EFESIOS/AS

Efesios/as (gr. efésios). Habitantes de Efeso* (Act 19:28, 34, 35; 21:29). Efesios, Epí­stola a los. Carta dirigida a los creyentes cristianos que residí­an en la ciudad de Efeso, metrópoli de la provincia romana de Asia (según el tí­tulo que aparece en antiguos manuscritos y de acuerdo con el cp 1:1 en muchos de ellos); quizá también destinada a los cristianos de otras ciudades vecinas. I. Autor y Destinatarios. El autor es San Pablo. Algunos eruditos llegaron a la conclusión de que originalmente estaba dirigida a todos los creyentes cristianos de ese distrito, por las siguientes razones: 1. Los tí­tulos son adiciones posteriores. 2. La frase «en Efeso» de 1:1 falta en 2 de los manuscritos más antiguos y respetados (el Vaticano y el Sinaí­tico) y en el papiro Chester Beatty (P46). 3. La carta no registra saludos personales. Pero, dicen, fue enviada primero a Efeso, porque allí­ estaba la iglesia más antigua e importante de esa región, desde la cual el evangelio se habí­a extendido a las ciudades vecinas (Act 19:10, 26). La condición de Efeso como metrópolis de Asia y la situación de la iglesia del lugar como madre de otras en la provincia, pueden explicar la adición de la expresión «en Efeso» en 1:1, y, posteriormente, «A los efesios» como tí­tulo de la carta. Desde tiempo muy temprano, la iglesia cristiana reconoció la epí­stola como genuina, y por ello fue incorporada con todo derecho al canon del NT. Entre los que se refieren a ella están Clemente de Roma (c 90 d.C.) e Ignacio y Policarpo a comienzos del s II d.C. Una cantidad de escritores cristianos del s II en adelante nombran a Pablo como autor de ella. II. Ambientación. Durante su 3er viaje misionero, Pablo trabajó en Efeso por aproximadamente 3 años (Act 20:31), y pudo evangelizar personalmente algunas de las otras ciudades de la provincia de Asia (Act 19:10, 26). Cuando escribió la carta estaba en la cárcel, hecho que menciona varias veces (Eph 3:1; 4:1; 6:20), aparentemente en Roma durante su 1er encarcelamiento. Por esta razón, Efesios se agrupa por lo general con Filipenses, Colosenses y Filemón, que fueron escritas durante el mismo perí­odo (Phi 1:13, 14; Col 4:18; FLam_1, 9), que duró 2 años o un poco más (61-63 d.C.; Act 28:30). En Eph 6: 21, 22 se menciona a Tí­quico como el portador de la epí­stola (lo mismo en Col 4: 7, 8 para la iglesia de Colosas), y, si se toma el v 9 junto con FLam_10 y 12, parece evidente que Onésimo 347 acompañó a Tí­quico en la misma misión. Aparentemente, las 3 cartas fueron escritas y despachadas al mismo tiempo, tal vez en el 62 d.C. Los numerosos y llamativos paralelos entre Ef. y Col. (cf Eph 1:1 con Col 1:1; 1:13 con 1:5; 2:16 con 1:4, 9; 2:12 con 1:21; 2:15 con 2:14; 2:16 con 1:22; 6:18 con 4:2; 6:21 con 4:7) tienden a confirmar todaví­a más la estrecha relación entre las 2 epí­stolas acerca de su contenido como también del momento en que se escribieron. En Col 4:16 Pablo menciona una carta dirigida a la iglesia de Laodicea, que algunos consideran idéntica con la que comúnmente se llama «A los efesios». III. Tema. El tema central de Efesios es la preeminente posición de Cristo en la provisión divina para la salvación del hombre y la unidad de los creyentes. En una región cosmopolita como la costa del Asia Menor, a lo largo del Mar Egeo, donde la iglesia cristiana incluí­a gentiles de diferentes razas además de creyentes judí­os, habí­a una necesidad especial de desarrollar el tema de la unidad en Cristo como medio de unir en compañerismo cristiano a personas de diferentes antecedentes. Las herejí­as que más tarde se desarrollaron en el Asia romana -las enseñanzas de los judaizantes (2 Tit 1:15) y el docetismo (que negaba el supremo papel de Cristo en el evangelio; 1 Joh 4:1-3)-, pueden sugerir que ya existí­an tendencias funestas que Pablo procuró neutralizar mediante sus afirmaciones enfáticas con respecto a la singular posición de Cristo en la fe del creyente. La frase «en Cristo» aparece 4 veces en el cp 1 (vs 3, 10, 12, 20), y es la nota tónica del libro. En una forma u otra, la estrecha relación del cristiano con Cristo se menciona más de 20 veces. En realidad la epí­stola se puede considerar un tratado de este tema. IV. Contenido. Después de un breve saludo (Eph 1:1, 2) Pablo desarrolla el tema doctrinal del libro (1:3-3:21). Luego procede a mostrar cómo una filosofí­a de vida, basada en este exaltado concepto de la unidad en Cristo, deberí­a influir en el creyente al afrontar los problemas de la vida y el compañerismo de la iglesia (4:1-6:20). La carta concluye con la mención de la misión de Tí­quico (6:21, 22) y una bendición apostólica final (6:23, 24). En la sección práctica (4:1-6:20) Pablo desarrolla el valor de los dones del Espí­ritu como medios de conservar la unidad cristiana (4:1-16), y luego muestra cómo el verdadero cristianismo transformará la vida individual del creyente (4:17-5:21). Las diversas y buenas relaciones en el hogar -las de esposo y esposa, hijos y padres, siervos y amos- se consideran extensamente como base para la unidad de la iglesia (5:22-6:9). Esta sección concluye con una gráfica descripción de la armadura espiritual, que es lo único que permitirá al cristiano obtener la victoria en su lucha contra el diablo (6:10-20; véase CBA 6:991-994).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico