió grandes pérdidas. Fueron identificados por el enemigo por la pronunciación peculiar de cierta palabra (12:1-6). Micaí­a, quien erigió un í­dolo que con el tiempo llegó a ser adorado como un objeto permanente 350 de culto en Dan, y Jeroboam, el 1er rey de Israel después de la secesión de las 10 tribus, eran efraimitas. Que Jeroboam perteneciera a esta tribu puede explicar su elección de Siquem como su 1a capital (Jdg 17:1; 18:30, 31; 1Ki 11:26; 12:25). Efraí­n está en la lista de las 12 tribus (Eze 48:5, 6), pero es omitido en la enumeración que hace Juan de los 144. 000 (Rev 7:4-8). Mapa VI, D/E-2/3. Véase Shibolet. 3. Monte (heb. har ‘Efrayim) es la región montañosa que ocuparon las tribus de José -Manasés y Efraí­n-, en especial la parte central de su territorio (Jos 17:15). En otras ocasiones parece denotar el lugar que va desde Siquem hasta Betel (20:7), un ramal montañoso bastante fértil. 4. Pueblo cerca de Baal-hazor, en cuya vecindad Absalón tení­a sus ganados (2Sa 13:23). Jesús fue a Efraí­n después de haber resucitado a Lázaro de los muertos (Joh 11:54). En 1 Mac. 11:34 se lo llama Aferema. Ha sido identificado con otra de Benjamí­n, que es probablemente la aldea moderna llamada et-Taiyibeh, a unos 7 km al nordeste de Betel. Mapa VI, E-3. Véase Efrón 3. 5. Designación de cierto bosque que fue el escenario de la batalla decisiva entre las fuerzas de David y las de su rebelde hijo Absalón (2Sa 18:6). Este bosque tal vez estaba realmente en Transjordania, probablemente no lejos de Mahanaim, pero no ha sido ubicado. Habrí­a recibido su nombre de una colonia de efraimitas que pudieron haber vivido en esa sección del área perteneciente a Manasés (cf Jdg 12:4; Jos 17:14-17). 6. Puerta (heb. sha’ar ‘Efrayim) en la sección norte del muro occidental de Jerusalén. Estaba a una distancia de 400 codos (unos 209 m) de la Puerta del íngulo (2Ki 14:13; 2Ch 25:23). El sitio exacto de ella no ha sido todaví­a determinado. Aparentemente habí­a sido reconstruida antes que Nehemí­as llegara a Jerusalén, porque no aparece en su lista de las puertas y secciones del muro que repararon, aun cuando se la menciona en Neh 12:39 como una de las que la procesión recorrió durante la dedicación del muro. En su vecindad habí­a una plaza (8:16). Mapa de la fig 278. 7. Designación, a veces usada por los profetas, para todo el reino del norte con sus 10 tribus (Isa 7:2, 5, 9, 17; 9:9; 17:3; 28:3; Hos 4:17; 5:3; 9:3-17).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

(heb., †™eprayim, fruto doble). El menor de los dos hijos de José (Gen 41:50-52). Cuando el anciano Jacob bendijo a sus nietos Manasés y Efraí­n, los adoptó como sus propios hijos. A pesar de la protesta de José, Jacob le dio la bendición preferente a Efraí­n (Gen 48:1-22).

Cuando Jacob bendijo a sus propios hijos, no mencionó a Efraí­n y Manasés, pero le dio una bendición especial a su padre, José (Gen 49:22-26).

Efraí­n fue el progenitor de la tribu llamada por su nombre. Junto con Manasés y Benjamí­n, Efraí­n acampó del lado occidental del tabernáculo en el desierto (Num 2:18-24). Josué, uno de los espí­as y sucesor de Moisés, era efrateo (Num 13:8).

Cuando se dividió la tierra entre las tribus, los hijos de José (salvo la mitad de Manasés que se estableció al oriente del Jordán, Num 32:33, Num 32:39-42) recibieron la zona montuosa central de Palestina, a veces llamada monte Efraí­n.

Efraí­n y Manasés parecen haber sido rivales acérrimos (Isa 9:20-21), siendo Manasés el grupo más grande (Gen 49:22) pero teniendo Efraí­n el liderazgo más vigoroso. Aunque parecen haber tenido su tierra en común por un tiempo (Jos 17:14-18) la dividieron después entre ellos. La porción de Efraí­n estaba bien definida y era muy fructí­fera, con suelo muy fértil y más lluvia que la de Judá al sur (Deu 33:13-16).

José levantó el tabernáculo en Silo, en territorio de Efraí­n (Jos 18:1), y este pueblo siguió siendo un centro religioso para los hebreos (Jos 22:12; Jdg 18:31; Jdg 21:19; 1Sa 1:3, 1Sa 1:9, 1Sa 1:24; 1Sa 2:14; 1Sa 3:21) hasta que fue destruido por los filisteos después de la batalla de Eben-ezer (1Sa 4:1-11). Samuel era efrateo (1Sa 1:1).

Los efrateos contribuyeron su parte del odio y la lucha que dividieron a las tribus hebreas durante los oscuros dí­as de los jueces (Jdg 8:1-3; Jdg 12:1-6). Aparentemente Efraí­n, al igual que el resto de las tribus del centro y del norte, nunca aceptó totalmente el gobierno de Judá (2Sa 2:8-9; 1Ki 12:16). Jeroboam I, efrateo (1Ki 11:26), se rebeló en contra de Roboam, hijo de Salomón. Efraí­n se convirtió en un lí­der tan importante del nuevo reino hebreo del norte que además de su nombre más común de Israel, el reino también se llama Efraí­n (Isa 7:2, Isa 7:5, Isa 7:9, Isa 7:17; Hos 9:3-16). Desde esa época la historia de la tribu se incorpora con la del reino.

Efraí­n también es el nombre de una ciudad al norte de Jerusalén (2Sa 13:23; Joh 11:54).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(doble fruto).

Hijo de José, y progenitor de una de las doce tribus, que se asentó en la parte central de Palestina, y formó parte del Reino del Norte: (Gen 41:50-52, 1 Re.l2, Is,Gen 7:2).

– Ciudad al N. de Jerusalén.

– Puerta en el muro de Jerusalén.

– En el bosque de Efraí­n, el ejército de David venció a su hijo Absalón: (2Sa 18:6).

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

(Dos veces fructí­fero). Nombre de personas y lugares del AT y el NT.

1. Hijo menor de José con †¢Asenat, †œhija de Potifera sacerdote de On†. E. nació antes que se cumplieran los siete años de abundancia en Egipto (Gen 41:50-53; Gen 46:20). A punto de morir, Jacob dio a los hijos de José el privilegio de ser considerados como sus hijos y no sus nietos (†œ… mí­os son, como Rubén y Simeón† [Gen 48:5]), lo cual significaba que recibirí­an una porción en el territorio de Canaán igual que los hermanos de José. Jacob bendijo a Manasés y E. pero dio una preferencia a E. diciendo que serí­a †œmás grande† que su hermano, y que †œsu descendencia formará multitud de naciones† (Gen 48:15-20). No se tienen más detalles sobre la vida de E.

. Los descendientes de E. formaron una tribu, que con la de †¢Manasés, formaban la casa de José. En la bendición para las tribus, cuando habla de José, Moisés hace referencia a las dos tribus, diciendo: †œComo el primogénito de su toro es su gloria; y sus astas como astas de búfalo; con ellas acorneará … ellos son los diez millares de E. y ellos son los millares de Manasés† (Deu 33:17). El territorio que la tribu de E. ocupó quedaba en el centro montañoso de Israel e incluí­a ciudades como †¢Afec, †¢Bet-horón, †¢Bet-el, †¢Ofra, †¢Silo, †¢Tapúa, †¢Gezer, etcétera. Al N del territorio de E. se asentó Manasés, al S †¢Benjamí­n y al E †¢Gad. E. desempeñó un papel relevante en la conquista de la tierra. †¢Josué, el lí­der que introdujo al pueblo en Canaán, era efraimita.

En virtud de la bendición especial de Jacob y por su papel en la conquista, los efraimitas consideraban que merecí­an cierta preminencia entre las demás tribus. Por eso se quejaron contra †¢Gedeón porque éste no les dio participación en la lucha contra los madianitas (Jue 8:1). La misma queja levantaron en el caso de †¢Jefté y la guerra contra los amonitas, causando una disputa que se volvió en contienda civil. Los galaaditas pelearon contra los efraimitas, siendo estos últimos derrotados. †œLos galaaditas tomaron los vados del Jordán† y cuando los efraimitas querí­an pasar, al huir de la batalla, les pedí­an que pronunciaran la palabra Shibolet. Al no poder pronunciarla bien los efraimitas, eran descubiertos y ejecutados (Jue 12:1-6).
salmista †¢Asaf comenta que a pesar de la principalí­a de esta tribu, Dios †œdesechó la tienda de José, y no escogió la tribu de E., sino que escogió la tribu de Judá, el monte de Sion, al cual amó† (Sal 78:67-68). La división del reino, con la separación de diez tribus que rechazaron la dinastí­a daví­dica, estuvo encabezada por †¢Jeroboam, que hizo carrera entre los efraimitas en tiempos de Salomón y posiblemente era nativo de esa tribu (1Re 11:26). La preponderancia de E. condujo a que más tarde el nombre de la tribu se utilizara para designar a todo el territorio del reino del N (Isa 7:2-9; Jer 31:9).

3. Villa no lejos de †¢Bet-el y †¢Baal-hazor (2Cr 13:19). = †¢Efrón (Jos 15:9). = †¢Ofra (Jos 18:23). Después del milagro de la resurrección de Lázaro, los lí­deres religiosos acordaron matar al Señor. †œPor tanto, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judí­os, sino que se alejó de allí­ a la región contigua al desierto, a una ciudad llamada E.; y se quedó allí­ con sus discí­pulos† (Jua 11:53-54).

. Bosque que quedaba al E del rí­o Jordán. Allí­ perdió la vida †¢Absalón en batalla. Era tan espeso que †œfueron más los que destruyó el bosque aquel dí­a, que los que destruyó la espada†. Se desconoce la localización exacta, pero se piensa que quedaba cerca del rí­o Jaboc (2Sa 18:7-17).

. Puerta en el muro de Jerusalén. Cuando †¢Joás, rey de Israel, conquistó a Jerusalén, †œrompió el muro … desde la puerta de E. hasta la puerta de la esquina† (2Re 14:13; 2Cr 25:23). Fue uno de los lugares donde se celebró la fiesta de los tabernáculos y por donde pasó el desfile en la inauguración de los muros en tiempos de Nehemí­as (Neh 8:16; Neh 12:39).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG CIUD HOMB HOAT

fot, dib00141

sit, a2, 357, 383

vet, = «doble fructí­fero». (a) El hijo menor de José y Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. Nació cuando José era primer ministro de Egipto (Gn. 41:45-52). Jacob profetizó que Efraí­n serí­a padre de muchas gentes (Gn. 48:8-20). (b) Una ciudad de Judá (2 S. 13:23). Vespasiano, general romano, tomó Efraí­n y Bet-el en su avance sobre Jerusalén. Podrí­a ser la misma ciudad de Efraí­n adonde se retiró Jesús (Jn. 11:54).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

tip, TRIB TR12

fot, dib00141

sit, a6, 299, 266

vet, = «doble fructí­fero». (a) La tribu de la cual Efraí­n fue el progenitor (Jos. 16:4,10; Jue. 5:14). En el primer censo en el desierto, los efrainitas ascendí­an a 40.500; durante la peregrinación se redujeron a 32.500 (Nm. 26:37). La tribu adquirió gran reputación cuando Josué fue caudillo de Israel, por ser él de dicha tribu (Jos. 19:50; 24:30). Jeroboam era de la tribu de Efraí­n y cuando fue rey edificó Siquem en el monte Efraí­n, constituyéndola en capital (1 R. 12:25). (b) Las diez tribus de entre las cuales Efraí­n fue la cabeza. Usada en este sentido por los profetas (Is. 7:2, 5, 9, 17; 9:9; 17:3; 28:3; Os. 4:17; 5:3).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

(Vea también la sección anterior sobre Ofra)
A 19.312 Kms. al norte de Jerusalén, y solamente a unos cuantos kilómetros de
Bet-el. Está sobre un monte alto y llega hasta los llanos de Jericó y el mar Muerto.
Abí­as tomó Efraí­n y sus aldeas de Jeroboam (2 Crónicas 13:19). Sus cisternas y tumbas de roca dan evidencia de su antigüedad.
Estaba cerca de la hacienda de ovejas de Abraham, 2 Samuel 13:23.
Donde se retiró Jesús después de levantar a Lázaro de los muertos, Juan 11:54.

Fuente: Diccionario Geográfico de la Biblia

(Doblemente Fructí­fero).

1. Hijo de José y de su esposa Asenat, la hija de Potifera, el sacerdote de On. Efraí­n, hermano menor de Manasés, nació en Egipto antes del comienzo del hambre que duró siete años. Su padre le puso por nombre Efraí­n †œporque, decí­a él [José]: †˜Dios me ha hecho fructí­fero en la tierra de mi miseria†™†. (Gé 41:50-52.)
En su lecho de muerte, Jacob adoptó a sus nietos Efraí­n y Manasés y los consideró iguales a sus propios hijos. (Gé 48:5.) Su padre José obtuvo el derecho de primogénito, por lo que, mediante Efraí­n y Manasés, recibió dos partes de la herencia de Jacob. (1Cr 5:1; compárese con Gé 48:21, 22; Dt 21:17; Jos 14:4.) Al bendecir a Efraí­n y Manasés, el patriarca Jacob dio la preferencia a Efraí­n e indicó de modo profético que llegarí­a a ser el más grande. (Gé 48:13-20.)
Primero de las Crónicas 7:20-27 suministra una lista genealógica de los hijos de Efraí­n y de sus descendientes posteriores; esta lista concluye con Josué, quien condujo a los israelitas a la Tierra Prometida. Ezer y Elead, probablemente hijos de Efraí­n, murieron a manos de los hombres de Gat. Poco tiempo después de la muerte de estos dos hijos, Efraí­n llegó a ser padre de Berí­as.

2. El nombre de Efraí­n también se aplica a la tribu que descendió de él. Alrededor de un año después del éxodo de Egipto, los 40.500 guerreros de Efraí­n que tení­an †œveinte años de edad para arriba† superaban en 8.300 a los hombres fí­sicamente capacitados de la tribu de Manasés. (Nú 1:1-3, 32-35.) Sin embargo, cuando concluyeron los cuarenta años de vagar por el desierto, Efraí­n tan solo registró 32.500 varones, es decir, 20.200 menos que Manasés. (Nú 26:34, 37.) No obstante, se predijo que la tribu de Efraí­n llegarí­a a ser la más importante. Cuando Moisés bendijo a los israelitas, habló de modo profético de las †œdecenas de millares de Efraí­n†, pero de los †œmillares de Manasés†. (Dt 33:17.)
En el desierto se asignó a los efraimitas y a su principal, Elisamá, que acamparan al lado O. del tabernáculo, junto con las tribus de Manasés y Benjamí­n. Esta división de tres tribus era la tercera en el orden de marcha. (Nú 2:18-24.)

Territorio tribal. El territorio que se asignó a la tribu de Efraí­n ocupaba una porción central de Palestina, al O. del Jordán. La tribu también tuvo ciudades enclavadas en el territorio de Manasés. Al N., Efraí­n limitaba con Manasés, y al S., con Benjamí­n y Dan. (Jos 16:1-9.) Aunque esta región es montañosa y ondulada, tiene un suelo rico y fértil, y en tiempos antiguos tení­a muchos árboles. (Jos 17:15, 17, 18.) Dios nombró a Quemuel, un principal de la tribu, representante de Efraí­n para dividir la Tierra Prometida en porciones hereditarias. (Nú 34:18, 24.)
El tabernáculo se instaló en Siló, una ciudad de Efraí­n. (Jos 18:1.) Además de Siquem, la ciudad de refugio, se emplazaron en el territorio de Efraí­n otras ciudades levitas. (Jos 21:20-22; 1Cr 6:66-69.) En una de estas, Guézer, los efraimitas sometieron a los cananeos a trabajos forzados de esclavo en vez de expulsarlos. (Jos 16:10; Jue 1:29.)

Efraí­n desde Josué hasta David. El territorio de Efraí­n fue el marco donde ocurrieron numerosos acontecimientos importantes. El efraimita Josué, sucesor de Moisés, congregó a las tribus de Israel en Siquem y las exhortó a que sirvieran a Jehová fielmente. (Jos 24:1, 14, 15.) También fue en esa ciudad donde por fin se enterraron los huesos de José. Tiempo después, Josué y Eleazar, el hijo de Aarón, fueron enterrados en la región montañosa de Efraí­n. (Jos 24:29-33.) Más tarde, en esta misma región, el juez benjamita Ehúd reunió a los israelitas para luchar contra los moabitas. (Jue 3:26-30.) Después de la muerte de Ehúd, la profetisa Débora, desde su residencia en la región montañosa de Efraí­n, envió a Barac como el designado por Jehová para liberar a Israel de la opresión del rey Jabí­n. En la canción de victoria de Barac y Débora, Efraí­n es la tribu mencionada en primer lugar. (Jue 4:1-7; 5:14.) En una época posterior, Tolá, de la tribu de Isacar, juzgó a Israel durante veintitrés años mientras habitaba en Samir, en la región montañosa de Efraí­n. (Jue 10:1, 2.) El profeta Samuel, de la tribu de Leví­, nació en Ramá, en la región montañosa de Efraí­n, y fue allí­ donde, una vez adulto, se estableció de forma permanente. (1Sa 1:1, 2, 19, 20; 7:15-17.)
El orgullo y un extremado deseo de prominencia causaron graves dificultades a los efraimitas en su relación con las otras tribus. Esta tendencia se manifestó ya en la época de los jueces. Por ejemplo, los efraimitas †œtrataron de armar riña† con Gedeón por no haberlos llamado antes para luchar contra Madián. No obstante, la prudencia de Gedeón evitó un enfrentamiento en aquella ocasión. (Jue 8:1-3.) Más adelante, los efraimitas se sintieron ofendidos cuando Jefté no los llamó para luchar contra los ammonitas, aunque en un principio habí­an rehusado ayudarle. Como consecuencia, guerrearon contra Jefté y sufrieron una derrota humillante: miles de efraimitas murieron en los vados del Jordán al ser identificados por el modo de pronunciar la contraseña, pues decí­an †œSibolet† en vez de †œSchibolet†. (Jue 12:1-6; véase también 2Cr 25:10.)
Después de la muerte del rey Saúl, hubo 20.800 hombres de Efraí­n entre los que fueron a Hebrón para transferirle la gobernación real a David. (1Cr 12:23, 30.)

La tribu dominante del reino norteño. Desde que el reino se dividió durante la gobernación de Rehoboam, la tribu de Efraí­n, la más importante e influyente del reino norteño, se fue granjeando una mala reputación. (Os 13:1.) El primer rey, el efraimita Jeroboán, introdujo la adoración de becerros en Dan y en Betel. (1Re 11:26; 12:25-30.) Nunca se recuperaron de esta caí­da en la idolatrí­a.
Siendo la tribu dominante del reino norteño, llegó a representar a todo el reino de las diez tribus. (2Cr 25:7; Jer 7:15.) Precisamente por eso, los profetas Oseas e Isaí­as dirigieron sus fuertes denunciaciones contra Efraí­n. Oseas la condenó por mezclarse con las naciones, imitar su comportamiento y servir a sus í­dolos. Comparó a Efraí­n con una torta redonda a la que no se le dio la vuelta, horneada o hasta quemada en la parte inferior, pero cruda en su parte superior. (Os 7:8; compárese con Sl 106:35, 36; Os 4:17; 12:14.) A pesar de que las fuerzas de Efraí­n habí­an sufrido un desgaste por la acción de fuerzas extranjeras, esta tribu no se volvió a Jehová, sino que recurrió a Egipto por ayuda e hizo un pacto con Asiria. De este modo se comportó como una paloma simple a la que se atraparí­a en una red. (Os 7:9-12; 8:9; compárese con 2Re 17:4; Os 12:1.)
El profeta Isaí­as se dirigió a los †˜orgullosos borrachos de Efraí­n†™. Su independencia del reino de Judá y sus alianzas con Siria y otras naciones los afectó como un licor embriagante, pero al fin les sobrevendrí­a el desastre. (Isa 7:1, 2, 5-9, 17; 9:9-12; 17:3; 28:1-3.)
Sin embargo, los profetas de Jehová también predijeron que cesarí­a el espí­ritu de celo y hostilidad que existí­a entre Efraí­n (el reino de diez tribus) y Judá (el reino de dos tribus). (Isa 11:13; Jer 31:6.) Judá y Efraí­n se unirí­an, y la tribu de Efraí­n serí­a restaurada al favor divino. (Jer 31:18-20; 50:19; Eze 37:16-19; Zac 10:7.)
Aunque la tribu de Efraí­n se ganó una mala reputación, algunos siguieron un proceder correcto. Por ejemplo, durante el reinado del rey Asá de Judá, muchos efraimitas se unieron a ese rey cuando vieron que Jehová estaba con él. (2Cr 15:9.) Más tarde, también hubo efraimitas entre los que estuvieron presentes en Jerusalén para la celebración de la Pascua en el primer año del reinado de Ezequí­as y después participaron en la destrucción de todo lo relacionado con la idolatrí­a. (2Cr 30:18; 31:1.) Sin embargo, cuando Ezequí­as invitó a los israelitas del N. a ir para la Pascua, muchos habitantes de Efraí­n, Manasés y Zabulón se mofaron e insultaron a sus correos. El orgullo les impidió humillarse y bajar a Jerusalén para celebrar esta fiesta. (2Cr 30:10, 11.)

3. Ciudad por lo general considerada la Efrén que Abí­as, el rey de Judá, le arrebató a Jeroboam, el rey de Israel. (2Cr 13:19.) En el siglo I E.C., cuando los lí­deres religiosos entraron en consejo para matar a Jesús, este se retiró a Efraí­n, cerca del desierto, con sus discí­pulos. (Jn 11:53, 54.) El lugar que normalmente se sugiere como posible ubicación de esta ciudad es et-Taiyiba, a unos 6 Km. al ENE. de Betel y 3 Km. al ESE. del posible emplazamiento de Baal-hazor. (2Sa 13:23.) Según el historiador judí­o Josefo, el general romano Vespasiano conquistó Efraí­n durante su marcha contra Jerusalén. (La Guerra de los Judí­os, libro IV, cap. IX, sec. 9.)

4. †œEl bosque de Efraí­n† era una zona situada al E. del Jordán, donde el ejército del rey David luchó contra el de su hijo rebelde Absalón. (2Sa 18:6-8.) Se desconoce el lugar que ocupaba este bosque en la tierra de Galaad, pero es probable que estuviese cerca de Mahanaim. (2Sa 17:22, 24, 26.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

Hijo segundo de José, que le nació de Asenat, hija de Potifera, antes de los años de hambre (Gn. 41.50–52). Jacob, ya enfermo, reconoció a los dos hijos de José (Gn. 48.5), y bendijo a Efraín con la mano derecha y a Manasés con la izquierda (vv. 13–14), dando a entender con ello que Efraín habría de formar el pueblo más grande de los dos (v. 19).

En el orden de las tribus al acampar en el desierto, el estandarte del campamento de Efraín se encontraba en el lado occidental (Nm. 2.18). De la tribu de Efraín, Elisama tenía que estar con Moisés (Nm. 1.10), y Josué, hijo de Nun, uno de los espías, era descendiente de Efraín (Nm. 13.8). Fue elegido juntamente con Eleazar, el sacerdote, para repartir la tierra (Nm. 34.17). Efraín fue incluido también en la bendición de Moisés.

Bajo la valiente dirección de Josué, Efraín recibió su herencia juntamente con las demás tribus, lo cual se describe en Jos. 16. El territorio puede identificarse aproximadamente como sigue. Dirigiéndonos hacia el O desde Gilgal llegamos a Bet-el, luego a la baja Bet-horón, a Gezer hacia el O, luego hacia el N a Lod y hacia el O en dirección al mar, hacia el N al arroyo Caná, y luego hacia el E a Tapúa, Janoa, Taanat-silo a Atarot, luego hacia el S a Naarat yGilgal.

Desde el principio la tribu de Efraín ocupó una posición de prestigio y significación. Se quejó ante Gedeón porque no fue llamada a pelear contra los madianitas. La respuesta de Gedeón pone de manifiesto la posición superior de Efrain. “¿No es el rebusco de Efraín mejor que la vendimia de Abiezer?” (Jue. 8.2). Los hombres de Efraín volvieron a protestar en términos semejantes ante Jefté, lo cual condujo a la guerra entre los de Efraín y los de Galaad.

El prestigio de Efraín impidió que mirase con favor a Juda. Después de la muerte de Saúl, Abner, capitán de Saúl, hizo a Es-baal rey de las tribus del N, incluyendo Efraín. Sin embargo, en razón de la dominación filistea, la autoridad de Es-baal quedó efectivamente limitada a la Transjordania. Reinó durante dos años, pero Judá siguio a David (2 S, 2.8ss). Después de la muerte de Es-baal las tribus del N invitaron a David a reinar sobre ellas.

Posteriormente David supo que Israel seguía a Absalón. Las tribus del N nunca quisieron someterse al reinado de David, pero este se hizo cada vez más fuerte y más grande. Bajo Salomón el reino del S alcanzó la cima de su esplendor y prosperidad. No obstante, incluso durante dicha época, hubo descontento en el N (1 R. 11.26ss).

La necedad de Roboam sirvió de pretexto para que el N se rebelara, renunciando a reconocer las promesas que le habían hecho a David (1 R. 12.16). Empero, Dios siguió enviando sus profetas al reino del N, y una de las características del reino mesiánico ha de ser la anulación de la trágica división indicada por Jeroboam hijo de Nabat (cf. Os. 1.11; Is. 11.13). Incluso cuando ha sobrevenido el exilio, afectando tanto al reino del N como al del S, Efraín retiene su lugar de privilegio: “Soy a Israel por padre, y Efrain es mi primogénito” (Jer. 31.9).

E.J.Y., F.F.B.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

(geográfica). Los límites de Efraín se indican en Jos. 16, y con Manasés en Jos. 17. Sólo algunos de los rasgos topográficos principales de estos límites se han podido determinar hasta ahora con seguridad; la mayoría de los lugares mencionados no pueden ubicarse con precisión al presente.

La frontera S de Efraín está expresada más claramente en Jos. 16.1–3, donde, sin embargo, aparece como el límite (S) de “los hijos de José”, e. d., Efraín-Manasés. Pero como Manasés estaba situada enteramente al N y NE de Efraín, dicha frontera es, en la práctica, la de Efraín. Se extendía (de E a O) desde el Jordán y Jericó hasta Bet-el (Beitín, unos 16 km al N de Jerusalén), Luz ([?] en las cercanías), y Atarot (sitio incierto), luego por la frontera de Bet-horón la de abajo hasta Gezer—sitio muy conocido—y la costa del mar Mediterráneo (Jos. 16.1–3). El vv. 5 es difícil, pero quizá defina más todavía parte de este límite S.

El límite N, desde un punto denominado Micmeta(t) (16.6) “enfrente de Siquem” (17.7) se volvía hacia el O; en esa dirección su curso seguía desde Tapúa (ubicación todavía disputada) hasta y a lo largo del arroyo de Caná (quizá el actual uadi Qanah, que se une al uadi Aujah, y llega al Mediterráneo unos 6½ km al N de Jope) hasta el mar (16.8). Al E de Micmetat la frontera daba vuelta por Taanat-silo (S) por el E de Janoa hasta (otra) Atarot, Naarat, y de vuelta a Jericó y el Jordán (16.6–7). En el N, Siquem aparentemente estaba dentro de la suerte de Efraín, a juzgar por las listas de ciudades levíticas (Jos. 21.20–21; 1 Cr. 6.67).

La región en la Palestina central occidental que le tocó a Efraín es en su mayor parte zona relativamente montañosa, con mejor precipitación pluvial que Judea y algunos suelos buenos; de allí algunas referencias bíblicas a la productividad de la zona de Efraín. Los efraimitas tuvieron acceso directo pero no muy fácil a la gran carretera principal que atravesaba la llanura occidental de N a S.

Bibliografía. M. Noth, El mundo del AntiguoTestamento, 1976, pp. 76–77; G. E. Wright, Arqueología bíblica, 1975.

D. Baly, The Geography of the Bible², 1974, pp. 164–176; J. Simons, The Geographical and Topographical Texts of the Old Testament, 1959, pp. 158–169; Y. Kaufmann, The Biblical Account of the Conquest of Palestine, 1953, pp. 28–36; y E. Jenni, Zeitschrift des Deutschen Palästina-Vereins 74, 1958, pp. 35–40, con alguna bibliografía detallada. También F. M. Abel, Géographie de la Palestine, 1–2, 1933–8.

K.A.K.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

(Ephraimios).

Efraín de Antioquía, uno de los defensores de la fe de Calcedonia (451) contra los monofisitas; nació en Amida, Mesopotamia; murió en 545. Fue Conde de Oriente (Comes Orientis) bajo Justiniano I. En 527 sucedió a Eufrasio como patriarca de Antioquía. La mayoría de sus muchas obras se han perdido. Sin embargo, conocemos sus títulos por San Anastasio Sinaíta (cerca de 700), San Juan Damasceno) (murió cerca de 754) o quienquiera haya sido el autor de la “Sacra Parallela”, y especialmente Focio (murió 891). Anastasio (P.G., LXXXXIX, 1185-1188) cita pasajes de una obra de Efraín contra Severo, el patriarca monofisita de Antioquía (512-519). La “Sacra Parallela” da un corto pasaje de “San Efraín, Arzobispo de Antioquía”, tomado de una obra “Sobre Juan el Gramático y el Sínodo” (Tit. LXI, cf. P.G., LXXXVI, 2, 2104-2109). Focio (P.G., CIII, 957-1024) habla de cuatro libros escritos por Efraín. El primero consistía de sermones y cartas; el segundo y tercero contenían un tratado en tres partes contra Severo y una respuesta a cinco preguntas sobre el Génesis dirigida al autor por un monje llamado Anatolio. Los fragmentos citados por Focio representan prácticamente todo lo que queda de los escritos de Efraín. El Cardenal Angelo Mai pudo añadir unos cuantos más de un manuscrito Catenae en la biblioteca del Vaticano (P.G., LXXXVI, loc. cit.). Krumbacher (Byz. Litt., loc. cit.) menciona otros pocos fragmentos en la biblioteca de París, etc., y considera que Efraín se merece la misma reputación que Leoncio Bizancio si se hubiese conservado más de sus obras. Poseía amplio conocimiento sobre los Padres Griegos y seguía principalmente a San Cirilo de Alejandría en su cristología.

Bibliografía: KRUMBACHER, Byzantinische Litteratur (Munich, 1897), 57; BARDENHEWER, Patrología, tr. SHAHAN (San Luis, 1908), 551.

Fuente: Fortescue, Adrian. «Ephraim of Antioch.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 5. New York: Robert Appleton Company, 1909.

http://www.newadvent.org/cathen/05500a.htm

Traducido por Luz María Hernández Medina

Fuente: Enciclopedia Católica