hebreo, siervo del rey, siervo del dios Mélek. Eunuco kusita o etíope al servicio de la casa de Sedecías, rey de Judá, quien rogó al soberano en favor del profeta Jeremías, cuando éste fue arrojado en una cisterna, en el patio de la guardia, la cual estaba inundada de fango. El rey ordenó a E. M. que con treinta hombres sacara a Jeremías de la cisterna, Jr 38, 7-13; esto le valió al kusita un oráculo favorable, según el cual Yahvéh le dice que no morirá a espada, Jr 39, 15-18. En Sal 40 (39), 3, se dice sobre este episodio vivido por el profeta Jeremías: †œMe sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso; asentó mis pies sobre la roca, consolidó mis pasos†.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital