La palabra costumbre (s) refleja el significado del griego ezos o del latín mores. Una costumbre es cualquier norma de acción voluntaria que ha sido desarrollada en una comunidad nacional o tribal. Ocupa un lugar en el despertar de un ideal moral. En el hombre antiguo, la costumbre es la gran guía de la vida.
La costumbre se encuentra aliada tanto al hábito como a la ley. El hábito es más individualista en tanto que la costumbre es más social. La ley es más universal en su visión que la costumbre.
A medida que el hombre emerge de la barbarie, tiende a regular su conducta en la sociedad por lo que la tribu acepta como norma general. Su actitud no se debe a una actitud profunda; es una mera conformidad a lo que se ha practicado generalmente. La integración de la moralidad y la religión con las costumbres tribales es para el hombre primitivo un intento de preservar la identidad con la unidad de su clan en la lucha por la supervivencia. A medida que se desarrollan las ideas morales, las costumbres pueden ser inadecuadas e incluso dañinas como normas. Las costumbres abominables de los paganos fueron prohibidas en Israel (Lv. 18:30). Incluso las tradiciones de Israel se ven como dañinas a la luz de una ética en desarrollo. La palabra de Dios no tenía efecto al unirlas a tradiciones antiguas. Las costumbres de Moisés tendían a ahogar la universalidad y libertad del evangelio. Pablo estaba a cargo de cambiar las costumbres que Moisés había mandado (Hch. 6:14; 16:21). La ley necesitaba ser cumplida.
BIBLIOGRAFÍA
- Wundt, Ethics, VI, cap. 3; J.S. Mackenzie, Manual of Ethics, pp. 97ss.; L.H. Gray en HERE.
Albert Victor M’Callin
HERE Hastings’ Encyclopaedia of Religion and Ethics
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (130). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología