También CARTA APOSTí“LICA. (Véase CONCILIO DE JERUSALEN.)
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
El problema más crítico de la iglesia apostólica era si la circuncisión era necesaria para la salvación. Casi toda la iglesia de Judea sostenía que era indispensable, mientras que la iglesia misionera, representada por Antioquía, la consideraba innecesaria. Para abordar este problema que amenazaba dividir el movimiento cristiano, se citó a un concilio en Jerusalén. Allí se decidió que la circuncisión no era ni un requerimiento para la salvación ni tampoco una condición para la participación social. No obstante, se creyó aconsejable pedir a los gentiles convertidos que se abstuviesen de ciertas prácticas que, a causa de sus relaciones con la idolatría, serian especialmente aborrecibles para los judíos, causando, entonces, una barrera para la comunión. Estas prohibiciones han llegado a conocerse como el Decreto Apostólico. Fueron redactados por Jacobo (Hch. 15:20), escritas en Hch. 15:29 y mencionadas en 21:25.
El problema principal con este decreto es textual. El texto alejandrino registra cuatro prohibiciones. Los gentiles debían abstenerse de (1) las contaminaciones de los ídolos, (2) fornicación, (3) ahogado y (4) sangre [Este es el texto retenido por la RV60. En cambio el texto occidental omite la frase «de ahogado» y añade una regla de oro negativa («todo lo que no quieras que no te hagan a ti, no lo hagas a otros»). Esto cambia el decreto en uno puramente ético. Los gentiles deben abstenerse de tres pecados cardinales—idolatría, fornicación y asesinato.
Se debe preferir el texto alejandrino. Alisgēmatōn tōn eidōlōn (que 15:29 y 21:25 explican como eidōlozuta) se refiere a la carne sacrificada a los ídolos y no a la idolatría misma. Haimatos se entiende mucho mejor si se le combina con pniktou, refiriéndose al hecho de comer carne con la sangre todavía dentro (resultado inevitable de la estrangulación). Abstenerse «de sangre» sería un curioso equivalente de «no matarás».
El decreto se entiende mejor si se toma como una concesión en el terreno de la libertad cristiana para producir unidad de vida. No es un resumen de los preceptos noéticos (Gn. 9), aunque no están del todo separados de ellos. Pablo no echó mano al decreto en el caso de los liberales de Corinto, porque prefirió fijar el problema en base a principios en vez de hacerlo por legislaciones externas.
BIBLIOGRAFÍA
- Sanday, The Apostolic Decree.
Robert H. Mounce
RV60 Reina-Valera, Revisión 1960
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (157). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología